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El debate nacional en estos días se centra la vuelta a clases presenciales. Desde Nación apuestan por “maximizar la presencialidad en la escuela en el inicio del ciclo lectivo”, pero ¿cuál es la posición de los docentes?. La Nota habló con Raquel Grassino, de Tribuna Docente en la asamblea de Docentes Autoconvocados de Tucumán.
La presencialidad en las aulas parece una necesidad imperante en la agenda pública argentina, a pesar de que la pandemia continúa y la vacuna no se aplicó al sector docente. El ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta anunció, en su visita a Tucumán, que este año el ciclo lectivo sistema transitará con un sistema dual: varios días en la escuela y también en los hogares.
Ante esta proclama, sin mayores detalles, las docentes como Raquel Grassino, de Tribuna Docente en la asamblea de Docentes Autoconvocados de Tucumán., reflexiona sobre la presencialidad en el aula.
“Nosotros defendemos la presencialidad en general. Es el modo natural donde nos hemos desenvuelto y siempre hemos trabajado. Pero por otro lado, ¿en qué condiciones puede llegar a darse hoy esta presencialidad?” se pregunta Grassino en diálogo con este medio.
Para la docente, “las escuelas han tenido un abandono real de un año entero”. “No hay una inversión, no hay un presupuesto educativo, que es incluso menor el presupuesto que se destina este año para mejorar la infraestructura” detalla.
“Cuando todavía no estaba la pandemia, en las escuelas no había agua potable, el personal auxiliar que está en la escuela no es proporcional a la cantidad de alumnos. Desde hace años que no se designa personal auxiliar” comenta Grassino.
Desde el Ministerio de Educación de la Nación anuncian como fecha de inicio de clases, el 17 de febrero, a lo que la dirigente de Autoconvocados califica como una “aventura” la de llevar a docentes y a los niños a “la presencialidad”.
¿La vacuna como garantía de la presencialidad?
Como fundamento para volver a las aulas, Trotta comunicó que el Gobierno va a “priorizar la vacunación de los docentes” y que la misma iniciará en febrero.
Grassino contraargumenta señalando que la vacuna no es el único elemento para garantizar la presencialidad porque “la educación no es una reunión de docentes vacunados”. “Es una conjunción donde aparecen docentes que pueden estar vacunados o no, son niños, adolescentes y padres que acompañan el personal auxiliar. Es un conjunto de personas movilizándose mayormente en el transporte público de una escuela a la otra” agrega.
La cuestión salarial
Durante el 2020, los educadores no obtuvieron ningún aumento, más que el 6% en negro. “Nos correspondía aumento del 15% al básico como cláusula gatillo, la última que nos quitaron” explicó Grassino.
En este sentido, la docente comenta que se habían prometido paritarias para junio y no lo convocaron hasta el día de hoy. “No hay ninguna perspectiva de que vaya a haber una negociación con una inflación que alcanzó el 40% el año pasado y la perspectiva actual es tremenda” detalla.
No hubo adaptación a la virtualidad
“El 2020 fue un estrepitoso fracaso en la educación y los docentes lo transitamos solos. Se abandonó la educación a la suerte de los docentes y estudiantes. Nos dejaron solos en la virtualidad e incluso hubo intentos en agosto de empujarnos a la presencialidad cuando no había condiciones y sin la cobertura de la obra sociales” analizó Grassino.
En este análisis la docente coincide con el relevamiento que realizó el Ministerio de Educación, el cual demostró que menos de la mitad de los hogares cuenta con acceso fijo a Internet de buena calidad y 1 de cada 2 no cuenta con una computadora disponible para usos educativos.
Según estos datos cerca de un millón de chicos y chicas matriculados en marzo de 2020 en algún nivel de la educación obligatoria ha mantenido bajo o nulo intercambio con su escuela, lo que coloca en severo riesgo su continuidad escolar.
“Muchos docentes llevaron sobre sus espaldas los costos de la educación virtual porque no había condiciones tecnológicas ni económicas para sostenerla. Las familias tucumanas piensan en comer, no en cargar datos en su celular” esgrime.
Disputa gremial
Por último, Grassino sostiene que este panorama de incertidumbre entre los docentes lo están atravesando sin la presencia del Frente Gremial Docente, “que dejó pasar un año paralizado cuando se produjeron las mayores movilizaciones en Tucumán y no apareció cuando llegó la pandemia”.
“Queremos convocar a un congreso de los docentes para que seamos los docentes los que debatamos y decidamos en qué condiciones enfrentar esto. Porque obvio que preferimos la presencialidad, pero como sujetos responsables también tenemos que ver el escenario del mundo, que es la pandemia” finalizó.