El ex banquero central se fue de escena en uno de los momentos más tensos en materia cambiaria desde que gobierna Mauricio Macri. La divisa avanzó incesante hasta 28,44 pesos, tras conocerse que el FMI exige la libre flotación del dólar.
“En los últimos meses diversos factores fueron deteriorando mi credibilidad como Presidente del Banco Central, atributo clave para llevar adelante la coordinación de expectativas tan importante en la tarea que se me había encomendado”, explicó Federico Sturzenegger en la carta formal de renuncia que él mismo publicó en las redes sociales. Con Sturzenegger se irá todo el directorio. La decisión fue comunicada el mismo día en el que se conoció el memorándum entre el Gobierno y el FMI. Paradójicamente, entre sus compromisos contempla la ampliación de la autonomía del BCRA.
Tras conocerse las condiciones del acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario, el dólar se desbocó. La divisa sumó ayer 1,71 pesos y alcanzó un nuevo record de 28,44 pesos. Esta nueva corrida, la segunda en un mes, le costó el puesto al ahora ex presidente, Sturzenegger, reemplazado en el cargo por el ex ministro de Finanzas, Luis Caputo. El saltó de 6,4 por ciento en la rueda había tenido lugar ante un Banco Central que dejó correr el precio a un nuevo máximo histórico. “En el mercado de cambios, el BCRA no tuvo participación”, confirmó el ente en su comunicado diario. El desconcierto empezó a circular con más fuerza en la comunidad financiera, generando incertidumbre entre bancos y empresarios. En lo que va del 2018 la divisa aumentó 51 por ciento.
Plan B
Con Caputo al mando de la política monetaria y Dujovne de la fiscal, el titular del Palacio de Hacienda volverá a transformarse hoy en el vocero del Gobiernos.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, finalizó, minutos atrás, una conferencia de prensa para dar detalles sobre los recientes cambios en el equipo económico y “llevar calma a los mercados”, mencionó. Según distintos medios, los cambios en el organigrama fueron acordados este jueves en la reunión que mantuvieron Caputo, Dujovne y Macri en la Quinta de Olivos.
La carta de intención con el FMI dejó en claro que la política económica, y en particular las decisiones en materia cambiaria, quedan en manos del organismo multilateral. Y que el gobierno dejará aumentar el precio de la divisa hasta que la corrida se frene por sí misma y, de paso, licuar parte del déficit presupuestario. También queda claro que los desembolsos del organismo, que el país pagará con ajuste, tienen como destino asegurarle los dólares a empresarios y bancos. La respuesta en el mercado fue una nueva corrida, la segunda en un mes, si se cuenta la del 14 de mayo previa al megavencimiento de Lebac, cuando el dólar aumentó en un 7,3 por ciento.
