Con siete años de demora, la Justicia de Tucumán condenó a cadena perpetua a Ramón Segundo Jerez, del Grupo 0 de la Policía de Tucumán, por homicidio agravado, y Dario Galván fue condenado a 12 años de prisión por homicidio en grado de tentativa.
Pasaron siete años para que la familia de María José Gordillo encuentre un consuelo es una sentencia reparatoria. En el día de ayer, el Tribunal Penal condenó a cadena perpetua a Ramón Segundo Jerez, Policía de Tucumán del Grupo 0, por matar a la joven de 16 años.
Por la causa también estaba imputado Dario Galván por homicidio en grado de tentativa, quien recibió 12 años por haberle disparado en la rodilla a Sergio Walter Gordillo, hermano de María José.
Al inicio del juicio, el tribunal, a través de su presidenta, Alicia Freidenberg, denunció la existencia de amenazas de muerte al vocal Dante Ibáñez y al fiscal Carlos Saltor.
Su familia sostuvo desde un primer momento que se trató de un caso de gatillo fácil, y denunciaron maniobras dilatorias para evitar el castigo de los policías.
La sentencia puso fin a años de reclamos de familiares de la joven, quienes junto a organizaciones sociales y otras familias de víctimas de la impunidad marcharon incansablemente para lograr justicia.
Los hechos
En octubre de 2012, durante una pelea en el barrio donde vivía la joven, uno de los vecinos rompió un vidrio de una casa donde vivía un policía del Grupo 0, Ramón Segundo Pérez. El policía salió de su casa con su arma y apuntó contra el hermano de María José. La joven se puso delante de él y recibió el disparo mortal.
“Eran las 15.30 aproximadamente cuando mi hija y mi hijo mayor estaban en la vereda y salió un vecino con un arma en cada mano”, recuerda Rene Gordillo, padre de la joven. Alertado por su hijo salió a la calle, y comenzaron a discutir en la vereda. El tono era violento y -según afirmó- ellos se defendieron con piedras de los tres disparos que hizo el vecino. “Una de las piedras pegó en otra casa, donde estaba comiendo un asado el policía. Fue él el que salió con un arma y mató a mi hija”, aseguró. “Vino derecho a apuntar a mi hijo, diciéndole que él era el que había tirado las piedras”. Y agregó que su hija, asustada por la situación, se abalanzó sobre su hermano para evitar que lo hirieran. “Justo en ese momento hizo el disparo y le pegó a ella; la bala le atravesó el corazón”.
Fotos: Twitter Mariana Romero