El Juzgado de Familia y Sucesiones de la IV° del Centro Judicial Concepción, a cargo de la Dra. Viviana Donaire, inició una Convocatoria Pública Adoptiva para argentinos y argentinas que deseen ser referentes afectivos o adoptantes de una niña de 12 años que se encuentra en el Hogar Santa Rita. La niña recientemente recibió un trasplante de riñón. Los postulantes pueden ser familias, parejas o una persona individual.
Paloma, nombre que ha sido modificado para resguardar su derecho a la intimidad, es una niña que logró conmover y ganarse el cariño de todos y todas las profesionales que la acompañaron en este trayecto de vida que le tocó atravesar. “Su salud y sus derechos se vieron vulnerados en reiteradas ocasiones, se encontró expuesta a diferentes situaciones de riesgo y, sin embargo, su fortaleza, sus claras ganas de vivir y el acompañamiento estatal recibido lograron que se anteponga a las contingencias que se le presentaron”, expresaron desde las instituciones.
“El derecho a vivir en familia no sólo es un derecho fundamental de la infancia, sino también, el modo más eficaz para garantizar el adecuado desarrollo de los niños, niñas y adolescentes y la satisfacción de sus necesidades”, expresó la magistrada Donaire.
“La adopción es una figura destinada a satisfacer el derecho de todo niño, niña y adolescente, a vivir en familia; lo que debería acontecer en primer término en su núcleo familiar de origen y sólo si ello no es posible, en otra familia a través de la filiación adoptiva”, explicó. Así es como se encuentra abierta la mencionada convocatoria.
Palabras de la magistrada a quienes o a quien decida adoptar a Paloma
“Hubo un tiempo y existió una ley que decía que los jueces debíamos actuar como buenos padres/madres de familia. Desde que el caso de Paloma llegó a mis manos, frecuentemente me pregunto cómo actuar, qué es lo mejor para un niño/a judicializado. La respuesta nunca es fácil. Un juez/a debe decidir (eso dice la ley). Ahora, decidir sobre el derecho a la vida con un tratamiento médico, que implica sufrimiento, o bien un buen morir. Eso, no estaba en la normativa o al menos, era demasiado para cualquier ser humano prudente. A pesar de ello, decidí y aprendí. Aprendí demasiado de esta niña. La normativa indica que debo proteger, garantizar derechos y lo hice, aún cuando en ocasiones, integrantes del Hogar, del Juzgado, yo misma, nos desvelábamos esperando palabras de aliento: ‘Todo salió bien’. Así, nos convertimos en aprendices de nuevas experiencias de cuidado. Paloma me enseñó, nos enseñó que no hay dolores físicos que no se puedan superar. Ella es maestra de sonrisas y de abrazos. Le puso y le pone el cuerpo y el alma a la lucha. Quiere vivir y vive. Carga sus felpones y sus cuadernos en un bolso especial (todo colorido). Son sus armas mágicas, para enfrentar la lucha: la diálisis y ahora los controles con su nuevo y buen riñón. Por eso, hoy, que intuyo, que no habrá postulantes en la lista del Registro de Adopción, que hayan manifestado querer como hija a una niña, con una salud como la de Paloma, escribo para decirles que no elegimos los hijos biológicos, nos llegan y los amamos con defectos y virtudes. Los cuidamos y la respiración se nos interrumpe cuando enferman. Entonces, los cuidamos más, los mimamos más, los queremos más. Sé que no es fácil ser padres/madres de una niña como Paloma, pero tampoco imposible. Paloma necesita una familia. Una o más personas que la quieran y la cuiden, que se armen de paciencia extra, que acompañen su crecimiento y sus logros. La institución no es suficiente, yo no soy suficiente (por más que nos esforcemos en organizar cumpleaños, navidades compartidas y comprar regalos). Ella necesita fiesta pero en su propia casa, con los regalos y mimos de su propia familia. Nadie asistió a una escuela de padres, aprendemos en el camino. Estamos siempre colmados de desafíos, éste es un desafío distinto: ser padre -madre, familia para Paloma, con una salud que requiere todos los extras que puedan imaginar: en amor, fortaleza, compromiso y paciencia. Como contracara del amor, recibirán también un amor extraordinario y una valentía y capacidad de superación sin precedentes. Infinitas gracias a quiénes acepten este desafío”.
Personas interesadas en ser familia de Paloma
Las personas interesadas pueden acercarse al Registro Único de Adopción de Tucumán – RUPAT- ubicado en calle Crisóstomo Álvarez 535, Planta Baja de 07 a 13 horas. Además, se encuentra habilitado el número de télefono 0381-4524648 para llamadas y el celular número 381-3463577 para mandar mensajes de WhatsApp. También se pueden contactar a través de los correos: [email protected] y [email protected].