A más de cuatro años del brutal crimen que tuvo como víctima a Cynthia Moreira, este jueves 2 de junio comienza el debate oral contra quien sería uno de los cómplices del asesinato. Se trata de Ramón Antonio Soria.
Su familia, sostiene que hay más de una persona involucrada en el crimen que sucedió en febrero de 2018. Aún sigue vigente la recomensa por información certera que se tenga del asesinato, emitida por el Ministerio de Seguridad de Nación. Convocan a acompañar el inicio del juicio el jueves a las 8 en Tribunales Penales.
Cynthia estuvo desaparecida nueve días. El homicidio se produjo entre el 14 y el 19 de febrero de 2018 en la capital tucumana. Su cuerpo fue hallado en un domicilio de calle 9 de Julio al 1.500, calcinado y con sus extremidades amputadas.
La víctima falleció debido a asfixia por estrangulación y heridas por arma blanca, de acuerdo al informe del Cuerpo Médico Forense.
En la casa del imputado se encontró un machete que dio positivo en luminol, de la misma forma que el pasillo y la bacha del baño.
La lucha como camino hacia la Justicia
Desde que su Cynthia murió, la vida de la familia Moreira se transformó en un lucha constante por conseguir justicia. Cada martes participan de las marchas de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad, y en cada aniversario o fecha emblemática para el colectivo LGBT se presentan con una bandera de más de dos metros con el rostro de Cynthia, remeras y pancartas, acompañada por otras mujeres trans que se sumaron para reclamar por sus derechos.
Cynthia vivía con su familia, tenía 6 hermanos y un vínculo estrecho. Desde hace algunos años ejercía la prostitución, trabajaba en la calle, ya que no lograba conseguir un trabajo formal. Soñaba con el modelaje, le gustaba peinar y maquillar. En los meses previos a su asesinato, las situaciones de violencia contra las personas trans en la provincia coparon los titulares de los diarios. El 14 de enero de ese mismo año, Lourdes Reinoso fue asesinada por su pareja, junto a su tía abuela, en la localidad de Río Nio. Unos días después, Jorgelina Salazar sufrió una golpiza por parte de un taxista. También en enero, Natasha Banegas fue baleada en la esquina de las calles Moreno y Crisóstomo Álvarez. Cynthia se encontraba junto a ella en ese momento. Apenas seis meses antes, Ayelén Gómez fue asesinada en el Parque 9 de Julio.
El crimen de Cynthia dejó expuestas las duras condiciones de vida de las mujeres trans y travestis. Con la lucha de familiares y organizaciones LGBT, en estos último cuatro años se impulsó el cupo laboral trans y se emplazó el primer banco rojo en la Argentina en memoria de una mujer trans, en la Plazoleta de las Mujeres en la Banda del Río Salí. Lleva el nombre de Cynthia Moreira.
