El proyecto Aquí nadie se rinde surgió para encontrar una solución ante la decisión del gobierno municipal en 2015 de secuestrar los carros pertenecientes a las carreras y carreros, con la excusa de una normativa de basura cero que no se encontraba reglamentada bajo ninguna ordenanza, pero el municipio acusaba a los carreros de ser los generadores de basureros a cielo abierto y los dejó sin herramienta de trabajo. De la recolección en carros al reciclaje en el galpón.
Fotos: Mariana Leder Kremer Hernández
“Ante la locura económica en la que se encuentra el país, decidimos que es necesario encontrar una solución, todo lo que ves ahora acá se generó gracias a la difusión que obtuvimos de algunos medios de comunicación”, cuenta Merry Anastasio sentada arriba de un fardo de cartones, bloques y bloques de cartones que cubren sólo una ínfima parte de toda la superficie que comprende el galpón de Blas Parera 581 en Villa 9 de julio donde funciona esta empresa social.
El inicio
Impulsora junto con Cristian Sayago de Aquí nadie se rinde, Anastasio es fundadora de la Fundación Mujeres de la Patria Grande que trabaja en los barrios desde hace seis años. “Durante el andar por el territorio, en el 2014 nos conectamos con carreros de los barrios donde estamos con la fundación. Sonia, una compañera de Las Piedritas, fue la que me buscó para pedir ayuda ante los secuestros de los carros”, recuerda Merry y detalla: “Hicimos marchas, paros, cortamos calles y mientras tanto íbamos armando el proyecto”. El Pro.In.La.RSU (Proyecto de Inclusión Laboral de Recolectores de Sólidos Urbanos) está presentado como proyecto de ley y Merry cuenta que en diciembre del año pasado obtuvieron un reconocimiento por su innovación social en el concurso Mentes Transformadoras de Fundación Nobleza Obliga.
“Recibir ese reconocimiento nos impulsó a proponernos que el 2 de enero de este año empezábamos a trabajar como sea, aunque no teníamos absolutamente nada y de ningún lado conseguíamos respuesta.”
En proceso
Entonces el 2 de enero empezaron a ver cómo podían hacer y apareció una persona que les dijo que tenía un galpón desocupado para prestarles. Otra gente puso la enfardadora y entre rifas pudieron hacer poner la luz. “No es fácil”, explica Merry y dice: “Estamos tratando de salir adelante y viendo cómo nos organizamos. Necesitamos conseguir un vehículo para hacer las recolecciones, por ejemplo, ya que siempre dependemos de que alguien nos preste”. Hasta el momento llevan vendidos 22 fardos de PET (botellas de plástico) que son 1622 kg. Anastasio dice que no es mucho, pero les alcanzó para los gastos del combustible cuando les prestaron una Traffic y para que los trabajadores y las trabajadoras recibieran algo.
Cristian Sayago está apunto de recibirse de ingeniero en sistemas y se presenta como comerciante y emprendedor. Va y viene por el galpón haciendo todo tipo de tareas, habla con unos y otros y tiene muy en claro lo que quieren con este proyecto: “Lo que nosotros buscamos es inclusión laboral y la inclusión desde cualquier punto de vista”. Luego explica: “Para esto, buscamos que ellos se bajen del carro y se dignifique su trabajo. Porque lo que ellos hacían antes es, hablando mal y pronto, basurear”. Sagayo lo define así:
“Abrís la bolsa de basura y te encontrás con todo, bichos, moscas, gusanos, vidrios con los que te cortás, papeles del baño, cosas podridas de la cocina y al final capaz sacás una botella”.
Por eso la idea es que los compañeros y compañeras de Aquí nadie se rinde trabajen de otra forma y con diferentes motivaciones. Actualmente son 16, pero calculan que en diciembre serán 30 familias trabajando en el proyecto, que busca conformarse como cooperativa. Cristian explica que por sus últimos años de facultad se dedica a la generación de proyectos y emprendedurismo: “Soy el que anda entre empresas y organizaciones presentando el proyecto, buscando alianzas” y asegura que la idea es poder replicar el proyecto en otros barrios.
Una problemática socioambiental
Es habitual escuchar el interrogante respecto a “quién o qué tiene mayor responsabilidad” en determinado conflicto. En este caso, el debate gira en torno a si estamos frente a un inconveniente ecológico, ambiental o social y en más de una ocasión dichos terrenos se presentan como incompatibles u opuestos entre sí. Ante esta situación, Merry contesta: “La problemática social no puede ser separada de la ambiental, esto es algo fundamental. Arriba de los carros van criaturas de mamás que no pueden pagarle a una empleada doméstica, entonces tienen que llevar a sus hijos a trabajar. Y no podemos pretender que se bajen totalmente del carro, porque este proyecto aún no genera plata para los sueldos”. Esto es algo que va a suceder cuando el proyecto esté aceitado en su funcionamiento y empiecen a vender, por eso se encuentran en un momento de organización y es un proceso paulatino.
Braian Bulacio tiene 18 años.
Ecocanje
El próximo sábado a las 17 hs Aquí nadie se rinde realizará el segundo eco canje, una de las formas que encontraron de obtener la materia prima a partir de la cual trabajan. La convocatoria es en Plaza Urquiza y las personas que se acerquen deben llevar papel, cartón, plásticos, vidrios y metales. Por su colaboración podrán llevarse plantines y eco bolsas. Para quienes se acerquen a la plaza, tengan posibilidad de llevar sus residuos al galpón o quieran avisarles para que realicen una recolección, Merry especifica: “Lo que le pedimos a la gente es que hagan la separación elemental, seco de húmedo. Acá trabajamos lo seco y nos encargamos de las otra clasificaciones, papel de color, papel blanco y demás. Una vez que terminamos y la basura está empaquetada, la comercializamos a través de Reciclamos.
La comercialización
Pablo Paiz Magli y Daniel Castillo pertenecen a la consultora Reciclamos. Su función es conseguir el mejor precio para la comercialización de los productos que obtienen en el galpón y realizar el traslado. “Nuestra misión es conseguir nuevos mercados de otros productos. Hoy aquí comercializamos 18 productos y la idea para fin de año es llegar a 25 productos que salen de los residuos. Somos el nexo entre la (futura) cooperativa y las empresas de Buenos Aires y otras industrias”, cuentan ambos.
Trabajadores
Francisco tiene 23 años y estaba trabajando de mozo, pero quiso entrar en Aquí nadie se rinde y por medio del hermano de Braian averiguó si necesitaban gente. “Acá me copa laburar con mis compañeros, el laburo, enfardar. Vengo todos los días hasta las cinco de la tarde”.
Daniel tiene 21 años y es del Alderetes.
Aquí Nadie Se Rinde
Aquellos que quieran comunicarse con la empresa social pueden hacerlo a su mail [email protected] o mediante su facebook AQUÍ NADIE SE RINDE en @recuperadoresurbanostucuman, además de acercarse el próximo sábado a la Plaza Urquiza.