Respetando el distancimiento social, con guantes y barbijos, las organizaciones sociales se movilizaron frente a Casa de Gobierno para exigir que se convoque un Comité de Emergencia sanitaria y social ante la crisis por la pandemia de covid-19.
“Hay hambre en las barriadas, se acrecientan la pobreza y la miseria en localidades, parajes y pueblos de Tucumán”, sostienen en un comunicado.
A casi un mes de la cuarentena obligatoria, se complejizó aún más la complicada realidad de los barrios populares, donde el hacinamiento y la falta de servicios vuelven dificultoso el aislamiento social impuesto para mitigar la pandemia de coronavirus, a lo que se suma la falta de recursos económicos por la pérdida de las changas de las que viven gran parte de sus habitantes.
Desde las organizaciones reclaman al Gobierno de Tucumán que conforme un comité donde participen de manera conjunta con los organismos del Estado y otros sectores para responder a la crisis que golpea especialmente a los barrios populares y más vulnrables de Tucumán. “Para generar propuestas y acciones concretas para garantizar condiciones mínimas para la vida digna”, expresan.
Es en aquellos barrios donde las organizaciones sociales tienen una fuerte presencia territorial. Son cientos los lugares de asistencia alimentaria que están funcionando y que están desbordados a partir de la crisis que provocó en los ingresos de los más pobres la pandemia del coronavirus.
“Todas nuestras organizaciones, de forma conjunta, a través de sus merenderos y comedores dan más de 50.000 raciones diarias de comida, y la demanda crece día a día, así como de nuestra parte la insuficiencia de sostener la necesidad de alimentos a las miles de familias de lo demandan”, expresan en el comunicado firmado por el Frente de Organizaciones en Lucha -Frente Popular Darío Santillán-Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional – CCC – UTEP entre otras.
El Comité de Emergencia ya está en funcionamiento en Buenos Aires, donde participan intendentes del conurbano, representantes de diferentes organizaciones sociales, iglesias y organizaciones no gubernamentales y se analiza de manera conjunta la situación de la distribución de alimentos, la creación y funcionamiento de comités locales y la puesta en marcha de diferentes programas para acompañar la crisis.
