Días atrás el Indec anunció una retracción de la actividad del 13,3% en el mismo mes. Los grandes industriales y las pymes sostienen que el Gobierno no contempla al sector en los planes económicos.
Por Redacción Canal Abierto
La industria continúa por el camino de los números malos. De acuerdo a los datos difundidos por el Instituto de Estadística y Censos, la utilización de la capacidad instalada sufrió una caída del 5,9% en relación a noviembre del año pasado.
“Los bloques sectoriales que presentan, en noviembre de 2018, niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son: industrias metálicas básicas (88,0%), papel y cartón (76,1%), productos del tabaco (74,6%), refinación del petróleo (73,2%), productos minerales no metálicos (72,7%), sustancias y productos químicos (70,0%) y productos alimenticios y bebidas (63,5%)”, informa el Indec.
Encabezando el sector de las más castigadas, se encuentra la industria textil cuya utilización de la capacidad instalada fue del 43,9%. “Esta retracción se origina en la menor elaboración de hilados de algodón y de tejidos, tanto tejidos planos como de punto”, marca el informe.
El siguiente sector afectado es el automotriz con un 44,4%. Su caída se vincula con la disminución del nivel de demanda interna.
Estos no son los únicos datos en rojo para el sector. Hace una semana, el Indec también informaba una retracción del 13,3% interanual en noviembre 2018, y la caída acumulada del 3,8% en once meses.
Trascendió también la situación que afronta la Federación Industrial de Santa Fé (FISFE). En 2018 registró 248 Pymes que entraron en procedimiento preventivo de crisis. “Estos números demuestran lo que venimos diciendo hace más de dos años. Este es un modelo sin industria Si eso no cambia y se recupera el consumo interno, los paliativos no sirven. Porque hoy, ¿para qué querría acceso al crédito si nadie me compra? En estas condiciones, terminaría tomando un préstamo, para pagar salarios”, sostuvo Guillermo Moretti, titular de la FISFE y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
En Rosario, uno de los sectores más golpeados por esta baja en el consumo es el metalúrgico, en especial el de fabricación de electrodomésticos.
Gustavo Camargo, gerente de compras de la firma Bambi (heladeras) indicó que hubo una reducción del 40% de su planta de empleados. “Después de casi diez años de trabajar con doble turno, estamos con uno solo y suspendiendo períodos de producción. La empresa está en su momento más complicado a en términos históricos”, sostuvo el ejecutivo.
En los primeros días del año, el Instituto de Investigaciones Económicas de la FISFE indicó que la producción fabril de la provincia retrocedió un 6,1% interanual. “Hay economistas que hablan de una mejoría cuando finalice la cosecha gruesa, si el clima acompaña. Pero la verdad, como industriales no podemos tolerar que la solución a nuestros problemas sea hacer la danza de la lluvia”, expresó Claudio Mossuz, tesorero de la Federación.
Por último, Moretti comentó que la decisión de despedir está siendo dilatada por todo el empresariado. “Este año imagino que va a ser igual o peor que 2018 para la industria, porque lo único en que piensa el Gobierno es en pagar los intereses de la deuda, que son cada vez más, bajando el gasto público y apretando salarios”, sentenció.