La Justicia de la ciudad de Buenos Aires condenó hoy a un año de prisión en suspenso a Mariana Gómez, quien se besaba con su esposa, Rocío Girat, en la Estación de Constitución, en Buenos Aires. Fue acusada de “resistencia a la autoridad y lesiones leves”. También deberá pagar las costas del juicio.
El fallo judicial sienta un peligroso precedente hacia la comunidad LGBT+. El abogado de Gómez aseguró que el próximo viernes 5 de julio, cuando se leerán los fundamentos del fallo, apelarán la sentencia en Casación.
En coincidencia con el Día Internacional del Orgullo LGBT, la jueza Marta Yungano falló en contra de la joven. Antes de conocer el fallo, Mariana dijo sus últimas palabras: “Agradecerle y decirle que yo ese día me defendí de un acto discriminatorio y violento de la Policía de la Ciudad. Estoy muy nerviosa, eso. Gracias”.
“Vamos a dar pelea, a dar batalla. Vamos a apelar a casación y vamos a hacer visible que la jueza Marta Yungano es una más de este sistema lesboodiante, es discriminadora“, expresó Girat, al salir del tribunal.
La fiscal Diana Goral y el abogado defensor, Lisandro Teszkiewicz, expusieron sus alegatos el miércoles pasado. Goral solicitó una pena de dos años de prisión para Gómez por el “delito de resistencia a la autoridad en concurso real con el de lesiones graves”, mientras que la defensa de la joven pidió la absolución.
“Nosotras vinimos acá por la absolución y para que no quede un precedente para ninguna que elija darse la mano y besarse con alguien de su mismo género. Es muy triste, no esperábamos este fallo”, relató Roció mientras Mariana era atendida luego de desvanecerse al salir del tribunal.
Girat también solicitó el apoyo de la comunidad y denunció que durante el juicio tuvieron que presentar el acta de matrimonio como prueba y que mariana fue tratada en masculino durante todo el proceso. “Vamos a seguir exigiendo la absolución. Esto es un paso y un reflejo de lo que la justicia patriarcal es. A los violadores, a los femicidias salen por esa puerta y las pibas son las que salen condenadas y siguen siendo encerradas. Gracias por el aguante y vamos a seguir resistiendo”, cerró la joven ante una multitud que esperaba en la puerta.
Mariana no irá presa. La prisión en suspenso o condicional se da cuando se condena a una persona con una pena menor a 3 años y es su primer condena. De todas formas, quedará bajo supervisión de la justicia si la condena llegara a quedar firme.
Los hechos
El 2 de octubre de 2017 en la estación Constitución, Mariana y Rocío se encontraban en el Centro de Trasbordo de Constitución, un lugar conocido con el nombre de «domo», donde muchas personas buscaban protegerse de la lluvia o fumar, como ellas mismas lo hacían.
Según declararon ambas en el juicio, las dos se habían percatado, antes de que se desencadenara el incidente que derivó en la acusación a Mariana, que durante un largo rato un empleado de Metrovías (José María Pérez) y un efectivo de la Policía de la Ciudad (Jonatan Rojo) habían estado cuchicheando y mirando cómo charlaban y se besaban.
La acusada sostiene que apagó el cigarrillo y niega haber agredido al agente que se lo pidió al advertirle que estaba fumando en un lugar donde ello está prohibido.
Un mechón de pelo arrancado a una mujer policía que intervino luego en la situación, se transformó en la prueba que busca condenar a Mariana: según los policías, Mariana los agredió; según la acusada, el tirón lo dio involuntariamente cuando el policía la tomó por la espalda y ella, que sentía caerse hacia atrás, manoteó hacia adelante y terminó aferrándose al pelo de Karen Villareal.
Esa versión de los hechos se condice con el testimonio de dos ocasionales transeúntes que ese día filmaron con sus celulares algunos videos, en una de cuyas imágenes puede verse a Gómez reducida boca abajo en el piso por el efectivo de la Policía de la Ciudad, quien posaba su rodilla sobre el cuerpo de la joven.