A pesar de las promesas de probreza cero que realizó Macri en campaña, las cifras del INDEC muestran un aumento acelerado de la pobreza, golpeando a las clases sociales más vulnerables. Desde La Nota conversamos con el Frente Popular Darío Santillán, presente en diferentes barrios de Tucumán, sobre la situación que se está viviendo en la provincia.
Por la tarde del jueves, la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, junto a Dante Sica, ministro de Producción y Trabajo, dieron a conocer los datos de pobreza correspondientes al segundo semestre de 2018. Ese mismo día estaba prevista una reunión con las organizaciones sociales, que fue suspendida por el gobierno.
La información relevada por el INDEC mostró un panorama angustiante, pero esperado. La semana pasada, desde el Observatorio por la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina publicó el informe sobre la pobreza multidimensional, con un porcentaje del 31,3% de gente que vive en la pobreza.
Según los datos oficiales, en el país un 32% de la población viven en situación de pobreza porque sus ingresos no les alcanzan para cubrir sus gastos alimentarios y de servicios básicos. Así, entre 2017 y 2018, 2.680.000 personas cayeron en la pobreza, un millón más que la población total de Tucumán. El cálculo del organismo solamente contempla 31 aglomerados a todo el territorio nacional urbano.
La cantidad de argentinos y argentinas bajo la línea de indigencia fueron 2.713.533 (6,7%), si se proyectan a nivel país. Esto quiere decir que 793.533 personas más tienen problemas severos para alimentarse cotidianamente.
En la provincia, la tasa es mayor que el promedio a nivel nacional. Sólo en el Gran Tucumán y Tafí Viejo, hay 286.000 personas que viven en la pobreza. Hay, además, 32.810 individuos no llegan a alimentarse cotidianamente, lo que significa que viven en la indigencia.
“No nos sorprende el anuncio”, expresó en diálogo con La Nota Hugo Heredia, referente del Frente Popular Darío Santillán. “Tenemos una realidad palpable todos los días y de forma cotidiana de cómo se está viviendo esa pobreza en las barriadas populares de toda la provincia, en la ciudad, en las periferias de la ciudad, se nota, es evidente de manera más acentuada”.
Para el referente, uno de los principales marcadores de las carencias cotidianas es el aumento de la demanda de asistencia alimentaria por parte de los niños y niñas. Este aumento corresponde a uno de los datos más preocupantes del INDEC: la mitad de la población entre 0 y 14 años es pobre en Argentina. En un año la cifra aumentó de 39,7% en el segundo semestre de 2017 a 46,5% a fines de 2018.
“Si o si, en cualquier lugar donde uno abre un espacio de asistencia alimentaria a partir de la demanda que se genera por parte de la población de las barriadas, de la periferia, de las localidades y parajes del interior de la provincia, hay una activa concurrencia de niñas y niños”, explicó Heredia.
También aumentó otra población en situación de vulnerabilidad bastante grande: familias sin trabajo y los ancianos y ancianas que no tienen ningún tipo de jubilación. La franja etaria que necesita de asistencia alimentaria cada vez se amplía más.
Por otro lado, el referente marcó que la necesidad se manifiesta en las condiciones laborales. “Hay muchas personas que tienen un trabajo absolutamente precario, que no les alcanza para vivir, por eso están por debajo de la línea de pobreza. Hay una demanda muy grande de trabajo”.
La changa que existía de salir a buscarse el día, muchas veces ya no está. Aumentó la cantidad de chicos limpiando vidrios en los semáforos, vendiendo paltas o limones que consiguen en el fondo de alguna casa, y abundan los vendedores de bolsas de residuos. Pero esto ya no alcanza para alimentarse todos los días.
Después de la movilización nacional que se realizó el 20 de marzo, la ministra Stanley convocó a una reunión para el jueves 28, el mismo día que se conocieron los números de pobreza, pero desde el gobierno la suspendieron. “Que se haya levantado la reunión nos parece una falta no solamente de respeto, sino de hostilidad enorme hacia amplios sectores de la población que la están pasando mal”, expresó Heredia.
La reunión se habría reprogramado para el 3 de abril. La propuesta de las organizaciones es que Nación aumente los programas de empleo, junto con una paritaria social. “No se pueden sostener los montos actuales por que una familia no puede vivir con eso. Los trabajadores y trabajadoras de la economía popular perciben $6.000 por programa de empleo. La línea de indigencia está cerca de ese monto. Lo que ellos plantean no se acerca en nada a las necesidades que hay”.
