Una joven riojana fue demanda por una publicación en redes sociales contando sobre su relación violenta, realizó una contra demanda y la Justicia de la Rioja falló con perspectiva de género demostrando que la intención de esa publicación no fue la de “dañar el honor” del agresor sino que “ejerció su derecho a expresar libremente una vivencia con el fin de alertar a otras mujeres”.
Se trata del caso de Aylén Almendra, una artista visual riojana, que ahora expone su identidad tras cuatro años de espera por ser demandada por “daños morales y espirituales” por su ex pareja, al que seguiremos llamando S.R. La jueza Paola María Petrillo de Torcivia falló a favor de la joven por considerarla “víctima de violencia de género psicológica y simbólica” y que la publicación tuvo el fin de alertar a otras mujeres.
“Después de 4 años de un proceso judicial tortuoso ganamos el juicio”, publicó Aylen en sus redes sociales. La primera audiencia por la demanda civil de S.R fue en marzo de este año y Petrillo emitió el fallo la semana pasada.
“Yo sentía que él me seguía violentando con esta demanda”, cuenta Aylen. Ella no lo había denunciado antes, cuando eran pareja. Con la demanda civil, volvió a sentirse víctima de la violencia que había vivido. Junto a su abogada Marianella Flores Díaz, tomó fuerzas para contrademandar a su ex pareja.
Petrillo, en el fallo de avanzada, señala que “no pueden desconocerse las dificultades que tienen algunas mujeres, para denunciar los hechos que las afectan, ya sea porque procuran olvidar sus experiencias traumatizantes; son incapaces de considerarse víctimas; o se encuentran imposibilitadas de hablar”.
En ese sentido, agrega que el no haberse concretado denuncias por parte de Aylén al momento que sucedieron los hechos, la demanda judicial efectuada por S.R implica una re-victimización.
El fallo civil de Petrillo no hizo lugar a la demanda de S.R por la publicación ya que, relatar esa experiencia “es parte de interés público” para la erradicación de la violencia de género y se trata de un hecho que tiene como protagonista a Aylen.
Durante el proceso judicial Aylen tuvo que demostrar que era víctima de violencia de S.R para alegar que esta demanda era una forma más de violencia. “Fue muy fuerte como víctima. Ni yo quiero leer de nuevo las pericias y todo lo que me hizo, pero sé que el proceso judicial que ahora gané puede ser útil para otras víctimas y/o sobrevivientes. Para quienes se están defendiendo de sus agresores y sobre todo para que ellos dejen de violentarnos”, explica.
Además es explícito sobre la violencia psicológica y simbólica que S.R ejerció sobre Aylen, que quedó demostrado por pericias y testigos de algunos episodios. Ese daño “debe ser debidamente resarcido”. Por lo tanto deberá abonar a la sobreviviente la suma de $353.600 en concepto de daño no patrimonial y asistir a programas o capacitaciones vinculadas con temas de género y violencia.
“Me tuve que asumir como víctima”
“Es importante que la Justicia valide otras formas (como el relato) que tenemos las mujeres para sanar las violencias que vivimos”, agrega.
Aunque el fallo resulta una victoria para el caso, aún no está firme y desde la otra parte pueden apelar. “Se que queda otra instancia, pero tenemos que defender este fallo. Defendamos que cuando las sobrevivientes hablamos no decimos falacias, intentamos sanar y cuidar a otras personas”, esgrime la artista.
“Siento que es un logro para todo el movimiento, para nuestras luchas, es jurisprudencia y eso me pone inmensamente feliz”, finaliza.
El fallo civil de Petrillo es el resultado de una estrategia feminista, ideada desde el derecho, desde las calles y del arte. Las fotografías e intervenciones que realizó Aylen durante “el proceso tortuoso” de la demanda de su ex son parte de un sanar colectivo, de que no hay agresión sin respuesta y que nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio.