Prisión preventiva para el agresor de Guadalupe Lobos

Se trata de Álvaro Gabriel San Juan quien se encuentra detenido en prisión preventiva por “lesiones agravadas en tentativa de homicidio” contra su esposa Guadalupe Lobos.

Dictado por Diego Ernesto Lammoglia, juez de la Cámara Penal de la Sala I, dicto la prisión preventiva para Álvaro Gabriel San Juan por “lesiones agravadas en tentativa de homicidio” contra su esposa Guadalupe Lobos.

El Cuerpo de Abogados en representación de la víctima participó de la audiencia donde se ordenó la Prisión Preventiva por 3 meses al agresor de Guadalupe.

El viernes 30 de octubre, San Juan agredió físicamente a Lobos. Ella tuvo que ser internada y luego se escapó del Hospital por amenazas de su esposo.

“Golpes, torturas y amenazas son una secuencia de hechos que desde hace más de un año sufría y que el viernes tuvo su punto culmine, cuando su marido la golpeó y la dejó al borde de la muerte. No conforme con esto, estando internada en el hospital, recibió amenazas por lo que decidió escaparse por miedo” señalan desde el Cuerpo de Abogados.

En la audiencia, la defensa del agresor, a cargo de la abogada Mónica López, alegó que él era “incapaz e inimputable”. Lammoglia no hizo lugar a esto por los exámenes médicos que existían previamente y dictó la preventiva.

Además se obtuvieron en forma inmediata las medidas de protección para la víctima y la orden de detención para el agresor que fue localizado y puesto a disposición de la justicia.

Tentativa de femicidio

La Fiscalía Criminal II, a cargo de Augusto Zapata, pidió un cambio de carátula a “femicidio en grado de tentativa” a la que el Juez hizo lugar.

San Juan tiene dos cargos por violencia de género, uno sucedido dos días antes y otro el propio viernes donde dejó al borde de la muerte a Guadalupe.

Lobos se escapó el 3 de noviembre del Hospital Centro de Salud por las amenazas de su esposo pero regresó a las horas cuando la Justicia hizo lugar a su pedido de custodia.

La sobreviviente de femicidio podría quedar con secuelas irreparables, como la perdida de visión, por los golpes de su esposo.

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