El servicio de Urología del hospital Avellaneda invita a los hombres a realizarse controles periódicos para conocer sus estados de salud.
En las campañas de salud pública de todo el mundo se celebra el “Movember” (anglicismo que surge de combinar las palabras november, por el mes de noviembre, y moustache, por bigote) que tiene como meta sensibilizar a la opinión pública sobre la salud masculina en general, y sobre el cáncer de próstata y de testículos en particular.
Por ello, el hospital Avellaneda invita a los varones a realizarse controles periódicos para conocer su salud. El médico urólogo a cargo del servicio, Esteban Adrián Ale, hizo hincapié en la existencia de muchos mitos acerca del cuidado de la salud de los hombres.
“El varón tiende a ser más reservado o tímido para concurrir a la consulta médica y muchas veces le cuesta romper con esa relación antigua que se hacía entre la fuerza y la buena salud con la masculinidad” señala Ale.
Para el doctor, el machismo “pone en juego el concepto primitivo de sentirse hombre en contraposición con el sentirse enfermo”.
“Años atrás se pensaba, erróneamente claro, que el varón no necesitaba ir al médico y esas tradiciones de pensamiento arcaico pueden generar que la consulta en el varón sea menos frecuente que en la mujer” asegura Ale.
Y agrega: “La mujer suele ser más valiente y sobre todo consciente respecto a la importancia de la prevención de enfermedades como el cáncer de mama o de cuello de útero por mencionar solo algunos”.
Una de las principales patologías que el hombre tiene que prevenir, desde el punto de vista urológico, es el cáncer de próstata. Con prevención se apunta a hacerse cargo de la realización de chequeos periódicos que posibiliten diagnósticos tempranos, no existe una vacuna para prevenir esta enfermedad, pero el diagnóstico prematuro favorece ampliamente al tratamiento, al punto de que el paciente puede curarse.
“No es así cuando el diagnóstico es tardío y la enfermedad se encuentra avanzada con presencia de síntomas, entonces las posibilidades de curación y de sobrevivir se reducen de forma drástica. Otra patología que afecta a los varones es el cáncer testicular que se da, a diferencia del de próstata, en una población de gente joven en edad productiva-laboral, entre los 20 a los 45 años”, alertó el médico.
En la edad joven, sostiene Ale, el varón debería hacerse periódicamente autoexámenes testiculares y en caso de detectar alguna dureza o anomalía, generalmente indolora, consultar al urólogo.
En ese sentido el especialista sostiene la importancia de divulgar el autoexamen, para que si el paciente encuentra algo anormal en su testículo deje de lado el pudor y se acerque al consultorio médico.
“Es esencial que este tipo de hallazgos no se minimicen porque hablamos de patologías que pueden costarle la vida al paciente”, dijo.
El servicio de Urología del hospital Avellaneda se encuentra atendiendo normalmente, pueden gestionarse turnos de manera habitual y realizar la consulta cuando así lo requieran.
“La tecnología avanzó con muchas herramientas y hoy en día contamos con laboratorios que practican análisis para detectar precozmente algunas enfermedades como el cáncer de próstata, lo cual hizo que la tasa de mortalidad respecto a esta enfermedad disminuyera y aumentara la de curación. A la vez se desarrollaron técnicas quirúrgicas y de terapia para tener mejores tratamientos y llegar a buenas resoluciones”, agregó.
Finalmente el especialista alentó a que los familiares y amigos incentiven a los varones a concurrir al médico.
“No debemos dejar pasar el tiempo, ahora estamos en época de pandemia, es un año difícil y atípico en el que disminuyó muchísimo la consulta preventiva, por eso esperamos que cuanto antes consulten, ya que más adelante esta falta de controles se verá reflejada en la lamentable aparición de pacientes con estadios avanzados de enfermedad” concluyó.