La celebración 202 de la independencia argentina fue terreno fértil para que el Primer mandatario, de bastón y banda presendencial, presencie un acto público en el que permaneció sólo 34 minutos, mientras una multitud autoconvocada se manifestó en contra de su gestión en C.A.B.A.
El Presidente de la República Argentina aterrizó antes de las 13 junto a su esposa, Juliana Awada, y se dirigió a la Casa Histórica después de que el Gobernador Juan Manzur diera su discurso y del Tedeum, para decir algunas palabras. Tras un operativo que involucró a decenas de policías por cada esquina del circuito cerrado en el microcentro tucumano, calmos festejos patrios encabezados por Manzur y su comitiva fueron la contracara del inmenso acto que se efectuaba en C.A.B.A., sobre avenida 9 de Julio, entre las avenidas Belgrano e Independencia.
“Todos tenemos en nuestra cabeza la imagen de aquel 9 de Julio de 1816. La imagen de un grupo de hombres heroicos que decidió independizarse de España en esta Casa de Tucumán. Es una imagen real, pero le falta una parte muy importante, que, a la hora de contar la historia sobre cómo se construyó la Argentina, fue omitida o minimizada. Estoy hablando de las mujeres valientes, tenaces y heroicas que decidieron sumarse a la Revolución, y hacer su aporte para cambiar la historia para siempre. (…) Quiero ratificar el compromiso con la igualdad que asumí el primero de marzo en la apertura de las sesiones del Congreso Nacional. Pido a toda la dirigencia que saldemos esta deuda que no puede seguir postergándose más”, dijo Mauricio Macri en su discurso de ayer, luego que la vicepresidenta, Gabriela Michetti, quien preside la Cámara de Senadores y está en contra de la legalización del aborto, buscara demorar -en vano- el tratamiento del aborto legal en el Senado y girar el proyecto a cuatro comisiones.
“Estamos pasando una tormenta fruto de muchas circunstancias. Entre ellas, temas de nuestra propia gestión, de los mercados externos y de las políticas tomadas por los gobiernos anteriores. Pero debemos tener confianza porque sabemos a dónde vamos y cómo vamos a lograr las metas que nos hemos impuesto. Comparto las angustias del momento, pero estoy seguro de que vamos a llegar a un país donde todos podamos realizarnos”, agregó.
En los últimos dos meses, Mauricio Macri, recurrió al Fondo Monetario Internacional y renovó el Ministerio de Hacienda; sustituyó dos ministros, Francisco Cabrera y Juan José Aranguren. También renunció el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. En el medio, la moneda local se depreció en proporciones y tiempo récord y el dólar llegó a valer $ 30.
Contracara
Una movilización fue convocada por organizaciones sociales, políticas, sindicales, culturales y de derechos humanos que reclamaron un cambio del rumbo económico. Miles de personas autoconvocadas y militantes, que coparon la 9 de Julio en Buenos Aires, se expresaron en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y en repudio de las “políticas de ajuste” implementadas por el Ejecutivo desde los comienzos de Cambiemos. “La independencia no se negocia” fueron algunos de los carteles que encabezaron la movilización.
De acuerdo a la información aportada por distintos medios nacionales, en esta oportunidad, fue notable la gran cantidad de manifestantes no encolumnados. En este sentido, las representaciones gremiales fueron amalgamadas por distintos movimientos territoriales de trabajadores desocupados, que instalaron una feria a lo largo de la avenida con sus productos. Entre las organizaciones políticas participaron la Corriente Federal de Trabajadores (CGT), la Asociación de Trabajadores del Estado, los dirigentes Omar Plaini, del gremio de Canillitas, y Pablo Moyano, de Camioneros y su hermano Facundo, diputado del Frente Renovador, al igual que Felipe Solá, se mezclaron con los dirigentes de las CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, que también se concentraron con sus columnas. Entre los movimientos sociales se encontraban el Movimiento Evita, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y el Partido de los Trabajadores.
“Rompamos las cadenas de un ciclo veloz y brutal de endeudamiento externo, que pretende condenar a generaciones de argentinas y argentinos a seguir pagando los negocios que están haciendo unos pocos”, se escuchó decir, desde los altavoces del escenario, al actor Gerardo Romano cuando leyó la proclama consensuada por las distintas organizaciones que convocaron a la manifestación bajo la consigna “La patria no se rinde”, acompañado de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, y las dirigentes de Madres de Plaza de Mayor Línea Fundadora, Nora Cortiñas y Taty Almeida.
“Rompamos las cadenas que nos impone el acuerdo alcanzado por el gobierno de Mauricio Macri con el FMI, que sólo le ofrecen a nuestro pueblo un destino de miseria planificada. La deuda externa contraída por el gobierno de Macri es ilegal e ilegítima, ha tenido como destino exclusivo engrosar los balances de un puñado de grandes corporaciones”, agregó Romano y, en medio de los aplausos, indicó “que la paguen ellos y no vengan nunca más a recurrir al sacrificio de los humildes y explotados”.
“Pretenden imponernos el desmantelamiento de nuestra industria y la destrucción del aparato productivo y solidario de nuestras economías regionales”, señalaron. “Hay que frenar la libre importación, detener los acuerdos de libre comercio y defender nuestras pequeñas y medianas empresas de la ofensiva de las grandes corporaciones”, continuó la proclama.
Paralelamente, en Tucumán, luego del discurso en la Casa Histórica, Mauricio Macri se trasladó hasta un palco en la Avenida de los Próceres, para presenciar el desfile militar que no pudo concretar en Buenos Aires “por falta de fondos”, pero a las 13.40, la comitiva del Gobierno nacional se despidió y partió rumbo al aeropuerto Benjamín Matienzo, en el momento previo al desfile de los veteranos de Malvinas.
Mientras tanto, miles de personas arengaban y se expresaban en contra de la gestión de Cambiemos en avenida 9 de Julio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
