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Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud el 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama con el objetivo de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos para el cáncer de mama. Te enseñamos cómo hacerte un autoexamen.
El cáncer de mama es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forman un tumor maligno. Puede afectar a cualquier mujer. Las posibilidades de que aparezca aumentan con la edad, en especial a partir de los 50 años.
Factores de riesgo y prevención
Aunque se desconocen las causas del cáncer de mama se reconoce que algunos factores aumentan el riesgo de enfermar:
- Ser mayor de 50 años.
- Antecedentes personales de cáncer de mama o de enfermedad pre-neoplásica de mama.
- Antecedentes familiares de cáncer de mama.
- Tratamiento previo con radioterapia dirigida al tórax.
- Terapia de reemplazo hormonal.
- Primera menstruación a edad temprana.
- Edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos.
El cáncer de mama hereditario representa sólo alrededor del 5-10% de todos los casos de este tipo de cáncer.
Autoexamen
El autoexamen mamario sirve para conocer la apariencia y consistencia de las mamas y para detectar eventuales cambios. Existen muchas enfermedades que pueden producir cambios en las mamas, incluido el cáncer. Aunque la técnica del autoexamen no siempre es una manera fiable de detectarlo, en una cantidad importante de personas el primer signo fue un nuevo bulto que descubrieron solas.
¿Cómo se hace?
Se recomienda hacer el autoexamen mensualmente desde la adolescencia. Si menstruas mejor hacerlo cuando termina el sangrado porque es cuando las mamas están más blandas y menos sensibles.
El autoexamen tiene 2 partes
- Primero solo mirar frente al espejo con los brazos en la cintura ténes que buscar cambios en la forma, tamaño o color habitual en las mamas o la piel. En esa posición haces presión en la cintura con las manos y observas si hay retracciones o cambios. Después observas lo mismo pero con los brazos levantados.
- La segunda parte es TOCAR. Podes hacerlo acostada/o o parada/o.
- Una buena opción es hacerlo en la ducha ya que los dedos se deslizan fácilmente c el agua y jabón. Toca las mamas, una por vez, en forma circular desde la axila hasta el pezón, sin levantar los dedos o en forma radial desde el pezón hacia afuera en todos los sentidos. Después presiona el pezón con los dedos índice y pulgar para confirmar que no hay salida de secreción.
¿Qué podes encontrar?
- Un bulto o nódulo duro cerca de la axila.
- Cambios en la forma en que se ven o se sienten las mamas, incluidos un engrosamiento o una pesadez notable, diferentes al tejido habitual.
- Hoyuelos, arrugas, protuberancias o crestas en la piel de la mamá.
- Un cambio reciente en el pezón: se retrae (invierte) en lugar de sobresalir.
- Enrojecimiento, sensación de calor, hinchazón o dolor.
- Picazón, escamas, llagas o erupciones.
- Secreción por el pezón.
La mayoría de las lesiones en las mamas son benignas. Es importante poder hacer un diagnóstico oportuno para disminuir los Riesgos. Si detectas alguno de estos cambios consulta a tu médico o medica.