Fotos de Atilio Orellana/Agencia Zur para La Nota
Este fin de semana hubo un evento que despertó fascinación y controversia en el colectivo LGBTIQ+. Como todo lo importante para nuestro colectivo, posiblemente no haya ocupado la tapa ni los titulares de los diarios tradicionales, por eso en La Nota, te contamos lo que pasó en el BALROOM ORGULLOSO que se realizó el sábado en la Sociedad Francesa.
Muchas veces intentamos buscarle un origen o un acto fundacional para situar los comienzos de cualquier movida. En Tucumán es el tercer ballroom que se realiza, pero el primero que se ajusta a las reglas y lógicas propias de la tradición del Ball. En esta línea, se ponen a dialogar el under neoyorquino de las décadas del 70 y 80 con las movidas de nuestra Sociedad Francesa, también cuna del under tucumano en las décadas del 90 y el 00.
La Cultura Ballroom viene creciendo a nivel mundial a partir del consumo masivo de series, realitys y contenidos LGBTIQ+, que han servido para visibilizar los orígenes de nuestras luchas. Los Ballroom nacen como espacios de resistencia y refugio para las disidencias, en los márgenes, en la clandestinidad, y con una fuerte impronta de mujeres trans, latinas y afrodescendientes.
En términos sencillos, podríamos decir que un ball es un desfile, donde se habilitan posibilidades de existencia a aquellas identidades que históricamente fueron negadas o silenciadas. Un ejercicio de libertad para aquellxs que nunca tuvieron lugar en la pasarela de la moral y las buenas costumbres. Creatividad, baile, celebración y orgullo confluyen en estos eventos que empiezan a multiplicarse a lo largo y ancho de nuestro país.
Más allá del carácter competitivo, donde se premian diversas categorías con trofeos y premios en efectivo, la cultura ballroom propone formas de resignificar la pertenencia y la afectividad a través de las diferentes casas o houses. Se establecen lazos familiares de madres, padres y xadres que acompañan, enseñan y apoyan a sus hijes en cada competencia.
Sin dudas, estas configuraciones afectivas, nacen como respuesta a la expulsión de las familias tradicionales. Históricamente, ser diferente o disidencia, significaba ser expulsadxs de nuestros núcleos familiares, pero al mismo tiempo ser abrazadxs por grupos de amigxs o nuevas formas de familia. Eso significa pertenecer a una casa: encontrar el cobijo y el apoyo que muchas veces el mundo nos ha negado.
Casas o Houses
En el ball se enfrentaron 6 casas o houses, que presentan a sus mejores contendientes en cada categoría: Runway, Vogue y Lipsync.
Por Tucumán se presentaron: Casa Bunker, House of Lions, House of Thames, Casa Monarca y House of Cobra. Y desde Santiago del Estero, House of Flames.
En esta oportunidad, el Ballroom Orgulloso contó entre sus jurados con la presencia de referentes de la escena nacional:
Laly Krupp, Madre de Casa Mostricia de Rosario, quien fuera pionera en los inicios de la movida rosarina y además militante por los derechos LGBTIQ+.
Seba Glorieta Milan, papi de Haus of Glorieta y también integrante de la icónica House of Milan de fama internacional.
Pipo Humo Trash, militante LGBTIQ+, artista drag y organizador del ball.
Maconha Sweet, Artista Drag Queen representante de Tucumán en el primer reality Drag de la televisión argentina, Juego de Reinas.
Noly Porcel Aybar, Artista e histórica representante del colectivo travesti trans de Tucumán, con vasta trayectoria como jurado en eventos nacionales.
Además de un jurado que califica las presentaciones, también hay tres roles claves en el desarrollo de una ball:
MC (Maestra de Ceremonias) en este caso fue la bienvenidora, Barby Guamán, encargada de presentar el evento y calentar al público. Quien además había conducido la edición anterior (Ballroom Soberano) en Noviembre del 2021.
Chanter: Es aquel que acompaña con su voz lo que sucede en la pasarela, narrando y guiando a les participantes durante las competencias y categorías. En este ballroom el rol de chanter estuvo a cargo de Benshamin Lion, joven promesa del Vogue norteño.
DJ: Sin dudarlo, un dj es el alma de cualquier fiesta y Dj Lean Muro tuvo la tarea de encender la pista con la temática propuesta: Fantasía Disco.
