El dengue es una enfermedad causada por un virus que se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes Aegypti, vector de la enfermedad. Este mosquito tiene hábitos domiciliarios, por lo que la transmisión es predominantemente doméstica.
Las larvas se desarrollan en envases que puedan almacenar agua, como tanques, floreros, neumáticos, piletas en desuso, botellas y latas. Pueden picar a cualquier hora del día aunque generalmente lo hacen en la mañana y en horas de la tarde.
Las manifestaciones clínicas del dengue pueden dividirse en tres etapas: febril, crítica y recuperación.
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La etapa febril puede durar hasta siete días donde los síntomas son fiebre repentina, malestar general, sarpullido, dolor en cabeza, ojos, músculos y articulaciones. En esta fase se requiere reposo, control de temperatura y estar bajo observación médica.
La etapa crítica puede aparecer entre el tercer y séptimo día. Aparece cuando baja la fiebre y aunque se experimente una leve mejoría se debe mantener el reposo y la hidratación. Aquí los signos de alarma son vómitos, edemas, dolor abdominal, irritabilidad, somnolencia y posible sangrado. Ante uno de estos síntomas se debe concurrir al centro de salud más cercano.
La etapa de recuperación aparece ante la ausencia de signos de alarma entre el séptimo y décimo día, donde mejora el estado general y el paciente se reincorpora a su vida cotidiana.
¿Cómo puede prevenirse?
Como no existen vacunas que prevengan el dengue ni medicamentos que lo curen la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Estos recipientes deben ser eliminados. Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente debe evitarse que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos frecuentemente (portamacetas, bebederos).
Recomendaciones para prevenir la picadura del mosquito
• Usando siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
• Utilizando ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
• Colocando mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en la habitaciones.
• Protegiendo cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
• Utilizando repelentes ambientales como tabletas y espirales.
Si presenta síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y de huesos, realizar la consulta en el centro sanitario más cercano o comuníquese con nuestra línea de Vigilancia Epidemiológica: 0800-555 8478.