Según el Indec, la brecha promedio entre la canasta alimentaria por hogar y el ingreso ingreso total familiar de los hogares pobres fue en 2018 de $9485. Traducción: ese monto les faltó a los hogares para superar la pobreza.
“Le estamos diciendo al Estado que las organizaciones estamos desbordadas, necesitamos nuevas incorporaciones en los programas de empleo, ellos tienen que atender la pobreza. Hay una ley que nos ampara”, expresó Heredia.
La ley de emergencia social está vigente desde diciembre de 2016 y caduca en diciembre de este año. Con un presupuesto propio, la ley se promulgó para atender las necesidades de las organizaciones sociales de la economía popular.
En medio un año electoral, campaña política y disputa por el poder, el panorama es desolador. “No sabemos muy bien hacia dónde va esta situación. Los que si sabemos es que los sectores populares están cada vez peor”, manifestó el referente.
El 10 de abril habrá una nueva movilización con ollas populares y cortes de ruta. “Estamos pensando la posibilidad de acampar en las rutas, en los accesos, en los centros políticos de las ciudades, por que no podemos ocultar esta realidad. Desde nuestras bases sociales están demandando que como organización nos pongamos al frente de esas necesidades”.
Reclamos a la provincia
Desde el Frente Darío Santillán, junto con el Frente de Organizaciones en Lucha, la Corriente Clasista y Combativa, y el Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional, vienen reclamando al gobierno provincial 3.000 puestos de trabajo al gobierno de la provincia. “Por ahora lo único que nos contestaron del gobierno es que es un planteo descabellado de parte de las organizaciones sociales, que 3.000 puestos de trabajo no hay. Nosotros creemos que eso es un paliativo para cambiar la situación de una cantidad mínima de familias tucumanas, y vemos que están gastando un montón de dinero en publicidad de carácter oficial”.
El Frente Popular Darío Santillán sostiene 80 lugares de asistencia alimentaria en toda la provincia, donde se alimentan cerca de 8.000 niñas y niños. La semana pasada tuvieron que abrir 3 lugares nuevos, en tres puntos diferentes. Uno en Burruyacú, otro en las Talitas, y otro en Barrio Ejercito Argentino. Hay entre 100 y 120 niños en cada lugar.
“El estado provincial no aporta absolutamente nada. Ellos tienen canales institucionales que se manejan con comedores escolares, y a través de las cocinas comunitarias. No hay para las organizaciones sociales, que somos un actor social con presencia en un montón de barrios de Tucuman, ningún tipo de aporte para la asistencia alimentaria”, expresó el referente.
La prioridad hoy es la seguridad alimentaria. Desde Desarrollo Social de la provincia administran 900 comedores escolares, que llegan a aproximadamente 200.000 niños, niñas y adolescentes. Otros 60 comedores infantiles de organizaciones sociales reciben alguna asistencia alimentaria, llegando a una población estimada de 10.000. Además, funcionan más de 100 cocinas comunitarias en el territorio provincial, llegando a 20 familias cada una en promedio.
“Si estamos viendo que casi la mitad de los niños esta pasando hambre, es por que hay politicas de gobierno que están fallando. Eso lo planteamos muchas veces al ministro de Desarrollo Social de la provincia, y también a la Secretaría de Gobierno de Tucumán. Por ahora no hemos tenido repuestas a que modifiquen esa política y abran la asistencia alimentaria para que llegue a más niñas y niños a través de las organizaciones sociales”, manifestó Heredia.
El saldo de estos tres años de gestión arroja: pérdida de puestos de trabajo formal, aumento de las contrataciones precarias y una feroz pérdida del poder adquisitivo de los asalariados como consecuencia de la inflación. El resultado se muestra en los número de pobreza e indigencia. Y, hasta el momento, las respuestas y soluciones están ausentes.
Mientras tanto, el gobierno Nacional ratificó el rumbo de la política económica. Dante Sica aseguró que “vamos en el camino correcto a recuperar la economía”. Un día antes de que se conozcan los número, el presidente dijo que “la gente tiene que aguntar”. Ante el silencio de Macri sobre los números arrojados por el INDEC, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, expresó que “nos preocupa y nos duele”.