Este gas es un enemigo silencioso y puede presentarse por el mal uso de braceros en espacios cerrados y por falta de mantenimiento en calefones y termotanques, entre otras instalaciones. Conocé las medidas que se deben tomar evitarlo.
Llegó el invierno y en cada hogar se busca protección contra el frío, pero hay un problema; las tarifas tanto del gas como de la luz superan, en miles de casos en la provincia, el ingreso familiar. Esta situación alienta el uso de braceros como fuente de calor, sin embargo, cuando provocamos una combustión en un recinto se deben contemplar una serie de medidas que resguarden la circulación del aire. También se deben revisar las estufas de tiro balanceado, calefones y termotanques.
Las medidas preventivas se deben aplicar con rigor y en virtud de evitar las intoxicaciones por monóxido de carbono. Las mismas son, por un lado, el oportuno control de las instalaciones de gas y, por otro, la ventilación de los ambientes durante la época invernal.
CO = Monóxido de carbono
Se trata de un gas venenoso, sin color, olor, ni sabor, que no irrita los ojos ni la nariz, producido por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gasoil y nafta. Su inhalación provoca la destrucción de los glóbulos rojos de la sangre, que reemplaza el oxígeno en el torrente sanguíneo con la consecuente falta de oxígeno, dañando el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo.
Una vez inhalado, el CO se combina con la hemoglobina de la sangre, que es un componente que suele ir, en condiciones normales, unido al oxígeno para repartirlo por todo el organismo. Esta sustancia se une a la hemoglobina de una manera hasta 250 veces más fácilmente que con el propio oxígeno, produciéndose un compuesto denominado COHb o carboxihemoglobina, que resulta unas 200 veces más difícil de separar que el compuesto de la hemoglobina con el oxígeno.
El principal peligro de este tipo de intoxicación es que en muchos casos la persona no es consciente de los síntomas, los cuales pueden variar de un individuo a otro. Los mismos pueden ser:
-Dolor de cabeza
-Náuseas o vómitos
-Mareos, acompañados de cansancio
-Letargo o confusión
-Desmayo o pérdida de conocimiento
-Alteraciones visuales
-Convulsiones
También pueden producirse otros síntomas parecidos a una intoxicación alimentaria, un cuadro gripal, un problema neurológico o cardíaco. Es decir, ante la inhalación de este gas venenoso, puede parecer que la persona tiene otra patología.
Si se sospecha de estar sufriendo una intoxicación por monóxido de carbono por presentar algunos de los síntomas, se recomienda abrir ventanas y puertas de la casa para ventilar los ambientes; salir a tomar aire fresco inmediatamente; apagar los artefactos de gas y concurrir con urgencia a un centro de salud u hospital y/o comunicarse inmediatamente con un servicio de emergencias médicas.
Medidas de prevención
Es indispensable controlar las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos cada invierno así como mantener los ambientes bien ventilados:
Instalaciones
-Controlar el buen funcionamiento de los artefactos: calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, braseros.
-Examinar especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.
-Hacer una verificación de las instalaciones con personal matriculado que pueda identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono.
-Existen distintos signos que muestran que un artefacto no está funcionando bien, si es el caso se debe hacer revisar la conexión por un gasista matriculado:
-Comprobar que la llama de estufas y hornallas sea siempre de color azul. Si les anaranjada es señal de mal funcionamiento.
-Lo más notorio en un conducto de gas que no esté bien puesto o mal tapado, es el rastro de una mancha negra en el techo y en la pared (en el recorrido que hace el caño).
Ambientes bien ventilados
-Comprobar que los ambientes tengan ventilación hacia el exterior.
-Ventilar toda la casa una vez al día, aunque haga frío.
-Dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche, y aún cuando haga frío.
-Si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con éstas encendidas y apagarlas fuera de la casa.
-No usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente.
-No mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor.
-El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
-No encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en cuartos cerrados, en sótanos o garages.
-No mantener el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado. Si su garaje está conectado al resto de su hogar, cierre las puertas.
-No arrojar al fuego plásticos, goma o metales porque desprenden gases y vapor que contaminan el aire.