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Hoy arranca el 4° Festival de Jazz Independiente de Tucumán con la participación de bandas locales, nacionales e internacionales. Una propuesta que amplía los horizontes del jazz en la provincia con música en vivo, clínicas y seminarios. Desde La Nota te contamos sobre los orígenes de un género que se transforma en tradición tucumana y dialogamos con el bajista Rony López. Un evento para disfrutar con entrada libre y gratuita.
Lejos de la capital tucumana,.el Festival se llevará a cabo el jueves 8 y viernes 9 en Monteros, el sábado 10 en Yerba Buena y el sábado 11 en Tafí Viejo en el “Limón Jazz”, con un prometedor cierre.
Esencia jazzera
En el marco de la segunda edición del Festival Internacional Tucumán Jazz, realizado en junio de este año, desde La Nota conversamos con Rony López, uno de los y las referentes del jazz de Tucumán para adentrarnos en varios aspectos del género que tiene una creciente cantidad de adeptos y adeptas en la provincia más pequeña y densamente poblada del país.
“El género del jazz se expandió muchísimo en los últimos 20 años en la provincia. Recuerdo que cuando empecé no habían bandas y con suerte sonaba algo en una que otra reunión alrededor de una mesa”, recordó Rony López, antecedente del jazz en la provincia y bajista de la banda Pata’i chancho que tocará mañana en la localidad de Monteros .
“A pesar de ser una provincia pequeña, Tucumán recorre y reproduce muchos estilos dentro del jazz y tiene un movimiento cultural muy fuerte. Contar con 20 bandas da cuenta de mucha gente alrededor de un estilo que actualmente es considerado no popular o elitista”.
Jazzear y el jazz
“El concepto puede ser abordado desde dos persectivas; por un lado, la palabra en sí misma hace referencia a un estilo específico de música que surge en Nueva Orleans (Estados Unidos) a partir de la cultura negra, desde la improvisación, con cierto ritmo, estética e instrumentación, pero, por otro lado, existe una interpretación más amplia, donde el jazz se percibe como acción y abarca a toda música que asienta su esquema en la improvisación a partir de cualquier ritmo, por ejemplo, si empiezo a improvisar a partir de una chacarera, eso es jazz”, explicó López.
Génesis musical
Los orígenes del Jazz son un tanto confusos, debido a la diversidad de fechas y contradicciones en los relatos históricos de varios autores y autoras, quizá porque se trata de un movimiento musical popular que “(…)sentó sus bases en el arrabal y lejos del academicismo”, subrayó José Bermejo, escritor y licenciado en sociología y ciencias políticas.
“Aunque es bastante desconocido, el origen del término podría corresponder a uno de sus primeros intérpretes, Jasbo Brown, músico de Blues de Chicago de 1910, conocido como “Jas” y que era animado por la clientela del bar donde trabajaba para que siguiera haciendo música. Por otro lado, según el musicólogo Lafcadio Hearn, la palabra jazz era habitual entre los negros, que significaba excitación o prisa. Otro musicólogo, Irving Schwerk, sostiene que la palabra proviene del francés, de “jaser”, charlar sin un claro objetivo”, agregó, dando cuenta que la etimología de la palabra jazz tampoco es precisa.
Lo que sí es una coincidencia dentro de diversos relatos es que las raíces del Jazz se hunden en una mezcla de componentes culturales y sociales, sobre todo populares, y en otra entre la tradición rítmica y melódica de los negros norteamericanos combinada con los instrumentos de cuerda y viento, los principales que se utilizan para dar forma a este inconfundible estilo musical.
“Quizá, la historia del jazz se inicie siglos antes de que se tuviera conciencia o noción de su realidad. Si tenemos en cuenta que se trata de una consecuencia musical del encuentro de la tradición africana y la europea, en un tercer escenario, Norteamérica, podemos apuntar que el jazz se inicia, como primer y lejanísmo germen, cuando llegan a Estados Unidos los primeros esclavos negros, es decir, a comienzos del siglo XVII. Luego se les impuso la religión cristiana que convergerá en los inicios del Gospell. Canciones profanas se entremezclaban con música religiosa, formando canciones sobre sus vidas indignas en las plantaciones del Sur. De ese caldo de cultivo nacería otro antecedente del jazz, el Blues”, continuó Bermejo.
