La Escuelita de Famaillá fue el primer centro clandestino de detención de la Argentina. En 2015 se declaró como “Lugar Histórico Nacional”, convirtiéndose en un espacio de recuperación, resguardo y transmisión de la memoria.
El 2 de diciembre de 2015 la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación -a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria- juntamente con los Ministerios de Educación de la Nación y de la provincia de Tucumán, la Secretaría de Derechos Humanos provincial, el Municipio y La Mesa de Consenso de La Escuelita de Famaillá, colocaron la placa que declaró al Espacio para la Memoria La Escuelita de Famaillá como “Lugar Histórico Nacional”, a partir del decreto 2243/15, promulgado por la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
A partir de ese momento se constituyó en el Espacio para la Memoria un equipo de trabajo, coordinado por María Coronel, que, con el acompañamiento del Ministerio de Educación y la Secretaría de Derechos Humanos provinciales y la Mesa de Consenso, llevan adelante la enorme labor de recuperación, resguardo y transmisión de la Memoria, a través de actividades pedagógicas destinadas a la comunidad.
Esta semana, el Espacio tendrá diversas actividades:
Desde febrero de 1975 y al menos hasta la fecha del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, sus instalaciones fueron utilizadas como centro clandestino de detención de hombres y mujeres perseguidos por razones políticas en el marco del plan sistemático de terror y exterminio que se inició en Tucumán con el Operativo Independencia y se prolongó y profundizó durante la última dictadura cívicomilitar (1976-1983). Es considerado el primer centro clandestino del país, que funcionó como laboratorio a lo que sería la dictadura militar que dejó el triste saldo de 30.000 desaparecidos y desaparecidas.
El Espacio para la Memoria es el reconocimiento del Estado Democrático, a la dignidad de un pueblo. Así también como el rechazo a un régimen que secuestró, encarceló, torturó, sometió a desapariciones forzadas y asesinó a miles de personas en el marco de un proceso genocida que se inició durante 1975, con el Operativo Independencia, y culminó con el retorno de la democracia en 1983.