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Recientemente fue el Día Internacional sobre la Concientización del Ruido. ¿A qué llamamos ruido? Desde La Nota invitamos a reflexionar al sonidista formado en ENERC y profesor de la EUCyT de la UNT, Fernando Gallucci.
La campaña fue creada en 1996 por el Center of Hearing and Communication (CHC) y se celebra el último miércoles de abril de cada año. “El ruido es un agente nocivo y toxico para la salud; puede producir daños auditivos y de orden psicológico como estrés e irritabilidad. A diferencia de otros contaminantes, cuando disminuye el ruido, cesa el daño”, publicaron desde la página del Ministerio de Salud Pública de Tucumán. Ahora, ¿a qué le llamamos ruido?
El silencio no existe
Incluso estando en un cuarto aislado o quedándonos estáticos podemos lograr un silencio total; el latido del corazón, el sonido de nuestra respiración o el simple andar del viento lo impiden. Esto fue parte del análisis del compositor y músico John Cage (1912-1992), quien con sus reflexiones -realizadas a partir de su visita en 1952 a una acústica anecoica (que no contiene ecos reflejados en su interior y se observa en las estructuras líquidas), en la Universidad de Harvard-, hizo que la concepción del silencio tomara otro sentido. En la experiencia de permanecer dentro de dicha cápsula, se dio cuenta que en ningún momento pudo lograr silencio absoluto, seguía percibiendo dos ruidos, uno agudo y otro grave: su sistema nervioso en funcionamiento y su sangre circulando.
Fernando Gallucci es Ruido Rosa en sus cuentas de redes sociales. Este dato cobra cierto sentido cuando sabemos que su actividad laboral gira en torno al sonido, tanto en producciones audiovisuales, musicales y en el ámbito académico de la UNT. Pero más sentido adquiere cuando entendemos qué es el ruido rosa, porque efectivamente se trata de un concepto que forma parte del mundo teórico del sonido y es el nombre que Fernando adoptó para ofrecer sus servicios como sonidista independiente. Lejos de reflexionar sobre los daños físicos que puede producir el ruido, Fernando nos invita a navegar el sentido del mismo desde otro punto de partida.
El ruido
“En el Sistema de la Comunicación, ruido es lo que interfiere en el mensaje. Por definición, el ruido es una sensación auditiva -generalmente desagradable- y que es molesto para el oído. En ese caso, todo sonido podría ser un ruido. Si dos personas están conversando en la calle y de pronto suena una canción, con un nivel de volúmen más alto, esas personas la considerarían como ruido, porque interfiere en la transmisión del mensaje y deberán hablar más alto para escucharse. En este caso la música estaría contaminando el espacio acústico del otro. La Contaminación Sonora es el exceso de sonidos que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. En el ejemplo anterior, pero a la inversa, sería lo que hacemos cuando salimos a la calle y no queremos escuchar el sonido de los autos y nos ponemos auriculares y escuchamos música. De esta manera la música está por encima del “ruido” de los autos”, explicó Fernando, Fer o Galuch para sus afectos.
“Sonoramente hablando existen distintos tipos de ruido, pero todos artificiales y generados por artefactos para la calibración de monitoreos o señales acústicas, como por ejemplo el Ruido Rosa, equivale a todas las frecuencias en un mismo nivel de volumen y se utiliza para analizar el comportamiento de estudios, parlantes, equipos de sonido etc. Es una señal conocida con el mismo nivel en todas las bandas (sonido “plano”) , y si lo amplificamos con un altavoz dentro de una sala podemos conocer datos sobre el comportamiento acústico del altavoz, la sala etc. Su sonido es muy parecido al que oímos cuando se sintonizan dos emisoras de FM”, agregó.
Construcciones
“Cuando hablamos de ruidos como perturbaciones en la escucha, hay algo que inconscientemente hacemos gracias a la experiencia y la cultura, y es que escuchamos como leemos, es decir, de acuerdo con ciertos códigos culturales y sociales. Podemos separar los sonidos en cualquier espacio sonoro. Porque todo espacio es sonoro, siempre que exista un medio en donde el sonido se propague pero, para ser un ruido, debería haber un receptor que pueda decodificar el sonido e interpretar ese sonido como ruido sobre otro grupo de sonidos que suene a su alrededor en ese mismo momento”, dijo Ruido Rosa.