“Finalmente, el Ragtime, un estilo que surge en 1870, fundamentado en el piano y cuyo origen se remonta a las danzas que los esclavos negros practicaban parodiando a sus “amos”, sería la última confluencia estilística en la que se apoyaría el jazz. En el periodo que comprendió la Primera Guerra Mundial, el jazz ya está presente en los barrios negros de los Estados Unidos. Pocos años antes, Jasbo Brown se había hecho muy popular por sus improvisaciones con trémolos, sordinas y trinos, aunque el primer músico que se especializó en la composición de piezas jazzísticas fue Jerry Roll Morton“, agregó en su ensayo.
Jazz en Tucumán
A lo largo del siglo XX, el género fue mutando y ramificándose década a década, sin embargo, autores como Rafael Polanco, plantean que las bandas de jazz son las que se desarrollaron a base de improvisación y difusión de un estilo que mezclaba instrumentos de melodía,como la trompeta, el trombón, el clarinete, el saxofón o el vibráfono con instrumentos de ritmo como el piano, la batería, la guitarra o el contrabajo.
“Toco el bajo en Pata´i chancho, una banda que ya tiene varios años en escena, haciendo una fusión entre ritmos latinoamericanos, pero con elementos propios del jazz desde los arreglos y la improvisación. Por otro lado, toco con Leo Vera desde el Hard bop. También toco con Raúl Villagra haciendo música más cercana al Second line, un estilo que se acerca mucho al de Nueva Orleans”, continuó Rony López.
“A pesar de ser una provincia pequeña, Tucumán recorre y reproduce muchos estilos dentro del jazz y tiene un movimiento cultural muy fuerte. Contar con 20 bandas dedicadas a este género, da cuenta de mucha gente alrededor de un estilo que actualmente es considerado no popular o elitista. En este sentido, la escena tucumana creció muchísimo. Las redes sociales, la cantidad de medios de comunicación en Internet y el fácil acceso a la música en general, también hicieron lo suyo para que el jazz crezca en la provincia. Otro factor influyente creo que fue la constancia con que las bandas locales empezaron a tocar en vivo. Tucumán arroja músicos sin parar a escenas locales y de afuera”, agregó López.
Antecedentes festivaleros
“Tiempo atrás diseñé un espacio semanal, llamado “zapando con amigxs” (jam sessions), un espectáculo que se hace todos los jueves, donde las y los músicos tocan libremente a través de la improvisación, sin la obligación de ser músico de jazz, por lo tanto, toca el o la que quiere. Este ciclo lleva 10 años de existencia y todo ese tiempo se tradujo a un interesante proceso que incluyó el acercamiento constante de más público y participantes para sumarse a las sesiones. Paralelamente organicé un festival de jazz local, donde tocan todas las bandas de Tucumán en el Piletón y de entrada gratuita. La idea de estas acciones es acercar a la mayor cantidad posible de personas lo que sucede en la provincia en relación al jazz, desacralizándolo y aduciendo a que todo lo que esté vinculado a la improvisación, es jazz”, aclaró el músico.
Festival de Jazz Independiente de Tucumán
“En aquel festival local llegaron a juntarse alrededor de 700 personas como público, a lo largo de 3 días y con la participación de 20 bandas, organizado a pulmón y sin un peso. Esta experiencia funcionó como un buen punto de partida para impulsar la aparición de este festival internacional, sumado a la experiencia de un amigo, Leo Vera, que también activó una movida de un modo independiente desde las localidades de Monteros y Tafí Viejo, entre otras”, recordó Rony López.
2019: Cuarta edición
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