Una mujer fue detenida por la policía junto con su esposa por estar besándose en una estación de trenes en Buenos Aires. Denunció que “es un caso de lesbofobia” y describió en detalle todo lo sucedido. Video
(BUENOS AIRES) Mariana Gómez y Rocío Girat denunciaron que este lunes fueron agredidas por un grupo de policías de la Ciudad en la estación Constitución del Subte C por el simple hecho de besarse. La joven fue trasladada luego a una comisaría, donde estuvo en un calabozo sola hasta las 21, después de sufrir vejaciones y constantes amenazas.
Según contó Mariana, quien estuvo detenida tres horas y además tiene varios golpes en su cuerpo producto del forcejeo con los policías, le dijeron que se tenían que ir del lugar porque no se podía fumar.
“Nosotras no hicimos nada, esto no es más que lesbofobia porque el personal de la policía nos vio hablando todo el tiempo. Buscaron la excusa más burda para llevársela”, sintetizó Rocío en conversaciones con Página 12.
Detuvieron a dos chicas en el subte por besarse. La excusa es que fumaban un cigarrillo en un lugar prohibido. Esto es una pesadilla. pic.twitter.com/VKRGDOALDn
— Funes Mori 2019 (@pajaronauta) 3 de octubre de 2017
Rocío contó que constantemente el oficial Jonathan Rojo trató a Mariana “de hombre” y que comenzó a violentarla justo cuando estaban saliendo del Centro de Trasbordo. “Le dijeron que de ahí no se iba, una mujer policía la agarró del cuello, la tiró al piso y Rojo se le subió arriba para esposarla, sin dejarla respirar”, relató la joven, quien destacó que ella también sufrió golpes mientras intentaba impedir que se la llevaran: “Me colgué de Rojo para evitar que la apresaran, fue entonces cuando me empujó con fuerza”.
La esposa de Mariana resaltó más de una vez que “no eran amigas” pero “todo el tiempo lo desestimaron”. “Cuando me pidieron los datos y les dije que era casada, me exigieron un certificado de matrimonio”, narró la joven, al destacar que “difícilmente eso pase con una pareja heterosexual”.
Contradiciendo la versión oficial, Rocío aseguró que a Mariana la tuvieron tres horas detenidas en la estación. “Esto pasó a las 13:30 y hasta las tres de la tarde estuvo allá, por orden de la policía Karen Villegas, pero ellos lo omiten y dicen que todo transcurrió a las cuatro de la tarde”, manifestó y contó que luego fue el mismo Rojo el que la trasladó hacia una comisaría que ella desconocía porque nunca le dieron esos datos, “ni siquiera a qué jurisdicción intervenía”.
Una hora y media después, previa visita por el SAME, ingresaron a Mariana en una comisaría cerca de la estación Boedo. “Allí la requisaron, la hicieron desnudar para revisarle los genitales para ver si no ocultaba droga y después la encerraron. En ese momento también le volvieron a exigir que presentara el acta de matrimonio, a pesar de que tenían su DNI. Se encargaron de recalcar de nuevo que ella era un hombre y yo, su amiga, en otro acto de provocación”, relató Rocío.
Al enterarse de lo ocurrido, organizaciones feministas se autoconvocaron frente a la puerta de la comisaría para exigir su liberación inmediata, por eso los policías constantemente presionaron a Mariana para que los frenara. “Le pidieron más de una vez que tranquilizara a la gente de afuera porque si no iba a pasar la noche allí”.
Hoy Mariana tiene moretones en los hombros y los dedos marcados de los hombres que la tiraron al piso, el pie esguinzado y lesiones en el cuello, pero el que presentó denuncias por lesiones fue Rojo. “él dice que es una víctima, por eso tenemos miedo que el caso se judicialice”, manifestó Rocío.
Fuente: Página 12
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