Como ya se había anunciado a principio de año, los Power Rangers pronto volverán al cine. En esta nueva película se inluirá al primer Power Ranger abiertamente gay, Blue Ranger, en homenaje al actor David Yost, en la actualidad abiertamente gay, que interpretó el personaje en sus inicios y al que obligaron a pasar por “terapias de conversión”.
El próximo reinicio también buscará sacar provecho del lucrativo mercado de la nostalgia al explorar múltiples líneas de tiempo a lo largo de la historia de Power Rangers agregando un elemento de viaje en el tiempo.
Para dirigir los nuevos Power Rangers el estudio ha contratado Jonathan Entwistle, director de series como The End of the F *** ing World y I Am Not Okay With This, quien está preparado una nueva versión que implicará un viaje en el tiempo similar a Regreso al futuro y está previsto que tenga lugar principalmente en la década de 1990.
También se dice que Lord Zedd es el villano en la versión más reciente del guión, con el aspecto del viaje en el tiempo que incorpora múltiples interacciones diferentes de Power Rangers que se han visto en el programa de televisión a lo largo de los años. Mientras tanto, Nueva Zelanda ha sido nombrada como posible lugar de rodaje.
“[La película] presentará múltiples apariencias y Zords diferentes a lo largo de la historia de los Rangers. Esto podría incluir una variedad de trajes y Zords de MMPR, hasta la era moderna. Asumimos que este es el intento de Hasbro de capitalizar las ventas de juguetes para la película “, dice The Illuminerdi.
La decisión de usar tantos disfraces y Zords reconocibles como sea posible es un movimiento inteligente por parte de Hasbro para atraer a los fanáticos de la franquicia desde hace mucho tiempo y, como menciona The Illuminerdi, crear posibilidades de comercialización y comercialización casi ilimitadas.
En el verano de 2018, David Yost reveló cómo abandonó la serie original precisamente por la homofobia recibida, y le obligaron a pasar por las llamadas teorías restauradoras: “Seguí una terapia de conversión religiosamente durante dos años, pero me causó una gran crisis nerviosa porque estaba trabajando activamente para reprimir la verdad de quién yo era. Mentalmente, ya no podía soportarlo. Después de mi crisis nerviosa, me llevó años estar cómodo y abierto a quien soy. No fue un proceso rápido y me llevó mucho tiempo ser y estar feliz conmigo mismo”.