La comunidad científica se encuentra movilizada ante el anuncio del Presidente de bajar de categoría al Ministerio de Ciencia y Tecnología a secretaria. “La ciencia y la tecnología no deben entenderse como un gasto, sino como una inversión estratégica, transversal a todas las áreas del Estado”, expresaron desde el CONICET.
La decisión del gobierno de Mauricio Macri de reducir los Ministerios Nacionales para nuclearlos unos en otros, como el caso del Ministerio de Ciencia y Tecnología que funcionará en la órbita del Ministerio de Educación, movilizó a la comunidad científica en todo el país.
El Conicet expresó su preocupación y rechazo por la fusión con Educación. “La ciencia y la tecnología no deben entenderse como un gasto, sino como una inversión estratégica, transversal a todas las áreas de la gestión del Estado”, expresó en un comunicado el organismo.
En diferentes ciudades se realizaron concentraciones y un “abrazo simbólico” a los institutos para rechazar las medidas de Cambiemos. En Tucumán, más de 150 personas, entre científicos, investigadores, estudiantes y profesores universitarios, se manifestaron frente la delegación tucumana del Conicet, en Crisóstomo al 700.
Aún no se conoce cual será el impacto real de las medidas, pero se estima que impactará directamente en el presupuesto destinado a cada área. Desde el sector de ciencia ya vienen denunciando recortes presupuestarios.
“Al bajar a secretaría no hay ninguna duda que incluso se bajará el presupuesto”, sostuvo Silvia Lomáscolo, investigadora del Instituto de Ecología Regional del Conicet de Tucumán. “Ya estamos en un problema serio, hay institutos que no pueden pagar la luz, el gas. Hay institutos nuevos que no han recibido la primera partida presupuestaria para que funcione. En el Conicet recibimos un 20% menos nominalmente, sin tener en cuenta la devaluación del peso”, agregó consultada por La Nota.
“Somos conscientes que esta lucha es mucho más grande. En la movilización de ayer estuvieron presentes los gremios docentes como Adiunt. La crisis de educación está íntimamente ligada a la de ciencia, y viceversa, nos necesitamos mutuamente”, afirmó Lomasco.
“No nos podemos imaginar a donde va a terminar la caída del sector. No nos imaginábamos llegar a esto”, expresó Lomáscolo. “El Ateneo Científicos Tucumanos formamos parte del Frente Federal de Ciencia y Universidad. Cerca de 17 organizaciones de 14 provincias estamos en un plan de lucha nacional. La actividad que se realizó ayer se replicará hoy en diferentes provincias, como Bariloche y Mendoza”.
Ya a fines de agosto, más de 240 directores de institutos del CONICET firmaron una carta advirtiendo que se encuentran “en situación de emergencia total”, a lo que el gobierno respondió con una inyección de 550 millones, que fue considerado como un “paliativo que va a cubrir un pequeño porcentaje de los gastos ya asumidos”.
Por su parte, el Consejo Directivo del Centro Científico Tecnológico CONICET Tucumán expresó su profundo desacuerdo ante la transformación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT) en Secretaria de Estado.
“Creemos que sostener la Ciencia y la Tecnología requiere de continuidad en las acciones estratégicas que aportan al desarrollo autónomo del país y al mejoramiento de la calidad de vida de los argentinos”, sostiene el comunicado publicado en la página oficial del instituto.
Desde el grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA) responsabilizaron al ahora secretario de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao y al actual presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto. “Lejos de defender a la ciencia y tecnología y a su capital más preciado, investigadores, becarios, técnicos y administrativos, Barañao y Ceccatto avalaron el ajuste, al mismo tiempo que emitían declaraciones que con cinismo descalificaban a los científicos y científicas de nuestro país.”
Ciencia al servicio de la sociedad
“La ciencia es muy importante en el desarrollo de un país”, explicó Lomáscolo y brindó algunos ejemplos de cómo las investigaciones impactan directamente en el bienestar de la sociedad.
Un ejemplo icónico es la investigación sobre lactobacilos realizada por el Centro de Referencia para Lactobacilos (CRELA) que depende del CONICET, donde estudiaron su aplicación en productos comerciales que redundaron en una mejora de la salud de la población. La ciencia no estaba sola, además del descubrimiento financiado por el Estado, hubo una decisión política del gobierno de la provincia de aplicar esos descubrimientos en planes alimentarios. En la actualidad, ese lactobacilo es uno de los probióticos que se incorpora a las leches chocolatadas, yogures y quesos que reciben 200.000 alumnos de escuelas públicas de San Miguel de Tucumán y su área de influencia.
Esta investigación fue en respuesta a las consultas del Hospital de Niños por muchos casos de diarreas crónicas que llevan consigo una mal nutrición. Gracias a esa demanda directa de la sociedad se puso en marcha estas investigaciones que hoy repercuten en una mejora de la salud de los niños y niñas de la provincia.
En Tucumán también se hacen investigaciones sobre vacunas contra la leishmaniasis, una enfermedad parasitaria que afecta principalmente a trabajadores del campo del Norte y el Litoral del país y es transmitido por una mosca. También se realizan diferentes investigaciones sobre dinámica de bosques en relación directa con las inundaciones, polinización de cultivos vinculados a la producción de alimento, investigaciones en arándanos, limones, que afectan directamente la línea productiva de la provincia.
Al hablar de ciencia, no se pueden dejar de lado las investigaciones en ciencias sociales, vinculadas a pueblos azucareros, pueblos originarios, que resultan clave para rever la historia, para entender el pasado.
Historia del MINCyT
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT) fue creado en 2007 por la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Fue la primera en América latina que incluyó a la innovación productiva asociada a la ciencia y la tecnología.
Entre sus objetivos cuando fue creado, hace casi 11 años, esta cartera tenía la promoción del crecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través del incremento de los salarios de investigadores y la provisión de infraestructura; las acciones tendientes a vincular los sistemas académico y productivo para generar consorcios público – privados; la solución de la brecha de las grandes ciudades y el interior del país a través de líneas de financiamiento del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT) cuyas prioridades fueron fijadas por las autoridades provinciales y que están estrechamente relacionados con necesidades regionales.
Desde el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT), subrayearon en un comunicado que la conformación del MINCyT en 2007 “significó una de las decisiones más relevantes que dio visibilidad a un colectivo social con demandas específicas y puso en la agenda pública un asunto estratégico para el país como el desarrollo científico y tecnológico como ventor clave que agrega valor y aportar de modo sustancial a la actividad económica y social”.
Los ministros de Ciencia de 18 provincias rechazaron la degradación de rango del Ministerio a Secretaría y solicitan que “se revea” la decisión adoptada por el presidente Mauricio Macri.
