Roma será una de las pocas ciudades europeas que recibirán el año nuevo sin pirotecnia.
Esto según la decisión de la alcaldesa de Roma de vetar los fuegos artificiales y la quema de petardos, cohetes y pirotecnia durante la Nochevieja.
Según Virginia Raggi, alcaldesa de la capital italiana, el sonido de los fuegos artificiales asusta “tremendamente a los animales” y a algunas personas, por lo que desde las 00:01 horas del día 31 hasta las 23:59 del día 1 de enero, se castigará a quienes enciendan pirotecnia con multas de hasta 500 euros.
“Tenemos la tarea de proteger la salud de los ciudadanos romanos y de nuestros amigos de cuatro patas,” indicó la regidora.
Raggi dijo que los artefactos pirotécnicos causan incendios al usarse de forma inadecuada, además de deteriorar el patrimonio histórico y cultural del casco viejo de la ciudad.
La alcaldesa también dijo que los cohetes y su encendido contaminan el aire y dañan a las personas por su fuerte ruido, que asusta a los animales domésticos y salvajes de toda la ciudad.
Por su parte Pinuccia Montanari, asesora de Sostenibilidad Ambiental del ayuntamiento de Roma, apoyó la decisión de Raggi, argumentando que los perros, por su oído desarrollado, sufren cada vez que se detona una explosión pirotécnica.
Sin embargo, la decisión del gobierno romano no está exenta de controversia. Desde el año pasado Raggi ha intentado sin éxito prohibir la pirotecnia en la ciudad, pero los fabricantes de fuegos artificiales han repelido sus intenciones en más de una ocasión.
Según diarios locales, los productores de este tipo de dispositivos llegaron a amenazar con pedir una indemnización económica a quienes intenten bloquear un mercado que, según se calcula, vale de dos a tres millones de euros.
Para evitar protestas por parte de los representantes de la industria pirotécnica, Raggi anunció la prohibición justo el 31 de diciembre, cuando los tribunales están cerrados y no pueden tomar cartas en el asunto.
