Una investigación de DyA revela la magnitud del trabajo adolescente en escuelas rurales de la provincia
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio, la organización Desarrollo y Autogestión (DyA) difundió datos actualizados que ofrecen un panorama preocupante sobre la realidad que enfrentan cientos de niños, niñas y adolescentes en zonas rurales de Tucumán. La encuesta, realizada en cinco escuelas de localidades como Famaillá, Santa Lucía y Teniente Berdina, revela que 7 de cada 10 adolescentes escolarizados de entre 11 y 15 años realiza actividades laborales vinculadas al mercado, y este porcentaje asciende al 80% entre quienes tienen entre 16 y 17 años.
En diálogo con La Nota, Helga Fourcade, directora de DyA Argentina, explica que este relevamiento tuvo como objetivo principal generar información actualizada y con desagregación territorial sobre la magnitud y las características del trabajo infantil y adolescente entre estudiantes de escuelas secundarias en zonas rurales.
El estudio detalla además una fuerte segmentación por género. Mientras los adolescentes encuestados se desempeñan en actividades asociadas al trabajo físico y agrícola (como el corte de pasto, la recolección de cosechas o la ayuda en trabajos externos), las mujeres muestran una mayor carga de tareas domésticas intensivas, muchas veces invisibilizadas. El 29% de las chicas de 16 y 17 años dedica al menos seis horas semanales a estas tareas dentro del hogar, incluyendo el cuidado de hermanos y la atención del hogar.
“Esta información resulta clave para comprender las dinámicas particulares de cada comunidad y así poder diseñar estrategias de intervención más efectivas. Pero desde DyA entendemos que nuestro trabajo no se limita a la producción de datos: creemos firmemente que la información es una herramienta para la acción. Por eso, buscamos poner estos datos al servicio de los gobiernos locales, ofreciéndoles evidencia precisa y contextualizada que les permita desarrollar políticas públicas más eficaces para prevenir y erradicar el trabajo infantil y adolescente”, agrega Fourcade
Educación en riesgo
Las consecuencias del trabajo infantil y trabajo adolescente son múltiples, pero una de las más alarmantes es la deserción escolar. Según datos citados en el informe, Tucumán presenta una tasa de abandono del 25% en secundaria, superando ampliamente la media nacional del 15,1%.
Esto pone en juego derechos fundamentales, como el acceso a la educación, el juego, el descanso y una vida digna. Muchos adolescentes deben compatibilizar sus estudios con jornadas de trabajo que los dejan sin tiempo ni energía para su desarrollo integral. Fourcade señala que “estos resultados ponen en evidencia trayectorias escolares atravesadas por la doble carga del estudio y el trabajo, en un contexto de creciente fragilidad económica en los hogares rurales de Tucumán. Son adolescentes que, muchas veces, se ven obligados a contribuir al ingreso familiar mientras intentan sostener su permanencia en la escuela”.
Un llamado a reforzar las políticas de prevención
Desde DyA remarcan que este relevamiento constituye una herramienta clave para el diseño de políticas públicas, y un insumo concreto para la prevención del trabajo infantil y adolescente en zonas rurales. La organización cuenta con una amplia trayectoria en la región y actualmente implementa proyectos de inclusión educativa y laboral junto a municipios, escuelas, sindicatos y empresas.
“En Tucumán trabajamos junto a comunas rurales para brindar una atención integral a niñas, niños y adolescentes a través de nuestros Centros de Cuidado Infantil —para chicos de 0 a 4 años— y Puntos Jóvenes —de 9 a 17 años—. En estos espacios se garantiza alimentación diaria, acompañamiento escolar, actividades lúdicas, recreativas y talleres, además de contención emocional. Hoy, en un contexto económico complejo, sostenemos con mucho esfuerzo estos servicios esenciales en León Rougés, Sargento Moya, Santa Lucía y Teniente Berdina. Por eso, lanzamos una campaña de donaciones individuales: cada aporte cuenta para mantener abiertos estos espacios que alimentan, contienen y acompañan a quienes más lo necesitan”, relata Helga Fourcade, directora de DyA Argentina.
Desde la organización insisten en la necesidad de estrategias integrales que combinen educación inclusiva, apoyo a las familias y monitoreo de condiciones laborales. Asimismo, enfatizan que la erradicación del trabajo infantil es una responsabilidad colectiva que involucra al Estado, las organizaciones sociales, el sector productivo y la comunidad en su conjunto.
