“Lateral” se destacó en ArteBA 2018

Entre el 24 y 27 de mayo se desarrolló la feria ArteBA. De la región del NOA participaron, La Arte (Salta) y Lateral (San Miguel de Tucumán). Este último ganó el premio como mejor galería de “Barrio joven”. Desde La Nota te acercamos detalles al respecto.

El 24 de mayo pasado, desde ArteBA -la feria de arte de mayor circulación en Argentina-, galardonaron con el Premio en obra al laboratorio de arte contemporáneo Lateral, como mejor galería de la sección Barrio joven. Dicha instancia -o categoría- de premiación, contemplaría el tipo de montaje, la disposición de las obras y los diálogos establecidos entre las mismas, etc.

En esta oportunidad participaron en la galería de Lateral las obras de las artistas Florencia Sadir y Carla Grunagüer.

En el stand de La Arte en Barrio Joven, presentaron, por un lado, obras de Soledad Dahbar y del colectivo Zonda y, por otro, dos publicaciones en el marco de La Arte Ediciones, una de Ana Benedetti y otra de Javier Soria Vázquez.

Por otro lado, la performance se hizo presente en ambos stands; Hernán Aguirre García en Lateral y Soledad Sánchez Goldar en La Arte

Laterales

“Lateral es un proyecto de gestión autónoma orientado a las artes visuales dirigido por Florencia Sadir, Gaspar Núñez y Hernán Aguirre García.
Funciona desde fines de 2015 en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Es un proyecto que ocupa diferentes espacios por un tiempo corto, por lo que el contexto cobra gran importancia a la hora de proyectar o adaptar piezas.
Lateral se propone fomentar la producción, exhibición y consumo de la cultura
contemporánea local, pero también mediante cruces, acortar distancias, acelerar
intercambios de conocimientos.
Dar visibilidad a artistas jóvenes.
Es un dinamizador frágil y flexible”.

¿Qué es Barrio joven?

Se trata de una sección de la feria que aglutina espacios nuevos, innovadores o alternativos que representan artistas de joven trayectoria. Las propuestas son seleccionadas por un equipo curatorial autónomo.

De acuerdo a la información habilitada por ArteBA, “Barrio Joven tiene como objetivo,  presentar galerías jóvenes, proyectos independientes, espacios auto gestionados y plataformas no convencionales, los cuales -en muchos casos- tienen pocos años de trayectoria en el ámbito local e internacional.
Una característica importante es que muchos de estos espacios no nacen exclusivamente orientados para generar un mercado sino para construir escena, lo cual significa también buscar alternativas ante la constante ausencia del Estado y sus políticas públicas en materia de arte y cultura. Cada proyecto es así un reflejo crítico de la ciudad donde está ubicado, introduciendo artistas o colectivos que escapan al radar del arte establecido. Muchos no tienen espacio físico por que tienen un carácter itinerante, otros suceden en “casas de familia” o lugares prestados, o algunos en perfectos cubos blancos.

Esta sección cumple con la misión de ofrecer una mirada plural de iniciativas de diversos países de América Latina, de varias provincias de Argentina así como de Buenos Aires. Su presencia es un reconocimiento a la labor de catalizadores que quiebran la solemnidad de los oficiales y abren el espacio a la investigación, la provocación y el riesgo. En ese sentido, uno de los aspectos más resaltantes de la edición anterior fue la presencia de performances que apostaron por un involucramiento distinto de los visitantes”, manifestaron Miguel A. López y Santiago Villanueva, equipo curatorial de este año.

Lateral en galería Barrio joven 2018

Gaspar Núñez escribió el texto que acompañó a la galería propuesta por Lateral, con los trabajos de Florencia Sadir y Carla Grunagüer:

“Cada vez más y con mayor facilidad, las cosas se arrancan por voluntad propia -o no- de su territorio. Como líneas de fuga, se fuerzan prolongaciones entre lo más acá y lo más allá.
Y, aunque ahora nos vemos convencidos de que uno a uno los proyectos modernos fracasaron y esas líneas de tiempo que se trazaron unívocas para intentar definir un futuro se diseminaron, existen zonas de oscuridad que no fueron contaminadas por ese tiempo.
Grunauer y Sadir exploran minuciosamente los puntos de encuentro entre la tradición modernista y aquellas formas al margen de ese tiempo.
1.
Pinturas realizadas con pigmentos diluidos en agua sobre papel sintético.
Elementos que surgen en relación a los materiales y lo gestual en primer lugar, sin embargo hay un señalamiento, una forma que se revela fuera de la intuición, una lectura orientada: ¿Son esas formas una presencia? ¿Un recuerdo? ¿Una representación?
Puede la pintura tomar el lugar de un oráculo?
2.
Esculturas realizadas con técnicas de cestería: mimbre y simbol, objetos en mármol y adobe. Una naranja suspendida por encima del suelo y expuesta al paso del tiempo.
Fragmentos de una geografía y tiempo, como sinécdoques de un paisaje”.


