En el marco de la Semana de las Artes, el artista expondrá “La piedad de las estatuas”, un conjunto de grandes esculturas, que entrarán en diálogo con piezas de Juan Carlos Iramain
Como parte de las diversas actividades que se llevarán a cabo en el marco de la 3º Semana de Artes Visuales que organiza el Ente Cultural de Tucumán, a través de su Dirección de Artes Visuales, el día viernes 14 a las 20h. quedará oficialmente inaugurada en el Museo Provincial Escultor Juan Carlos Iramain (Entre Ríos 27) la exposición “Entre los suspiros”. Obras del escultor Juan Carlos Iramain / La piedad de las estatuas, de Alexis Minkiewicz (Buenos Aires).
La misma se podrá visitar de martes a viernes de 9 a 12.30 h. y de 16.30 a 20.30 h; y los sábados y domingos de 17.30 a 20.30 hs.
La piedad de las estatuas, obra contemporánea de Alexis Minkiewicz recurre al monumento de Cristóbal Colón de Arnaldo Zocchi, pieza fundamental de un proceso simbólico indisociable con la creación del lugar y la sociedad, para explorar posibles dimensiones y sentidos, donde movimiento y procesión se convierten en ritual pero también en abstracción. Partiendo de los cánones clásicos europeos entrelaza ficciones, relatos y erotismo permitiendo al tiempo y la capacidad de mitificación de estas obras, desmantelar la narrativa simbólica que ha construido nuestra cultura.
Atravesar las místicas socioculturales dadas en la representación de dos realidades de diferente orden, invita a descubrir los símbolos, mitos y creencias que construyen identidad. Lo no tangible busca ser puesto en evidencia a través de la imagen, cuyos significados contienen otras intensidades donde lo físico y perceptible comparte versiones de los ideales, del poder, de la memoria pero sobre todo de la magnificencia.
La forma y la materia traducen aquello que circula en el plano sutil, donde coherencia y oposición se transforman en un pacto. El encuadre primordial alude al simbolismo como característica intrínseca de lo monumental, mientras que el desplazamiento de estas piezas como acontecimiento anacrónico señalan la resignificación como acto de memoria y construcción de creencias. Así se configura el diálogo entre dos artistas unidos por la práctica escultórica y separados en el tiempo, compartiendo la monumentalidad de sus obras y lo alegórico como ejercicio de devoción por un lado y de cuestionamiento por el otro.
Por su parte, las piezas monumentales de Juan Carlos Iramain, asisten a ese escenario en una relación, casi parental, entre mineros y aborígenes del norte argentino custodiados por personajes de la religión colonial, donde rostros cargados de expresividad dan cuenta de las huellas de esa historia. El matiz que aporta el símbolo y la dimensión de estas piezas es el pretexto para cuestionar la relación existente entre pasado y presente, que resuena y se sumerge en el imaginario colectivo.
Dialogan, crean tensión, se expanden como voces lejanas en distintas frecuencias y proponen otras realidades, otras jerarquías, otras creencias…
Sobre los artistas
Alexis Minkiewicz (1988) escultor argentino. Estudió en la UNA y realizó clínica con Ernesto Ballesteros, además de formarse en el trabajo como asistente en los talleres de Miguel Harte, Luis Terán, Fabián Bercic, Diego Bianchi, Nicanor Araoz y Adrián Villar Rojas. Participa activamente de muestras y concursos. Entre ellas, la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur (2021), donde presentó La piedad de las estatuas, en el Complejo Histórico Nacional Manzana de las Luces, con curaduría de Diana Wechsler y Leandro Martinez Depietri. Más recientemente, su proyecto “Posible retrato de María Remedios del Valle por Louis Yupanqui” resultó ganador del concurso de escultura pública lanzado por el Ministerio de Cultura de la Nación (2021). Actualmente, presenta su última obra Erótica Laboral en la muestra inaugural del espacio de arte Enlace AP en Serra de Daró, Baix Empordá, Comunidad Autónoma de Cataluña, en España. Vive y trabaja en Buenos Aires, Argentina.
Juan Carlos Iramain (1900-1973) escultor desde su niñez. No hizo otra cosa en su vida que no fuera arte: esculturas, grandes monumentos, dibujo de los pueblos originarios en carbonillas. Adquirió conocimiento del trabajo de los mineros, a quienes, esculpió y dibujó monumentales cabezas de rostro intenso y expresión de fortaleza, de nuestros pueblos originarios. El arte estuvo inspirado, en una de sus etapas creativas, por el hombre de la tierra, precisamente es lo que hace del escultor un hombre universal. Otra de sus facetas más relevantes en lo escultórico fueron sus frisos escultóricos y relieves. Realizó exposiciones en diversos lugares del mundo y obtuvo premios nacionales e internacionales.