Artistas tucumanas realizaron un mural en Villa Muñecas en pedido de justicia por Abigaíl Luna (2) y Abigaíl Riquel (9), dos femicidios de niñas que conmocionaron a la provincia.
Con acompañamiento de la familia y vecinos, Mujeres Muralistas de Argentina (AMMurA) realizaron un mural en Villa Muñecas pidiendo justicia por los femicidios de Abigail Riquel y Abigail Luna, asesinadas el pasado 18 de octubre.
Abigaíl Riquel, de 9 años, fue violada y asesinada en Villa Muñecas por José Guaymas. El mismo día sucedió otro femicidio, también de una niña llamada Abigail Luna en el barrio San Cayetano. Esta última tenía 2 años y llegó centro de asistencia primaria si vida y con signos de haber sufrido violencia por parte de su padrastro, Juan Gerardo Paz, de 33 años.
El femicidio de las niñas conmocionó a Tucumán, especialmente al barrio de Abigail Riquel. Allí la familia junto a los vecinos llevaron a cabo la búsqueda de la niña y el pedido de justicia.
Estos violentos hechos dejaron heridas sociales: pusieron al descubierto el entramado social que reproduce estos crímenes y la responsabilidad del Estado en el cuidado de las niñas.
Con intención de reparar y recordar, las artistas tucumanas realizaron la obra con el mensaje “Barrios libres de violencia” la semana pasada. Este medio habló con Ana Singh, de AMMurA, sobre la experiencia de crear el mural en Villa Muñecas.
L.N: ¿Cómo decidieron hacer el mural de Abigail Riquel y Abigail Luna?
A.S: El mural está enmarcado en la pintada federal de AMMurA, la temática general fue la de cuerpo como territorio y cada provincia eligió una problemática a visibilizar a través del muralismo. Conmovidas por el resiente asesinato de Abigaíl Riquel y Abigaíl Luna, decidimos seguir acompañando desde allí el pedido de justicia.
L.N: ¿Por qué les pareció necesario hacerlo en el territorio/barrio y no en un lugar céntrico?
A.S: Hacerlo en el territorio es devolver la herramienta del arte a los pueblos, desde ahí es necesario construir un mensaje en las paredes que visibilice el contexto y las circunstancias. Esto hace posible un tejido a través del otro, con el otrx, narrando las historias que son silenciadas en las paredes, en las calles, en los barrios. El mural es para nosotras una herramienta social, donde el barrio es parte del proceso para apropiarse e identificarse con la obra.
L.N: Con qué imágenes decidieron representarlas?
A.S: Reflejamos la imagen de las dos niñas , para no olvidar. Contemplando su lugar, el barrio, y una naturaleza llena de colores que resignifica y representa a las infancias libres que soñamos.
L.N: ¿Cómo fue la recepción e intercambio con los familiares y vecinos?
A.S: Tanto les vecines y la familia Riquel nos han recibido muy bien. Desde el principio las compañeras y compañeros de la organización social La Revuelta, nos acompañaron en la gestión de la pared, materiales y colecta de mercadería para llevar al merendero que sostienen a pulmón en la casa de Abigaíl.
L.N: Tratándose de niñas víctimas de femicidios y/o femicidios vinculados, ¿cómo las interpela?
A.S: Interpela como todos los casos de femicidios, transfemicidios y travesticidios, es doloroso. Tucumán es una de las provincias con más casos de víctimas en el país. Hay todo un aparato político y policial que es indiferente, abusivo, negligente y cómplice de un sistema que no deja de matarnos.
L.N: ¿Cómo se agrupan las muralistas argentinas y/o tucumanas?
A.S: En Tucumán nosotras estamos agrupadas hace más de un año como Mur.a.tuc , pero seguro no somos las únicas. A nivel nacional existe AMMurA (agrupación de muralistas mujeres argentinas) en la que participan gran parte de muralistas de diferentes provincias. Frente al contexto que estamos viviendo y la profundización de la crisis económica nos resultó difícil estar activamente durante el año. Pero hicimos el esfuerzo necesario de estar presentes en la movida federal para visibilizar también nuestras luchas.