Las personas tenemos la capacidad de configurar un orden en los procesos de organización perceptiva y, en este sentido, lo que plantea Fernando Gallucci tendría cierta correspondencia con el enfoque de la Gestalt, referido a la percepción visual, a través del principio de figura – fondo en el que organizamos la información para lograr una interpretación simple. “Los seres humanos, no tenemos párpados en los tímpanos, no decidimos voluntariamente cuando dejar de escuchar, pero sí podemos dejar de prestarle atención a sonidos constantes que ya identificamos como propios de un espacio”, explicó.
“Citando a Pierre Schaeffer, uno de los primeros teóricos del sonido, encontramos cuatro definiciones de escucha:
1.- Oir: Percibir con el oido. Lo que oigo es lo que me es dado en la percepción.
2.- Escuchar: prestar oído, interesarse por un sonido. Implica dirigirse activamente a una Fuente Sonora.
3.- Entender. se necesita tener una intención. Lo que entiendo, lo que se manifiesta está en función a esta intención. 4.- Comprender: tiene una doble relación con escuchar y entender. Lo que comprendo dirige mi escucha, informa lo ya entendido. Entonces para que un sonido pase a ser ruido, ese sonido debería perturbar con la continuidad de un ambiente sonoro que está propagándose en ese espacio y tiempo y es percibido por alguien”.
Convenciones
“El ruido es subjetivo, pero cuando un común denominador de personas puede llamar ruido a ciertos sonidos, se puede analizar el paso del tiempo en ambiente. Para que empiece a identificarse un sonido como ruido es necesario que un ambiente sonoro sea intervenido por otro sonido, aún más fuerte, y es lo que pasa con la urbanización, única razón por la que desaparecen los sonidos de algunas aves, o las ranas en los barrios”.
“No tenemos un registro real del paso del tiempo en un espacio a través del sonido, pero sí mediante la imagen, pinturas, esculturas, fotografías, vestuarios, etc, y como pasa en cualquier ambiente natural, cuando aparece el ser humano, ese ambiente se ve perturbado en todos los sentidos. Hoy por hoy contamos con muchos sonidos artificiales generados por máquinas que contaminan un ambiente sonoro natural, como el transporte, la industria, etc.; pero también por invenciones de artefactos sonoros existe la música. A medida que pasa el tiempo, a nivel sonido, la música sirve como referencia de distintas épocas y culturas.
El ruido es todo sonido que interfiere con el mensaje, perturba un ambiente y no comunica. Porque todo sonido al que no se lo puede identificar ni referenciar con una fuente clara, será un ruido, o al menos una extrañeza hasta que lo anclemos a un ser vivo, objeto o situación que lo genere”, argumentó Fernando Gallucci para La Nota.
Pieza silenciosa
John Cage descubrió que siempre hay sonidos y no existe el silencio total. Este descubrimiento llamado “silencio más que sonido” influyó su obra musical. La idea de continuidad y no-continuidad introdujeron el concepto de silencio como un elemento más en la música, reducida a la idea de un hecho acústico abandonado a la intención de oír. En el mismo año en que hizo el experimento en Harvard (1952), al ver las Pinturas Blancas de Rauschenberg, Cage publicó la Pieza silenciosa llamada 4′33″, título que hace referencia al único elemento común entre la música y el silencio dentro de patrones de duración; excluyendo volumen, tono y timbre.
La pieza consistió en que el intérprete permanecía en el escenario sentado junto a un piano sin tocarlo, observando las partituras y pasando las páginas simulando ser leídas. El resultado se componía de sonidos gestuales del compositor, los sonidos propios de la sala, del público y las resonancias del exterior. 4” 33 tenía por objetivo que las personas del público se centraran en el acto de escucharse, de pensar en sí mismas y no en lo que el músico expresaba a través de su interpretación. Según Cage, “el propósito se cumple si la gente aprende a escuchar”.
Las imágenes y fotografías forman parte de la cuenta de Tumblr de Ruido Rosa, Fernando Gallucci.