En el marco del Día Mundial contra el LGBTOdio, la psicóloga Laura Magadan, quien forma parte de Transformando Familia, traza horizontes posibles y necesarios para construir ciudadanías plenas.
Una exposición en Londres presenta una carta de Sigmund Freud, médico neurólogo austríaco y padre del psicoanálisis, en la que habla a una madre sobre la homosexualidad de su hijo. En la carta, escrita a mano en 1935, Freud deduce que la madre pide ayuda por la homosexualidad aparente de su hijo, esta es la traducción del documento:
Estimada señora,
Deduzco por su carta que su hijo es homosexual. Estoy muy impresionado por el hecho de que usted no mencione este término por sí mismo en su información acerca de él. ¿Puedo preguntar por qué evita decirlo? La homosexualidad seguramente no tiene ninguna ventaja, pero no hay nada de lo que avergonzarse, no es un vicio, ni una degradación, ni mucho menos una enfermedad. Consideramos que es una variación de la orientación sexual, quizá producida por un diferente desarrollo sexual. Muchas personas muy respetables de los tiempos antiguos y modernos han sido homosexuales, varios de los más grandes hombres de entre ellos: Platón, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, etc. Es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como si se tratase de un crimen, y una crueldad también. Si no me cree, lea los libros de Havelock Ellis.
Cuando me pregunta si le puedo ayudar ¿qué quiere decir? Supongo que la pregunta es si puedo suprimir la homosexualidad y colocar en su lugar la heterosexualidad… Lo importante es si él es infeliz, neurótico, afligido por sus conflictos, inhibido en su vida social. Entonces el análisis puede traerle armonía, la paz de la mente, la eficiencia total. Si él sigue siendo un homosexual o cambia, es lo de menos.
Pero creo que usted necesita más ese análisis que él. Si usted se decide a tener un análisis conmigo, no espero que lo acepte, puede visitarme en Viena. No tengo ninguna intención de moverme de aquí. Sin embargo, estaré esperando su respuesta.
Atentamente con los mejores deseos, Freud.
Pd: No encontré difícil leer su letra. Espero que no encuentre en mi letra y en mi inglés una tarea más ardua.
Esta carta manuscrita, fue publicada en el American Journal of Psychiatry en 1951.
Plantear al entorno la propia homosexualidad, es lo que se suele llamar “salir del closet” o “salir del armario”. Es un proceso que requiere cálculos, fundamentalmente porque genera sufrimiento psíquico tanto ocultarlo como expresarlo. Las actitudes expulsivas del hogar, de un trabajo, del grupo de amigos, de la escuela, siguen ocurriendo. A menor apoyo social y trato digno; mayor será el dolor psíquico y el impacto en las oportunidades laborales, económicas, educativas y el acceso a la salud.
El trato digno y el apoyo social son piezas fundamentales para el acceso a los derechos.
El acompañamiento a personas en diferentes situaciones respecto a su orientación e identidad sexual, me advierte sobre la multiplicidad de voces, de modos de asumir un rol en lo social y de tener y habitar el cuerpo. El psicoanálisis poco tiene que hacer en este asunto “si él sigue siendo homosexual o cambia, es lo de menos”, escribe Freud. No se trata de aplicar un tratamiento con el fin de corregir la orientación sexual, sino de acompañar a una persona homosexual a construir redes sociales de apoyo que sostengan un trato digno.
A lo largo de un tratamiento psicoanalítico, una persona -tenga la orientación sexual que tenga- trabajará sobre sus lazos sociales, su vida sexual como invención absolutamente singular, descubrirá que los goces sexuales toman la forma de creaciones contingentes, que nada tienen que ver con la definición universal para los roles masculinos y femeninos. Además trabajará sobre su modo de habitar el cuerpo que tiene.
Más allá de lo planteado y de los avances observados desde la moral victoriana hasta hoy, no podemos eliminar las actitudes segregativas de nuestra cultura. Jacques Lacan en 1964 plantea: son muy pocos los sujetos que pueden no sucumbir, en una captura monstruosa, ante la ofrenda de un objeto de sacrificio a los dioses oscuros.
La segregación, tome la forma que tome, aparece de la mano de la globalización. Todos segregamos. El psicoanálisis, puede también brindar una posibilidad para que cada quien pueda entender por qué rechaza lo que rechaza. Cuando alguien entiende algo sobre aquellas cosas que le causan rechazo o teme, el otro se me vuelve mucho menos peligroso.