Huacalera es una localidad jujeña, parte del departamento de Tilcara, mundialmente conocida por ser un destino turístico de la Quebrada de Humahuaca. Hace algunas semanas los habitantes de la comunidad se enteraron que una empresa inmobiliaria Re/max puso en venta 18 mil hectáreas. Desde la Nota, dialogamos con Claudia Perez, abogada de la comunidad de Mudana y Simarrona, comunidad vecina de la localidad de Huacalera.
¿Cómo se explica que la empresa inmobiliaria pueda vender parte del territorio de la quebrada?
Aparentemente estos territorios estarían a nombre de algún tercero que sería un terrateniente de la época de la encomienda. Allá lejos y hace tiempo. Pero nuestros ancestros vivieron acá desde siempre, nuestros tatarabuelos vivieron en esta zona, después vivieron nuestros abuelos, nuestros padres y ahora vivimos nosotros y las comunidades que se encuentran en estos momentos damnificadas por esta venta que nos confirmó la inmobiliaria que realizaron. Vendieron ya dos hectáreas para un viñedo.
¿Hubo legislación sobre este territorio durante los últimos años?
Los títulos comunitarios aún están en trámite y no fueron entregados. Por lo tanto, no están registrados en el Registro de Propiedad Inmueble de la Provincia.
La preocupación es grande por parte de todas las familias damnificadas y también por las comunidades vecinas que sienten que no existe la seguridad jurídica, la protección de quienes están encargados de proteger y de hacer cumplir nuestros derechos como pueblos originarios, como son la legislación del Convenio 169 de la OIT. Como es la Ley 24.071 que la ratificó como es el artículo 75, inciso 17 de nuestra Constitución Nacional, que está vigente desde 1994 con la reforma constitucional, como así también la Ley 26.160, que también trata de la urgencia de los relevamientos territoriales y demás derechos que hacen a la seguridad jurídica de las comunidades indígenas en todo el territorio nacional.
¿Se comunicaron con ustedes desde el Estado provincial o nacional?
Nadie se acercó. La verdad que es muy triste lo que está pasando, ya que no se trata sólo de la puesta en venta, sino de la venta que está siendo. Nos confirmó un agente inmobiliario que vendieron dos hectáreas en la comunidad de la Huerta, la compró una empresa de viñedos. Están vendiendo territorio indígena.
Lamentamos que el Estado provincial y el Estado nacional no protejan nuestros derechos, ya que son normativas. La entrega de títulos, títulos y demás normativas establecidas por el Estado argentino pero no se cumplen.
¿Cómo habita este terreno la comunidad de Huacalera?
Es importante resaltar que las comunidades acá en la zona viven de la agricultura y la ganadería. Son familias en su mayoría agricultoras y ganaderas. Y bueno, se ocupan de la siembra de verduras y cosecha de frutas en época. Del pastoreo de sus animales, tanto cabras como ovejas.
Las comunidades utilizan todos los territorios para realizar estas actividades, son la base del sustento económico. y son utilizados como siempre lo hicieron nuestras comunidades, nuestros ancestros, de forma de no desgastar a nuestra Madre Tierra. Esto es, en invierno pastan los animales en una zona en otoño y en otra en primavera en otra y en verano en otra, de tal manera que para el próximo ciclo están otra vez los territorios recuperados. Porque tanto de pasturas como de agua en la tierra está descansada y para otra vez producir el pasto ajeno, la pastura para los animales, en este caso de los ganaderos. Y respecto de los territorios donde se siembra, se hace de la misma manera y se siembra un año en un sector al otro año es ese territorio descansa, se siembra, en el otro descansan. Es el descanso que ella merece por darnos la vida. Es una convivencia de respeto, de armonía y es la base de nuestra cultura como pueblos indígenas.
La comunidades de la Quebrada se encuentran en estado de suma preocupación, realizando cortes de rutas y asambleas para lograr que el Estado cumpla con el marco normativo vigente, para cuidar la tierra e impedir que la quebrada se venda, que la armonía de la pachamama se rompa, una vez más.