Las personas trabajaban en cultivos de poroto en la finca “El Quebrachal”. Vivían en precarias carpas o debajo de lonas.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detectó 94 trabajadores reducidos a la servidumbre en tres campamentos de una finca salteña. La falta de controles de las autoridades de esa provincia y la repetición de casos de empleados en condiciones infrahumanas encendió la luz roja.
Los trabajadores “reducidos a la servidumbre” eran explotados en la finca “El Quebrachal” que se encuentran en la zona rural de Salta, donde no tenían agua potable y por las noches dormían sólo tapados con lonas al aire libre. Sólo podían comer alimentos sumistrados por los propietarios a precios impuestos por estos que luego eran descontados de los salarios. Tampoco contaban con ningún tipo de servicio de primeros auxilios.
Se presentó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía Federal de Orán, a cargo del Dr. José Luis Bruno. Los procedimientos contaron también con efectivos de la Policía Federal Argentina.
El Código Penal contempla en los artículos 140 y 145 Bis penas de entre 4 y 15 años de prisión por reducción a la servidumbre bajo cualquier modalidad.