La joven trans de 20 años fue asesinada en agosto de este año.
En Avenida Roca y Alberdi un banco rojo lleva el nombre de Vanesa Rotolo. Tenía 20 años cuando el pasado 11 de agosto fue asesinada a sangre fría. Por el crimen está imputado Daniel Díaz y las últimas pericias complicarían al acusado.
Es el segundo homenaje a una joven trans que hay en la provincia. El primer banco rojo fue para Cynthia Moreira, quien también fue asesinada de manera brutal en febrero de 2018. Su familia continúa exigiendo justicia.
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La iniciativa de los bancos rojos surgió en Italia. Se los ha llamado de diversas formas: homenajes, altares urbanos, monumentos.
Ya son más de 400 en todo el país. Están en plazas o espacios públicos, y la mayoría lleva escrita la frase: “En memoria de todas las mujeres asesinadas por quienes decían ‘amarlas’“. Esa frase hace referencia a las estadísticas globales, que indican que el 38% de los homicidios a mujeres son perpetrados por sus parejas.
La placa de Vanessa dice “La violencia no es tu destino”. Pareciera que es necesario un recordatorio. Por que Vanesa no solo era mujer, también era trans y la expectativa de vida para este colectivo es de casi 40 años menos que el de las personas cis.
Se habla de travesticidio y travesticidio social para dar cuenta del abandono estatal y la discriminación social que termina empujándolas a la muerte.
Que el homenaje no calme las ansias de justicia y de políticas públicas que reviertan la situación de las que aún quedan vivas. Cupo laboral trans, acceso a la salud y la educación, son solo algunos de los reclamos vigentes del colectivo visible y presente.