Milagro Mariona

Deepfakes, grupos de Telegram y acoso: América Latina da un paso clave contra la violencia digital

Género y Diversidad

Hay un punto en el que muchas mujeres entendimos que la violencia digital no era un problema “virtual”, ni algo que se podía resolver apagando el celular. Fue cuando empezaron a aparecer historias que se parecen demasiado entre sí: grupos de Telegram donde circulan fotos robadas de chicas comunes, deepfakes creados con IA, adolescentes que descubren que sus compañeros armaron un grupo para sexualizarlas, grupos de Facebook que “disfrazan” contenido pedófilo. Todo eso está pasando. Y pasa acá, en nuestros barrios, nuestras escuelas, nuestras redes.

Por eso, que América Latina y el Caribe cuente con una Ley Modelo Interamericana para enfrentar la violencia digital contra las mujeres no es solo un titular institucional: es una respuesta a una demanda urgente, un grito que viene de miles de chicas que crecieron en internet pero nunca estuvieron seguras en él.

Lo que está pasando: historias que se repiten y no encuentran respuestas

En Argentina, los últimos años fueron un torbellino de denuncias. En Telegram, grupos enormes —algunos de miles de usuarios— compartían fotos íntimas o robadas de mujeres y adolescentes. En otros casos, ni siquiera eran fotos reales: eran imágenes fabricadas por inteligencia artificial. Cuerpos que no existen, pero que destruyen vidas reales.

Hace apenas unos meses, un joven cordobés fue procesado por usar fotos de sus compañeras de colegio en montajes sexuales generados con inteligencia artificial. Deepfakes creados en segundos que después circulaban entre varones como si fueran memes. El daño, la humillación, la sensación de no tener control sobre tu propia imagen: todo eso, en la adolescencia, se vuelve una marca difícil de borrar. Y las instituciones no tienen herramientas para enfrentar este enorme desafío. 

Hace pocos días, en México, se denunció a un grupo de Facebook integrado por más de 20 mil hombres que promovían la pedofilia, denominado “La princesa de papá”. No es el único, se multiplican y diversifican cada día. Y cada semana surge una denuncia nueva.

Lo que aparece en esas historias no es solo violencia digital: es misoginia organizada, potenciando herramientas que antes no existían.

En este contexto, el MESECVI —que sigue los estándares de la Convención de Belém do Pará— presentó una Ley Modelo Interamericana para que los países adopten marcos fuertes, claros y con perspectiva de género. No es una ley más: es una hoja de ruta para frenar una violencia que cambia todo el tiempo.

La ley habla de prevención, de protección urgente, de reparación, de alfabetización digital con perspectiva de género. Pero también hace algo que hasta ahora casi ningún país hacía bien: pone obligaciones concretas sobre las plataformas. Que preserven evidencia. Que bajen contenidos violentos de manera oportuna. Que colaboren con la justicia. Que actúen con transparencia.

Es, en pocas palabras, dejar de pedirle a una mujer que denuncie sola contra un sistema que no entiende lo que le pasa.

La violencia digital es violencia. Y si se ejerce con herramientas nuevas, necesita respuestas nuevas.

Definición de Violencia Digital contra las Mujeres Basada en Género
Cualquier acción, conducta u omisión contra las mujeres, basada en género, que cause muerte,
daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, político, económico, que incluye el patrimonial, en
cualquier ámbito de su vida, que sea cometida, instigada, mediada o agravada, en parte o en su
totalidad, con el uso de las tecnologías digitales.

La adopción de este instrumento en Fortaleza, en pleno Día Internacional de los Derechos Humanos, marca un antes y un después para la región. Pero sobre todo pone en palabras algo que miles de mujeres vienen diciendo hace años: que nuestros cuerpos, nuestras imágenes, nuestras voces y nuestras vidas también merecen estar seguras en los entornos digitales.

El desafío ahora es que cada país tome esta ley como base y la transforme en políticas concretas: porque la violencia digital no se va a frenar sola, y porque ninguna mujer debería tener miedo de existir en internet.

Podes acceder al modelo de ley acá.

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