A sólo horas del estreno en los cines tucumanos, charlamos con el director de “La Hermandad”, Martín Falci, quien nos brindó su percepción, pero ante todo, su sentir acerca de la película que “retrata el último campamento de varones”.
La primera pregunta que surge después de haber escuchado algunas repercusiones de “La Hermandad” la tomamos de la docente Bárbara Tarcic, quién se pregunta en su reseña publicada por este medio: “¿Qué nos quiere decir Martín? ¿Qué nos está ocultando?”
La película hace recortes fieles de lo que es la realidad. No esconde nada, muestra a esos pibes tal cual son. En un documental, a diferencia de la ficción, uno debe cuidar a sus personajes teniendo en cuenta que trabajo con niños de 10 años.
Cada vez que me alejé como egresado me permitió ver cómo la escuela, las instituciones y los medios construyen un modelo de masculinidad.
Parece que ser hombre puede ser ligado sólo a la violencia y no permitirse sentir. Esta es la dicótoma que a mi me interesaba mostrar. En mi primer campamento yo me deshidrate. He vivido campamentos muy violentos y campamentos donde no pasaba nada.
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Cuando los egresados del colegio ven el film, pareciera que les doliera el cuerpo en ciertas situaciones .
Es que destapa una olla. Para mi mostrarlo es una bisagra porque hay prácticas que deben cambiar. Este campamento contiene muchas particularidades, ellos querían hacer las cosas un poco mejor.
¿La Hermandad rompe los pactos de masculinidad?
No se si lo rompe, lo muestra desde muy cerquita. Al mismo tiempo que hay insultos, también hay momentos de ternura, pero sólo cuando ellos se lo permiten sentir.
Es una película que habla de los varones, desde la mirada de los varones. En mi caso varón, cisgénero, bisexual. Acá hay una discusión que tenemos que empezar a dar, y nos cuesta un montón darla por ese pacto que es implícito de cómo hay que ser hombre y cómo hay que ser entre hombres.
Terminamos siendo a veces falocentristas también porque nos dibujamos pitos en el cuerpo (se ríe incómodo y se acuerda de los juegos con el flota flota).
La película, en ese sentido, tiene muchas capas. Si bien emociona mucho, también muestra esas contradicciones que obviamente genera mucha incomodidad verla.
¿La película explota la nostalgia?
Sí. Quedó mucho más nostálgica de lo que esperaba, pero la inocencia da nostalgia porque todos volvemos a recordar de cómo éramos a los 10 años. Te genera una empatía casi inmediata con los pibes: los ves incómodos, contentos, enojados y sin prejuicios porque no tienen esa “masculinidad”. La peli deja ver el comienzo de esa construcción.
El film se desarrolla en Potreros de las Tablas, donde fue el primer campamento del Director. Él expresa un frase muy tucumana al acordarse: “Ta loco como la realidad te configura un proyecto. En un documental no tenes control de cómo se iban a desarrollar las cosas”.
Te escuché en algunas entrevista hablar del “Nuevo Cine Tucumano”. ¿Qué es?
El nuevo Cine tucumano empezó hace 14 o 15 años gracias a la apertura de la Escuela de Cine en la Universidad Nacional de Tucumán y comenzaron a gestarse nuevos directores.
Las producciones que interpretan este nuevo cine tucumano comenzó con “Los Dueños”, “El motoarrebatador” – del director Agustín Toscano – , “Bazán Frías: Elogio del crimen”, y “La Hermandad” forma parte de esto.
Se filmaron series, documentales, películas y cortos, que aunque no se vieron aún, circulan por los festivales y se empezó a hablar del ´cine tucumano´ como tal.
Posicionarnos como el nuevo cine tucumano es una decisión política en clave de defender esa identidad. También en materia de industria porque se filman un montón de producciones que dan laburo a un montón de gente y esas obras empiezan a representar a Tucumán. Debemos empoderarnos como realizadores locales.
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“La Hermandad” como una experiencia transmedia
La Hermandad se proyectó en el Festival Tucumán Cine y se realizaron charlas alrededor del film. Resulta que la presentación de la película conllevó un conjunto de eventos a su alrededor que lo van configurando como una experiencia.
Además habrá una muestra de fotos de Subcoop, Cooperativa de Fotógrafos, quienes realiza trabajos antropológicos. El artista Nicolás Posthumis retrató el campamento en 2017, durante el rodaje.
Posthumis conocía a Benjamín Ávila – productor de “La Hermandad” y reconocido productor de Cine nacional – y se enteró del campamento. Se unió a esta experiencia y usamos una de sus fotos para el afiche. El trabajo de ellos el subliminal. Estamos esperando que pronto salga a la luz esa muestra, que es otra mirada. Estamos haciendo muchas acciones alrededor de la película.
¿Crees que es necesario que el cine se transforme en una experiencia transmedia?
Los medios han cambiado y siguen mutando. No sabemos a dónde terminarán. Si queremos que la gente vaya al cine, esa película la debemos llevar hacia otros lugares. Un museo, a cielo abierto, en la vía pública. Lo que sea. Ese es es el gran desafío del cine argentino, porque no nos dan pantalla.
En el caso de “La Hermandad” decidimos estrenarla acá y dar prioridad a la provincia porque retrata un hecho que sucede acá, sobre un colegio renombrado. Cuando la llevemos hacia otros lugares queremos llevarla con un número importante de espectadores para que cobre la importancia que merece.
Es tan virgen el camino del lanzamiento de una película. Por ahí los realizadores nos agotamos de hacerla pero cuando ya está hecha, ahí recién empieza.
La Hermandad no empezó, recién será hoy la primera función en el Cine Atlas y Cines del Solar con funciones diarias hasta el miércoles 21 de agosto.
A partir de este jueves 15 de agosto, la película “La Hermandad” estará en cartelera en los cines Atlas y Del Solar.
Los horarios serán a las 20 en Cine Atlas (Monteagudo 250); mientras en los Cines del Solar (avenida Aconquija 1336, Yerba Buena), la función diaria comienza a las 21.
Foto de portada: Subcooperativa de Fotógrafos