Sobre Florencia Sadir

Produce instalaciones, recorta y desplaza elementos relacionados a sistemas constructivos que hablen de su región y de esa forma le
interesa su nueva organización, una desterritorialización, devenir de una transformación. Los lugares/objetos generan extrañeza a través
de los desplazamientos que los desencajan de sí.

BIO
Florencia Sadir (1991). Nació en San Miguel de Tucumán, creció en Cafayate, Salta. Estudia en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán donde cursó el Taller C en la Licenciatura en Artes Plásticas, conjuntamente cursó dos años de la Tecnicatura en Fotografía. Desde 2015 es codirectora del proyecto Lateral Galería, Tucumán.
Ganadora del premio RADAR visuales 2017 del CC Recoleta, el premio Ópera Prima 2016, jurado integrado por Andrés Duprat, Raúl Flores, Mónica Millán, Liliana Piñeiro y Valeria González.
Participó de Residencia URRA, Tigre, Buenos Aires (2017), en Curadora Residencia, Temporada 13, San José del Rincón, Santa Fé (2016), entre otras.



Sobre Carla Grunagüer

BIO
Nació en Tucumán, 1982. Es Licenciada en Artes Plásticas por la Universidad Nacional de Tucumán, 2013. Programa de artistas UTDT, 2017 – 2018, clínica de obra con Carlos Humann. “Mecanismos para construir una obra”, Andrés Sobrino y Juan Sebastián Bruno, Bs. As. 2016. Beca ADI 2015 (Amigo Del Interior) Clínica de obra con Javier Villa y Carlos Humann.“Estudio Sistemático de Dibujo”, Eduardo Stupía, 2015. UTDT. Beca FNA, Clínica de obra. Rafael Cippolini, Tucumán/Sgo. delEstero, 2013.
Exposiciones recientes: “Dibujo para hablar más lento”, curaduría Guadalupe Creche, Centro Cultural de La memoria Haroldo Conti, 2018. “Arte Abstracto de Tucumán”, curaduría Gustavo Nieto y Bruno Juliano, proyecto seleccionado por Plataforma Futuro, Espacio Cripta, Tucumán. 2017 . “TRIO”, cuaruría, Sebastían Desbats, BBTB, Bs.As. 2017. “Salón Nacionalde Arte Contemporáneo”, Tucumán. 2016. “Still life”, curaduría Luciana Berneri, UV estudios, Buenos Aires. 2016, entre otras.


La Arte Ediciones

“Se trata de un proyecto editorial que propone una serie de publicaciones que se construyen desde las artes visuales, aunque las exceden. Cada publicación es un recorte y también un recorrido por trayectorias e investigaciones en el hacer de cada artista/autor/autora”, expresaron desde La Arte.

“Las dos primeras ediciones pertenecen a Javier Soria Vazquez, con Atomizador, y Ana Benedetti, ambas propuestas construyen relatos sobre el pensamiento de cada uno de los artistas, y constituyen en sí mismas piezas de arte autónomas, son tiradas limitadas y presentan piezas única en cada ejemplar”, agregaron. La edición estuvo a cargo de Andrea Fernández y Soledad Dahbar.

“Desde Atomizador quise conjugar las dos cosas que hago, una no tanto y otra más. Por un lado, la escritura en sí misma -que siempre busco una excusa para hacerlo-, problematizando sobre arte pero sin mencionarlo o traslandándolo a otra cosa mediante paralelismos entre hechos cotidianos y artísticos. Digo esto porque se trata de cuarenta microrrelatos que podrían entenderse como conjunto y como una narración lineal, en el sentido de que hay un protagonista pero sin linealidad temporal ni narrativa; alguien habla de sí mismo y la experiencia y tiene un tono de locura, con un lado irreal e inconexo. Es una publicación de 10 libros y cada uno de ellos es único porque tienen dibujos hechos por mí. La decisión de dibujar sobre el libro fue algo arriesgado y también un modo de poner en evidencia mi inseguridad al respecto porque no me respeto como dibujante, creo que no sé expresarme a través del dibujo y que no tiene que ver con el dominio de técnicas al respecto. Dibujar
me pone en una situación incómoda y de eso se trataba la experiencia, un poco.
Algo así como lanzarme al vacío y enfrentarme a esas hojas blancas que tenía el libro y ver qué salía, tachar lo que no me gustaba y camuflarlo de algún modo”, explicó sobre su publicación -y obra- el artista Javier Soria Vázquez.

La fotografía destacada representa una obra de Florencia Sadir

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