El Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra fue asesinado por una patota que respondía al entonces secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, quien pretendía acallar una protesta de tercerizados de la exlínea Roca que reclamaban ser incorporados a planta permanente.
El 20 de octubre de 2010, manifestantes en contra de los salarios de miseria que proponía la Unión Cooperativa Mercosur, que respondía al entonces secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, salieron desde un local del Partido Obrero ubicado en Avellaneda, con la intención de cortar las vías cerca de la estación de esta localidad.
Los trabajadores tercerizados y despedidos de la exlínea Roca se organizaron y, junto con el apoyo de otras organizaciones sociales y políticas, decidieron llevar adelante un reclamo. Entre ellos estaba el joven Mariano Ferreyra.
Advertidos de que un grupo de la Unión Ferroviaria encabezado por el dirigente Pablo Díaz se encontraba en el andén de la estación, los precarizados deciden cruzar el Riachuelo y trasladarse a Capital Federal con el propósito de hacer el corte en Barracas.
Después de cruzar por el puente Bosch, la columna fue atacada a piedrazos por un grupo de la Unión Ferroviaria, que impidió el corte de vías.
Los manifestantes se replegaron y se reunieron en la calle Luján, a 200 metros de donde fueron atacados, y allí realizaron una improvisada asamblea en la que descartaron la posibilidad del corte y analizaron la alternativa de llevar a cabo un acto en Constitución.
Mientras se desarrollaba la discusión entre los trabajadores, efectivos a bordo de dos móviles pertenecientes a la Comisaria 30 de la Policía Federal observaban los manifestantes.
Los precarizados resolvieron convocar para el día siguiente a una nueva reunión en la que evaluarían los pasos a seguir, y cuando se retiraban por la calle Luján en dirección a Díaz Vélez son interceptados por un grupo ligado a la Unión Ferroviaria encabezado por Cristian Favale, un barrabrava de Defensa y Justicia reclutado por la gente de Pedraza.
Luego de agredir a un equipo de la señal televisiva C5N, los atacantes comienzan a disparar sobre las columnas de manifestantes, ante la inacción de los efectivos policiales.
Mariano es herido de muerte y los militantes Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos son alcanzados por proyectiles que salen de armas que empuñan Favale y otro matón llamado Gabriel Sánchez.
Burocracias sindicales
Los sueldos y las cargas sociales de los empleados contratados se pagaban con dinero aportado por la Secretaria de Transporte, y la cooperativa de Pedraza –al igual que otras empresas– cobraba un canon fijo por cada trabajador que declaraba.
Según pericias contables incorporadas en la causa que investigó el asesinato de Ferreyra, entre junio y diciembre de 2010, la cooperativa de Pedraza recibió gracias a este mecanismo 10 millones de pesos.
De esta forma, el gremio de Pedraza se había convertido en un patrón que demoraba el ingreso de trabajadores a planta permanente, porque sumar empleados contratados le resultaba redituable.
Pedraza y su lugarteniente en el gremio, Juan Carlos Fernández, no estuvieron en el lugar de los hechos, pero ese día se comunicaron varias veces con Díaz, quien a su vez lo hizo con Favale, Sánchez y Claudio Alcorcel, delegado y sindicado en la causa como reclutador de la patota que ejecutó la agresión.
Rastreos de llamadas documentadas en el expediente, establecieron que el jefe de la Unión Ferroviaria garantizó la defensa de Favale a través de un prestigioso estudio de abogados.
Juicio y castigo a los culpables
En febrero de 2011, Pedraza quedo detenido junto con Fernández, y el 6 de agosto de 2012, se inició un juicio oral y público que estuvo a cargo del Tribunal Oral 21 de la Ciudad de Buenos Aires.
La Justicia condenó, en abril del 2013 a 15 años a Pedraza y Fernández, como instigadores, en tanto que Favale y Sánchez fueron encontrados culpables de la autoría material de la muerte de Ferreyra, y recibieron una pena de 18 años.
El Tribunal presidido por el juez Horacio Días, sentencio también a Pablo Marcelo Díaz (18 años); Jorge Daniel González; Salvador Pipitó (11 años cada uno) y Claudio Alcorcel (8 años).
Durante el proceso se comprobó además la complicidad policial en el hecho, y, por ello, los comisarios de la Policía Federal Luis Mansilla; Jorge Ferreyra recibieron 10 años.
En 2016, la Corte suprema de Justicia dejó firme su sentencia, sin embargo, por tener más de 70 años, se le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria y dejó el penal de Ezeiza donde se encontraba detenido.
Él estado de salud de Pedraza se agravó y en la noche del 22 de diciembre de 2018, el exlíder falleció en la clínica Agote de la Ciudad de Buenos Aires a los 75 años y tras permanecer más de un mes en estado de coma.
Mariano tenía de 23 años, era estudiante de Historia, dirigente de la FUBA y tornero y ese 20 de octubre de 2019 muere como consecuencia de las heridas recibidas en esa emboscada.
Fuente: Telam