La familia Espinoza junto a más de 300 organizaciones sociales y referentes de derechos humanos, exigen la aparición con vida de Luis Armando.
Espinoza desapareció el 15 de mayo del corriente año en ocasión de que un
grupo de nueve policías de la comisaría de Monteagudo y, por lo menos un empleado vigía de la comuna, se abalanzaron contra él y su hermano Juan Espinoza con motivo de que estaban rompiendo el aislamiento preventivo social obligatorio.
“La realidad es que Luis y Juan volvían de cobrar su salario, cuando fueron alcanzados por la Policía que además realizó tiros, y, mientras Juan era salvajemente golpeado por varios policías, a Luis se lo llevaban en un vehículo en el que se movilizaban y hasta el día de hoy no aparece” señalan en un comunicado las organizaciones firmantes.
La comunidad de Monteagudo y la familia Espinoza quieren hacer conocer a toda la sociedad que no descansan en su búsqueda, que más de 300 personas voluntarias del lugar han acudido en estos 5 días a ayudar al rastrillaje en la zona.
La familia de Espinoza ya se ha constituido en querellante en la causa. “La desaparición de Luis Armando es de gravedad institucional porque pone en
evidencia una vez más el accionar represivo de la Policía de Tucumán” afirman.
“Exigimos al Poder Judicial interviniente celeridad en la investigación y el
sostenimiento de las detenciones para el avance de la causa. También requerimos al Ministro de Seguridad Claudio Maley garantizar la protección de la familia y de toda la comuna de Monteagudo ante los hechos que han tenido que vivir” detallan.
A su vez apuntan a que “los tres poderes en la provincia deben asumir la
responsabilidad que les compete para establecer medidas concretas para la
prevención de estos casos de violencia policial”
“El estado es responsable de la integridad y la vida de Luis Armando Espinoza” concluyen.
Novedades del caso
En la madrugada de ayer hubo un allanamiento en la comisaría de Monteagudo: encontraron manchas que dieron positivo a la prueba de luminol.
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Actualmente se encuentran detenidos nueve policías: Rubén Montenegro, y otros ocho efectivos de esa dependencia. Dos policías se habrían quebrado confesando que lo asesinaron pero su cuerpo no aparece.
Las detenciones fueron dispuestas por la fiscal 1 del Centro Judicial Monteros, Mónica García de Targa, quien lleva adelante la pesquisa.
