La petrolera estatal aumentó un 2,5% el sábado pasado y elevó sus precios nuevamente hasta el 12% al igual que lo hizo Shell. Axion también elevó sus precios un 12%.
Distintas fuentes aseguran que la devaluación del peso y el traslado a precios de impuestos de los combustibles sigue impactando en el precio de las naftas y en el bolsillo de los consumidores. YPF realizó un aumento desdoblado en tres días alcanzó el mismo 12% que su principal competidora privada.
En lo que va del año, el precio de la súper ya subió un 46%. Hasta diciembre, el litro de este combustible se resolvía a $ 22,66.
La nafta Infinia cuesta ahora $ 45,12, mientras que la súper vale $ 37,91 el litro. A su vez, el gasoil se fue a $ 38,02, mientras que el gasoil premium a $ 32,45. Es notable la diferencia respecto de las expendedoras ubicadas en el área metropolitana de Buenos Aires. En esa zona, el litro de nafta súper vale $ 33,23, mientras que la premium $ 39,88.
A las petroleras se les juntarán dos subas. Una es por el impuesto a la transferencia de los combustibles (ITC), cuya tasa dispone el ministerio de Hacienda. La otra es por el componente de biocombustibles. Ese importe lo decide el Poder Ejecutivo. Según las empresas, aún sus costos en dólares siguen siendo 25% de los ingresos que tendrán en pesos.