Conocer cuáles son las causas que provocan los distintos tipos de herpes y cómo identificar sus manifestaciones es clave para un correcto tratamiento. Por ello, la jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Padilla, Silvia Salazar, brindó sus consideraciones sobre la patología, especialmente, cuando se registra en la zona bucal.
En este sentido la profesional sostuvo que las infecciones por herpes simple son muy comunes y explicó que suelen ser provocadas por dos variedades del mismo: Herpes tipo 1, responsable del herpes simple orofacial que aparece cerca de la boca o en alguna zona del rostro cercana a la boca; mientras que el de tipo 2 es genital.
“Existe una primera infección o primo-infección que en el caso del herpes 1 se produce en la niñez. El virus queda de por vida alojado en el organismo y genera cuadros que suelen durar 7 días con una hipersensibilidad de la zona previa a que aparezcan las lesiones, sensación que los pacientes que ya lo tienen con frecuencia conocen e identifican previo a la aparición de las pequeñas vesículas o ampollitas que surgen agrupadas en roseta”, explicó Salazar y dijo que posteriormente a estas reacciones el virus se esconde en ganglios sensitivos y ante determinados estímulos -como el estrés, la exposición al sol, la menstruación, traumatismos o fatigas- puede provocar de nuevo el mismo cuadro.
La mayoría de los pacientes suelen ser asintomáticos, lo cual no significa que no se produzcan contagios, especialmente en el tipo de herpes genital. “Que una persona adquiera la enfermedad y su grado de severidad o de repetición de los cuadros, está íntimamente relacionado con el grado de inmunidad del huésped, por eso cuando el herpes es muy aparatoso y frecuente se indican estudios de laboratorio en búsqueda de alguna enfermedad que pueda estar comprometiendo la inmunidad”.
En el herpes simple orofacial, detalló la especialista, la primo-infección suele ser aparatosa. En los niños tiende a aparecer angina herpética, muchas lesiones en el paladar, fiebre, dolor, malestar en toda la cavidad oral; mientras que en los adultos esto es más raro y debe ser tratado con antivirales: “En los casos donde hay episodios recurrentes generalmente ya no hace falta administrar antivirales, existen ahora tratamientos preventivos, que cuando el paciente siente esa molestia previa o hipersensibilidad deben ser medicados en altas dosis para evitar las vesículas, siempre con la indicación del especialista”.