El candidato de izquierda y ahora electo Presidente Gabriel Boric Font tiene de 35 años. Nació en Punta Arenas, a unos 3.000 kilómetros al sur de Santiago, tiene entre los ejes de su discurso la descentralización del poder.
Hace apenas seis meses, el exlíder de las protestas estudiantiles de 2011 batallaba por reunir las firmas necesarias para presentarse a la presidencia y hoy ya habita La Casa de la Moneda a la que llegó en conjunto con una la alianza entre sectores de izquierda junto al partido de Boric, Apruebo Dignidad.
Boric Font fue una figura clave en el Acuerdo por la Paz firmado por los líderes políticos tras las revueltas de 2019. El pacto derivó en un plebiscito en el que arrasó la opción de enterrar la Constitución de Augusto Pinochet.
Hoy, la Convención Constitucional se encuentra a medio camino en la redacción de una nueva Carta Fundamental que los chilenos tendrán que votar si la aprueban o rechazan.
Este domingo, Boric se convirtió en el primer presidente más joven en los últimos dos siglos en Chile. Ganó en segunda vuelta electoral frente a José Antonio Kast con casi el 56% de los votos, y se convirtió además en el candidato más votado de la historia chilena.
En su discurso al aire libre, Boric aseguró que construirá puentes y resaltó los principales puntos de su gobierno, con el respeto de los derechos humanos y el trabajo con “el pueblo” como sus pilares.
“Basta del despotismo iluminado que cree que puede hacer un Gobierno para el pueblo sin el pueblo: ¡con nosotros en La Moneda entra la gente! La esperanza le ganó al miedo”, aseguró el mandatario.
Los ejes de su gobierno, según prometió en sus primer discurso, será la salud y la educación pública, un sistema de pensiones públicas, más seguridad, respeto a los derechos humanos y los derechos de los pueblos originarios, las mujeres y la comunidad LGBTQ+, y el cambio climático.
“Son muchos los desafíos que tendremos que enfrentar”, comenzó Boric en el detalle de sus planes a futuro. “Una salud oportuna que no discrimine entre ricos y pobres igualando hacia arriba el acceso, la calidad y los tiempos de respuesta (…) El drama de la falta de vivienda y el acceso a servicios básicos que debemos abordar. Fortalecer la educación pública, garantizar los derechos de los trabajadores para construir un país con Trabajo Decente y mejores salarios, crear un sistema nacional de cuidado que reconozca y valore a las mujeres que hoy cuidan, avanzando también en co-responsabilidad y dejando atrás la herencia patriarcal de nuestra sociedad”.
A su vez prometió “avanzar hacia una nueva relación con los pueblos originarios reconociendo su derecho a mirar el mundo desde otras perspectivas lingüísticas y culturales”.
El ambiente será otro de los pilares del gobierno del izquierdista: “El cambio climático, queridos compatriotas, no es una invención. Está acá, y genera efectos directos sobre nuestras vidas y las de futuras generaciones”.
En su discurso, reforzó el compromiso que expresó durante su campaña electoral de “expandir los derechos sociales” sin perjudicar a la economía del país.