El 30 de diciembre de 2020, el Congreso de la Nación sancionó la Ley 27.610, que garantiza el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Argentina. Esta conquista fue fruto de décadas de lucha del movimiento feminista, de mujeres y diversidades organizadas, que inundaron las calles del país con la marea verde.
Hoy, a cuatro años de ese logro histórico, enfrentamos una amenaza directa contra nuestros derechos por parte de un gobierno nacional de Javier Milei que, paradójicamente, dice defender la libertad. Mientras la administración actual se jacta de promover la autonomía individual, avanza con políticas que restringen nuestra capacidad de decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
En Tucumán, la situación es especialmente alarmante. Desde septiembre, los hospitales y centros de salud carecen de los medicamentos para garantizar el derecho al aborto, obstaculizando el acceso al aborto a mujeres y personas gestantes. Esta desidia no es casual: es el resultado de la combinación de la objeción de conciencia mal utilizada, el desfinanciamiento deliberado de los programas de salud sexual y reproductiva, y la promoción de discursos antiderechos en las instituciones educativas y sanitarias.
A nivel nacional, los recortes presupuestarios son evidentes. Se ha reducido drásticamente la distribución de anticonceptivos, preservativos y métodos de larga duración, lo que impacta directamente en la prevención de embarazos no deseados. Además, la desintegración de los equipos de Educación Sexual Integral (ESI) y del Plan ENIA perpetúa la falta de información científica y la imposición de valores moralistas sobre la juventud.
Este ataque sistemático vulnera la Ley 27.610 y los compromisos internacionales que nuestro país asumió.
La libertad que defendemos desde el movimiento feminista no es abstracta ni selectiva. Es una libertad concreta, que nos permita decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos, acceder a educación sexual integral, métodos anticonceptivos y al derecho al aborto en condiciones seguras, legales y gratuitas. El histórico lema de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito está más vigente que nunca: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.”
Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de esta ley, que ya salvó miles de vidas y garantizó el derecho de más de 245.000 personas a acceder a un aborto seguro desde su sanción.
A los gobiernos que pretenden arrebatarnos este derecho, les recordamos que no daremos un paso atrás. Somos la marea verde que aprendió a luchar y a ganar.
#30D | El aborto legal es libertad. Lo conquistamos con lucha, y lo defendemos con organización.
