Una obra que reflexiona sobre las transformaciones en la tradicional estructura familiar se presentará todos los sábados de agosto y septiembre en el Teatro Independiente “El Pulmón”.
Este sábado 11 de agosto, se estrenará la obra “Las manos del Tiempo” de Carlos María Alsina, en el Teatro Independiente “El Pulmón”, Córdoba 86, a las 22 hs.
“Las manos del Tiempo” aspira a trasmitir poesía. Los cambios en las relaciones humanas han aportado importantes transformaciones en la tradicional estructura familiar. Hoy en día son innumerables los casos de familias “ensambladas”. Esta obra reflexiona sobre estas situaciones. Trata de hacerlo con delicadeza y sentido del humor.
Se trata de la 56a obra de la producción dramatúrgica de autor y sus antecedentes se encuentran en “Esperando el lunes”, “Desde el andamio”, “Por las hendijas del viento”, “El pasaje”, “El último silencio”, “La revelación”, etc., textos que apuntan a expresar una intimidad poética y que han tenido un feliz destino.
La puesta en escena cuenta con la actuación de Federico Cerisola, Mariana Alsina y la participación de cuatro niñas que irán alternándose en las distintas funciones: Chavela Closs Casalins, Luciana Pacheco Hernández, Allegra Suárez Ordóñez y Federica Gollan Aráoz.
El acompañamiento musical en vivo está a cargo del compositor tucumano Mauricio Martínez Zuccardi y la Dirección general es de Carlos María Alsina.
Se trata del 31º estreno de nuestra producción independiente y se realiza en el marco de la décimo sexta temporada del Teatro “El Pulmón”, inaugurado en el 2002.
Se representará todos los sábados de agosto y setiembre a las 22 hs. en el Teatro “El Pulmón”, Córdoba 86.
¿De qué trata la obra?
En el espacio ambiguo de la memoria se encuentran dos personajes que, hace mucho tiempo, han compartido un corto período de sus vidas. Se trata de un anciano y de una joven.
El hombre, compañero en el pasado de la madre de la joven (entonces una niña) le ha enseñado, entre otras cosas, a escribir y la ha estimulado para que dibuje y pinte. Han pasado treinta años y no han vuelto a encontrarse.
En un momento importante de la vida del anciano, la joven se “presenta” con una propuesta: diseñar juntos las manos de Dios. “¿Cómo serían?”, pregunta: “¿Rugosas? ¿Delicadas? ¿Cómo las de un juez? ¿Las de un campesino? ¿Las un intelectual? ¿Las de un matemático? ¿O las de un alfarero? ¿Tendrá líneas?”.
A partir de esta situación ambos personajes juegan reflexionando sobre la vida, la muerte, el amor, la soledad, el arte, la vejez, la juventud y el paso del tiempo.