Resumen del contenido Mostrar
Durante la tarde del martes se realizó un pañuelazo federal, en el marco del Día de Acción Verde por el Derecho al Aborto. ¿Cómo creció el movimiento feminista durante el año marcado por el debate de la interrupción legal del embarazo en el Congreso? Desde La Nota hablamos con Fernanda Fernández, articulante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
“Este 19F fue un día importante en nuestra agenda por que marca un punto de inflexión de lo que fue el debate del aborto y su posterior llegada al Congreso”, contó Fernanda Fernandez, articulante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
“Ha sido una fecha instalada por el movimiento feminista para conmemorar la importancia de las batallas que damos en búsqueda de poder conquistar nuestros derechos”, agregó.
Desde el movimiento feminista, durante el 33º Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en Chubut, se acordó instaurar el 19 de febrero como una efemérides más dentro del calendario feminista. Esta fecha conmemora el inició de la lucha que se llevó a cabo durante el 2018 en las calles, mientras en el Congreso de la Nación se trataba por primera vez la iniciativa de la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto, que establecía que toda mujer tiene derecho a interrumpir su embarazo en las primeras 14 semanas de gestación.
El debate trascendió fronteras y se hizo sentir en toda la región. “A nivel regional movilizó a que muchos países continúen, empiecen, o tomen fuerza para exigir a sus Estados que respondan a este derecho humano de tener otra opción sobre su vida reproductiva”, explicó la activista.
Verde que te quiero verde
“Nosotras decidimos llamarlo Día de Acción Verde por el Derecho al Aborto por que también entendemos que lo verde, nuestro pañuelo, nuestro símbolo de lucha, es un símbolo feminista”, contó Fernanda.
El pañuelo verde también tuvo sus orígenes en un Encuentro Nacional de Mujeres. Fue en el año 2003, en Rosario, cuando se comenzó a organizar la Campaña Nacional. En aquel momento se repartían 8 mil al año en todo el país. Hoy, su producción superó los 200 mil.
El pañuelo ensancha sus significados, y se transforma. Para Fernanda, “es un símbolo de las nuevas generaciones que entran con todo a militar la sexualidad, el placer, la educación sexual integral dentro de las escuelas. Es un símbolo de empoderamiento, de resistir el disciplinamiento corporal, resistir los estereotipos que pesan sobre nuestros cuerpos. Es una lucha constante contra la desidia estatal”.
Y el pañuelo verde también adquiere otros colores, otras matices, y se transforma en naranja, que representa la campaña por la separación de la iglesia y el Estado. El debate en el Congreso dejó expuesta la gran injerencia, no solamente en el norte, sino a nivel nacional, de la iglesia católica y de los sectores conservadores en las políticas públicas, potenciando la lucha por la laicidad del Estado, y mostrando que, a través de la organización, los cambios son posibles.
Saldos del debate
“Yo creo que creció no solo cuantitativamente, cuando vemos una de las tres características que presenta el movimiento feminista, que es intergeneracional, sino también en calidad. El salto cualitativo y el saldo organizativo se nota por la gran información que se pudo procesar y transmitir durante las sesiones del año pasado. También es algo que nos adeudábamos como movimiento, y que tuvo explosión de la mejor manera”, contó la referente.
El aborto se posicionó en la agenda pública y no sólo se habló en los medios de comunicación, sino en cada mesa, en cada familia, en las aulas, en las villas y en los countries, en los hospitales y en las clínicas privadas, sea a favor o en contra, ahí seguía presente y se debatía. “Eso es lo importante, poder tener las herramientas y poder conseguir la información o saber donde conseguirla. El debate nos permitió que, que si bien el 8 de agosto no pudimos conseguir la ley, hoy en día muchas mujeres y personas gestantes saben donde recurrir o que pastillas tomar a la hora de pensar en un aborto“, reflexionó Fernanda.
El aborto y les representantes del pueblo
Una nueva generación feminista, compuestas por las franjas etarias más jóvenes, este año tendrán otras herramientas al momento de votar. En un año electoral, donde no solamente cambian los representantes nacionales, sino que también hay un gran movimiento a nivel provincial, la agenda de los derechos sexuales y reproductivos estará en la lupa del movimiento.
En ese sentido, Fernanda apunta a que “las mujeres, no solamente de partidos políticos, independientes, autoconvocadas, o de organizaciones civiles, o interesadas en este tema, están poniendo en cuestionamiento si realmente nuestros representantes nos representan o si la agenda de los derechos sexuales y reproductivos, una agenda que nos permita una ciudadanía plena, es realmente genuina, si esa agenda es electoral, simplemente para una campaña, o es una agenda en donde realmente estamos pensando en los derechos que importan. Empezar a cuestionar nuestra representación dentro de los espacios políticos y que costo tiene no representar también”.
Camino al 8M
El pañuelazo que sucedió ayer marcó la antesala de un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que llega en un contexto de crisis económica y social, donde las mujeres reciben la peor parte. “Nos venimos preparando para parar el mundo, hacerlo otra vez y de manera más contundente”, contó la militante. “En nuestro país el movimiento feminista ha tomado una relevancia y una importancia política que nos marca una nueva agenda y una nueva forma de hacer política, y una nueva forma de exigir a los políticos”, cerró la referente.
En Argentina el aborto es legal en tres causales, que están contemplada en el código penal desde 1921, y que además fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia en el año 2012, en el fallo conocido como F.A.L.
A pesar del crecimiento del movimiento feminista, y de la claridad que aportó el debate que se llevó a cabo en el Congreso sobre el aborto como una cuestión de salud pública, aún hoy se siguen negando derechos, como en el caso de la niña de Jujuy, embarazada producto de una violación y que solicitó una interrupción legal del embarazo, que fue dilatada y terminó en una cesárea, y que ahora se repite en Tucumán, con una niña de 11 años, que carga un embarazo no deseado producto de una violación, siendo rehén de las decisiones de un equipo médico, negándole su derecho y haciendo caso omiso a su voluntad.
Ante este contexto, más organización y lucha es lo que propone el movimiento feminista. El Jardín de la República, más verde que nunca.