Las afirmaciones del mandatario fueron fuertemente criticadas y en las redes compararon sus declaraciones con las de Pinochet. Suman 11 los muertos durante las protestas y un total de 1.554 personas privadas de su libertad.
En otra noche llena de tensión, las principales ciudades de Chile vivían en carne propia el despliegue de los militares y múltiples enfrentamientos que se sucedieron hasta la madrugada, en medio de la peor crisis social que sacude al país en los últimos 30 años.
El sobrevuelo de helicópteros y el sonido de los disparos alteraban el sueño de miles de chilenos que contemplaban por televisión un endurecimiento del gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera, que generó cierta sorpresa y elevó las críticas por su manejo del conflicto.
Piñera, ofreció nuevas declaraciones a la prensa este domingo tras la aprobación del proyecto de ley que anula el aumento de precios del metro de Santiago por parte de la Cámara de Diputados de Chile.
Rodeado de militares, afirmó que “estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite incluso cuando significa pérdidas de vidas humanas”, afirmó el mandatario en referencia a los disturbios registrados en varios puntos del país.
Piñera anunció que el General a cargo del estado de emergencia, Javier Iturriaga, dispuso 9.500 militares para resguardar la paz y controlar los desmanes. Además, agradeció a los miembros de las fuerzas desplegadas por enfrentar a los “violentistas y delincuentes”.
El mandatario aseguró que el adversario está dispuesto a quemar hospitales, estaciones de metro y supermercados, con el “único propósito de producir el mayor daño posible a todos los chilenos”. Frente a esta postura, Piñera reiteró el “apoyo total” del Gobierno a las acciones que emprenda Iturriaga y las personas que están bajo su mando.
“No es tiempo de ambigüedades”, remarcó el presidente y advirtió que la jornada del lunes será difícil, pues existe un “grado de organización, de logística, que es propia de una organización criminal”. Con estas palabras, Piñera hizo un llamado a “empezar a ganar esta batalla”, aclarando que no se permitirán más actos vandálicos.
Sin embargo, las afirmaciones del mandatario han sido fuertemente criticadas por varias personalidades políticas, e incluso sus palabras fueron comparadas en redes sociales con antiguos pronunciamientos de Pinochet.
“En Chile no hay ninguna guerra. Es un profundo error usar ese lenguaje. Lo que hay son actos delictuales que no han tenido una respuesta eficaz, y un malestar ciudadano acumulado del cual todos tenemos que hacernos cargo”, expresó el senador Jaime Quintana.
Pese a que Piñera anunció la suspensión del alza de los pasajes del metro en la ciudad de Santiago, las manifestaciones no han cesado. Las autoridades confirman la muerte de al menos diez personas durante los disturbios, mientras que el Instituto Nacional de Derechos Humanos chileno denuncia que más de una veintena personas han sufrido lesiones graves.
- Esta semana estudiantes empezaron a impulsar la “evasión masiva”. En Santiago de Chile, cientos y cientos de jóvenes se saltan los vallados y pasan al metro sin pagar en señal de protesta.
- La respuesta oficial fue aumentar la cantidad de Policía en las estaciones y criminalizar la protesta, así como detener y reprimir a los estudiantes.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó 11 acciones legales por “violencia policial”. En concreto, se trata de ocho querellas contra carabineros y militares junto a tres recursos de amparo para resguardar la “seguridad de personas”. Además, instaron a la ciudadanía a que denuncie las irregularidades.
Descontento social y manifestaciones
Las manifestaciones se habían desatado luego de que se anunció un considerable aumento en el metro de Santiago, cuya aprobación fue emitida por el Ministerio de Transporte. De esta forma, el precio del pasaje pasaba a valer el equivalente a 1,2 dólares, y muchos ciudadanos reaccionaron. Así, varios pasajeros ingresaron al metro sin pagar durante días, e incentivaron al resto a hacer lo propio desde las redes sociales, bajo el hashtag: “#EvasiónTodoElDía”.
Tras cinco días de protestas y tensión en las estaciones del metro y la ciudad en general, los disturbios fueron en aumento y el sábado por la madrugada Piñera declaró el estado de emergencia, mientras continuaban los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la ciudadanía. Así, bajo el mando de la Defensa Nacional en la zona metropolitana, se estableció el toque de queda desde las 22 hasta las 7 de la mañana.
Además, el 19 de octubre el Gobierno determinó dar marcha atrás con el aumento del transporte público, pero las protestas continúan y expresan el descontento generalizado con la actual Administración.
Con información de RT.