En los días previos se llevaron adelante conversatorios y labs, con miras al ball, donde en diálogo con Laly Krupp y Seba Glorieta Milán, pudimos reflexionar sobre los pilares de la cultura ballroom.
Ante la escucha atenta de integrantes de las casas locales, Laly y Seba nos interpelan con los aspectos más importantes de esta cultura, que hoy emerge en Tucumán. Destacan la importancia de problematizar los roles de poder (Jurades, MC y Xadres) hacia adentro de las houses y los balls, porque es muy fácil caer en la reproducción de violencias que habilitan los lugares de poder. “Yo te puedo closear en la runway, pero termina la competencia y somos todxs iguales” sostiene Laly, poniendo especial atención a cuidar los egos, propios y ajenos a la hora de caminar un ballroom.
El ballroom es celebración, nos señala Laly, un espacio para celebrarnos y celebrar todas las identidades. Lo que antes fue clandestino y marginal, hoy encuentra lugar en el “Spotlight” de una runway. Como madre de casa mostricia, nos advierte la premisa de su house: “No somos tu show”. Delimitando aquello que puede ser convertido en objeto de consumo masivo, ser apropiado por el mainstream, y reducido a la categoría de mero espectáculo o divertimento.
El Ballroom es político. Sería imposible tratar de entender la cultura ball, despojándola de sus características disidentes. Quienes iniciaron la movida, encontraron una forma de afirmación política y empoderamiento, en caminar una pasarela y voguear. Más allá de la destreza y la técnica que requiere el baile, no debe separarse de la dimensión política, que hoy nos permite visibilizar que existimos. Seba nos cuenta que los entrenamientos del vogue se realizan muchas veces en plazas y parques, recuperando la toma del espacio público.
El ballroom y la dimensión social, este aspecto aparece con mayor fuerza en ciudades donde la movida viene creciendo mucho, donde además de organizar los balls, se tejen redes de apoyo y contención entre casas y familias. Se organizan redes con profesionales para acompañar a miembros de nuestro colectivo, buscando garantizar sus derechos: el acceso pleno a la salud, la generación de oportunidades de empleo y la contención y acompañamiento de situaciones de consumo entre otras. Sobre esto Seba nos señala la importancia de siempre preguntarnos cómo está la persona que tengo al lado en el ball, pensar en cómo podemos ayudar a todas las personas que se acercan a estos espacios.
¿El ballroom es apropiación cultural?
Sobre esto Seba Glorieta, nos explica que siempre existe la apropiación, pero en un sentido positivo, donde en cada contexto se resignifica y se ponen en diálogo las tradiciones de la escena. Pero advierte que más peligrosa que la apropiación es la negación cultural, donde muchas veces se desconocen o se niegan los orígenes de las prácticas, invisibilizando a quienes caminaron antes que nosotrxs. Por eso invita a preguntarnos siempre, ¿cuál es la motivación que me lleva a querer participar en un ballroom? ¿A quienes estoy representando?
Controversia y Fascinación
Desde las 00 del sábado 11 de Junio, una multitud se agolpa a las puertas de la Sociedad Francesa, algo grande está por pasar y eso se siente en la fila de ingreso, donde se hacen presentes variados looks que evocan la temática del evento “Fantasía Disco”. Brillos, tacos, afros y plataformas, se dan cita contra el frío, nadie quiere quedar afuera del ball.
Rapidamente el salón principal se ve colmado de gente que espera ansiosa el inicio del evento, que fiel a la tradición (o maldición) tucumana, arrancará tarde luego de las 2 de la mañana. Entre sillas y gente de pie, se engrosan las filas para comprar una bebida, el calor se siente y la expectativa crece. La que rompe el hielo, es la MC, Barby Guaman que ingresa con una performance en el centro del espacio, atrayendo las miradas de todxs lxs que encontraron un buen lugar para ver.
Se presentan les jurades, que desfilan hasta el escenario abriéndose paso entre una multitud que ovaciona. Hay problemas técnicos de sonido, que despiertan la ansiedad del público, pero el evento tiene que seguir. También hay dudas sobre las reglas, pero que se acomodarán sobre la marcha y con los aportes de les jurades. Nada va a detener este evento fundacional, que ha superado cualquier expectativa de convocatoria.
