El Presidente interrumpió sus vacaciones para inaugurar obras y sobrevolar las zonas incendiadas. Además, llamó a reducir el déficit fiscal
El presidente Mauricio Macri interrumpió sus vacaciones para realizar un acto en Mendoza, provincia azotada por graves incendios. “Estamos con ustedes, estamos haciendo lo posible para mitigar lo que está sucediendo. Trabajamos como nunca sucedió antes en conjunto para dar respuesta a esta angustia que genera el cambio climático”, aseguró. Sorprendió la ausencia del ministro de Ambiente, Sergio Bergman, quien no apareció durante toda la tragedia que sufre esa provincia.
Luego, el mandatario aseguró: “No es de buenos padres dejarle deudas a sus hijos, tenemos que estar todos comprometidos en reducir el déficit fiscal y dejar superávit”. Tres días antes el Gobierno de Cambiemos anunció una toma de deuda externa por 10 mil millones de dólares. En los dos años de gestión, Argentina colocó más deuda que cualquier otro país del mundo.
Según el último informe del Instituto de Finanzas Internacionales, Argentina está en el top de países más vulnerables a cualquier “shock exterior”. Solo lo superan Turquía y Ucrania. Por estas horas, una mini corrida sobre el dólar hizo aumentar, en siete días, dos pesos el valor de la divisa norteamericana.
Un grupo de vecinos mostró su desacuerdo con la reforma previsional y le reclamó al mandatario que no cese en la búsqueda del desaparecido submarino ARA San Juan. “Persona no grata” y “Con los jubilados ¡no!”, fueron algunos de los carteles expuestos.
Además, Macri se refirió a las energías renovables: “Los argentinos tenemos que estar orgullosos porque hemos adjudicado 147 proyectos para generar energías renovables en 18 provincias en esta apertura hacia una Argentina federal”, describió. Así, se metió en un tema deliciado, ya que esta semana se supo que el Grupo Macri, que pertenece a la familia presidencial, hizo un negocio millonario con la compra y venta de seis parques eólicos. Habrían ganado 50 millones de dólares.