Referentes de pueblos originarios, académicos y periodistas alertaron sobre los discursos discriminatorios y estigmatizantes expresados desde los medios hegemónicos de comunicación respecto de la comunidad mapuche, en el marco del caso Maldonado.
Por Darío Aranda
“Ayer salvajes, hoy nos dicen terroristas. Siempre justificando su violencia con mentiras”, canta el grupo de rock mapuche Puel Kona y resume el sentir de comunidades indígenas, periodistas y académicos sobre la campaña mediática contra el pueblo mapuche. Cuestionaron a diarios, radios y canales porteños por su posturas “racistas” y que estigmatizan a los pueblos indígenas. El fondo de la represión y su justificación mediática: el extractivismo (minero, petrolero, forestal, hidroeléctrico) que intenta avanzar sobre la Patagonia.
“Violencia, anarquía y apoyo externo. Grupos mapuches que tienen en vilo a Chile y Argentina” (Infobae). “Denuncian vínculos de grupos mapuches con las FARC” (Perfil). “Facundo Jones Huala, el mapuche violento que le declaró la guerra a la Argentina” (Clarín). “Violencia mapuche en Chubut” (La Nación). Sólo algunos ejemplos de artículos publicados por diarios y portales porteños. Radios y canales de televisión tuvieron abordajes similares, donde nunca se mencionan los derechos vigentes de los pueblos indígenas y siempre se los acusa de violencia.
Ailín Pirén es werken (vocera) del Lof Puel Pvjv, de la Confederación Mapuche de Neuquén. Afirmó que es un momento de “gran preocupación por la represión y negación de derechos del Estado, pero también por el avasallamiento mediático” que legitima la avanzada contra los indígenas. “Es una práctica permanente de los medios de comunicación, en sintonía con el poder económico y político, contra los mapuches, pero ahora han redoblado una campaña de estigmatización y racismo”, afirmó la vocera.
Remarcó que se trata de una política de negación de derechos desde el Estado y que busca quedarse con los territorios indígenas. A modo de ejemplo, su comunidad, Lof Puel Pvjv, sufre la embestida del poder político (negación de personería jurídica) y del poder judicial (que ordena el desalojo por no contar con esa personería jurídica).
Ignacio Prafil es vocero del Parlamento Mapuche de Río Negro y fue tajante: “Respetamos a los periodistas que nos respetan. Y en los grandes medios no hay muchos que respetemos”. Afirmó que a la mayor parte de la prensa comercial de la Patagonia y Buenos Aires le molesta el indígena que lucha, y en los últimos años “se hizo muy evidente el discurso racista y al mismo tiempo servil al poder económico y político”. También cuestionó que los periodistas escriben sin conocer la realidad de los territorios.
Entre los tópicos más comunes de los medios sobresale la supuesta chilenidad del pueblo mapuche. Desde hace décadas, distintas organizaciones indígenas aclaran que se trata de un pueblo preexistente a la conformación de los Estados nación. Y, de forma periódica, la academia intenta explicar lo ya sabido: “Los mapuches no son araucanos de origen chileno y no exterminaron a los tehuelches. Los mapuches no son ‘indios chilenos’, sino pueblos preexistentes. Esto significa que vivían en estos territorios antes de que existieran los Estados”, precisaron una veintena de investigadores del Conicet en enero pasado.
Prafil destacó que lo prioritario es la aparición con vida de Santiago Maldonado. Aclaró que decenas de comunidades mapuches tomaron distancia de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y apuntó al fondo de la represión y la campaña mediática: “El Presidente, sus ministros y empresas amigas quieren nuestros territorios. Pero que sepan que la lucha va a seguir, responderemos con más organización indígena”.
Adrián Moyano es periodista de Bariloche, licenciado en Ciencias Políticas y autor de tres libros de historia mapuche. “La mayoría de los medios evidencian un gran desconocimiento sobre las formas de organización mapuche y sobre la historia. Son un pueblo originario, no pudieron venir de Chile porque algunos grupos pertenecientes a la gran cultura mapuche ya estaban en la actual jurisdicción argentina”, explicó. Afirmó que en los medios masivos de la Patagonia es recurrente el tratamiento racista de la lucha mapuche, pero sí es novedad una cobertura similar (y sostenida durante semanas) de los diarios porteños.
Moyano alertó que la campaña mediática antimapuche responde a que “se avecina una profundización del modelo extractivista, de la mano de la ‘lluvia de inversiones’ a la que apuesta el actual gobierno nacional”. Citó el ejemplo con la reactivación del proyecto hidroeléctrico La Elena (sobre el río Corcovado, para abastecer a la industria del aluminio). “Si los medios logran instalar el concepto de ‘enemigo interno’ en relación con el pueblo mapuche, es obvio que probables situaciones de represión serán toleradas o inclusive avaladas por el conjunto de la opinión pública”, advirtió Moyano.
Recordó que en la Patagonia viven más de 260 comunidades mapuches y no le parece inocente que por el accionar de una organización (RAM) se intente cuestionar a todo el pueblo mapuche.
La vocera Ailín Pirén, de Neuquén, aclaró que la política represiva (tanto del Estado como de los medios de comunicación) “no comienza ahora, lo hicieron todos los gobiernos” y recordó que el Estado argentino “tiene una deuda histórica” con los pueblos indígenas (por el genocidio cometido).
Por contraposición al accionar de los medios masivos, Pirén destacó el rol de los medios comunitarios, alternativos, cooperativos: “Son periodistas a los que les interesa escuchar nuestra voz, aún quizá sin estar de acuerdo. Son medios comprometidos con la verdad y la justicia, no con los negocios del poder”.
En Chubut, ocho comunidades mapuche-tehuelche se congregaron para analizar y expedirse sobre la situación local. Exigieron la aparición con vida de Santiago Maldonado, repudiaron el accionar represivo del Estado y también apuntaron al rol de los medios de comunicación: “Nunca convalidaremos el silenciamiento, la desinformación, la negligencia, el miedo, el agravio a la vida, las mentiras”.
Publicado en Página 12