Las categorías se desarrollan con un fervor que va in crescendo, donde el público hace oír su voz, con gritos, vítores y aplausos para cada participante. La pasarela se ve cubierta de los falsos dólares que se repartieron entre el público en la entrada.
La categoría Runway evoca las pasarelas y los desfiles de grandes marcas, tiene subcategorías pero en Tucumán se caminan unificadas. Despliegues de actitud, estilo y looks van marcando les semifinalistas de cada batalla, que se definen por la votación de les jurades. El chanter dinamiza el desarrollo de la runway entre los “chop” (corte o eliminación de les participantes) y los “tens across the board” (son los 10 que otorga la posibilidad de seguir compitiendo) .
Luego será el turno de la categoría que se baila, el Voguing, que reconoce 5 elementos técnicos de composición (manos, catwalk, duckwalk, performance de piso y drips & drops) y aunque tiene muchas subcategorías aquí se presentó de manera unificada. Lo más icónico de esta categoría fue el triunfo de Victoria Cienfuego que se presentó como 007 (aquelles participantes que no pertenecen a una casa y se presentan de manera individual) y con su actitud y despliegue se ganó el corazón de la gente y también el premio de la categoría.
El lipsync es la categoría donde desarrollan la sincronización de labios de una canción, mundialmente conocido por el reality Rupaul’s Drag Race, tal vez la categoría más popular, debido a que dialoga con nuestra tradición de fonomímica. Aquí les jurades otorgan puntajes del 1 al 10, según la performance de cada participante. En un apretado desenlace, se enfrentaron la House of Lions y La House of Thames, en una batalla final entre casas, que terminó pasadas las 5 de la mañana con un premio compartido por la Patxi de Thames y Omar de Lions, que fueron ovacionades por el público.
Hubo una categoría que no pudo ser presentada, Sex Siren, que invitaba al despliegue de la sensualidad y seducción de sus participantes. Cada casa tenía su representante, que lamentablemente, no pudieron presentar ni competir ya que el espacio exigió que el evento concluya antes de las 6. Esto despertó la controversia en redes, y los fuegos cruzados entre casas y organización, que finalmente resolvió otorgar a cada une de les participantes de la categoría, un premio de $5000 pesos en compensación por no haber podido desfilar.
Mas allá de los inconvenientes, se vivió una noche inolvidable, que marca el inicio de una escena que en Tucumán está destinada a seguir creciendo.
Algunas reflexiones finales
Como cronista y testigo de este nacimiento, no quisiera dejar de poner en perspectiva esta movida con todas las que existieron antes y nos preceden en historia.
Como un juego de espejos, entre esas paredes de la sociedad francesa, hoy nuestra runway dialoga con las pasarelas de los desfiles de Tenor Graso, aquel colectivo de artistas que inauguraron este siglo con sus performances de vanguardia.
También rescatar la tradición de la cultura DragQueen que cada año se da cita en la provincia en la histórica elección Nacional Dragqueen, siendo semillero de artistas de relevancia a nivel nacional e internacional.
Y por último, recuperar la memoria de nuestrxs predecesorxs, maricas, tortas, travas y disidencias que caminaron antes que nosotrxs en un Tucumán hostil y represivo.
Una de las pasarelas de aquellos años, fue la vereda de la calle Laprida de la Plaza Independencia, que era una habitual zona de levante, en un momento en que ser visible en la calle significaba el peligro de la violencia, la cárcel y hasta la muerte. Allí entre miradas furtivas, sonidos con llaves y bocinazos con los autos, las maricas y las travas se las ingeniaban para hacerse entender y concretar encuentros casuales, en una atmósfera opresiva y de peligro constante.
Sobre esto la jurado Noly Porcel nos relata sus proezas en aquellos tiempos, donde poseedora de una juventud y belleza notables, despertaba las miradas y suspiros a su paso. Ella misma se titula como la primera travesti en sentarse en la Recova (extinta confitería de plaza independencia) y ser tratada con respeto.
Por ella y por todxs aquellxs que hicieron posible que hoy podamos ser visibles, celebro el nacimiento de estos espacios seguros para las disidencias, donde podemos celebrarnos y seguir militando por más y mejores derechos.