Desde este viernes la ley portuguesa respeta el consumo medicinal de la planta y el proceso para su producción, distribución y venta el las farmacias del país. En el año 2001 despenalizaron la posesión para consumo individual.
El consumo de cannabis medicinal ya es legal en Portugal, donde este viernes entran en vigor las reglas que dictaminan cómo debe producirse, distribuirse y venderse en las farmacias del país, que exigirán en todos los casos receta médica.
La norma que legaliza el consumo medicinal de esta planta fue aprobada en el Parlamento el pasado junio, pero carecía de la reglamentación precisa para su funcionamiento, que fue aprobada a mitad de enero y entra ahora en vigencia. De este modo, desde el viernes 1º de enero están claras las normas tanto para eventuales consumidores como para las empresas que decidan comercializar estos productos, siempre previa autorización de la Autoridad Nacional de Medicamentos y Productos de Salud (Infarmed).
Precisamente hoy Infarmed ha lanzado un apartado especial dentro de su página web en el que explica las implicaciones de la ley que regula el consumo del cannabis medicinal, que se venderá en farmacias siempre y cuando lo haya recetado un facultativo.
El Estado portugués controlará todo el proceso, “desde el cultivo de la planta a su preparación y distribución”, subraya Infarmed, para “garantizar que los productos son producidos de acuerdo con todas las buenas prácticas y requisitos aplicables” por la ley.
Se busca así asegurar que el acceso a la planta quede restringido “a casos en los que los tratamientos convencionales no produjeron los efectos esperados o provocaron efectos adversos relevantes”, agrega el organismo.
Al menos medio millón de portugueses (de una población de 10,3 millones) consume cannabis regularmente y uno de cada diez lo ha probado al menos una vez, según el último informe del Servicio de Intervención en los Comportamientos Aditivos y en las Dependencias (SICAD).
Fuente: El espectador