Como una invitación al colectivo LGBTIQ+ a los escenarios musicales, de Fuerte Apache al mundo, y lejos del lujo y cualquier vinculación posible con la realeza, La Queen asienta un precedente en el ámbito musical argentino, presentando batalla desde el trap.
Walter, un joven de 21 años, irrumpió en la escena de la música urbana como La Queen, una artista independiente que se autodefine como la primera drag argentina en hacer música. Grabados y producidos en su cuarto en Fuerte Apache, sus temas «No va más» y «Lo veo lo quiero» suman miles de reproducciones en las plataformas digitales.
En este corto pero agitado trayecto, La Queen llamó la atención no solo de colegas y seguidores, que desde las redes sociales celebran su llegada al circuito, sino que también despertó el interés de productores y productoras del ambiente artístico. Este fue el caso de José María Muscari, quien deslumbrado por la presencia escénica y el carisma de la cantante, decidió convocarla para integrar el elenco de SEX, su nuevo espectáculo.
Si bien La Queen se luce con soltura y naturalidad frente a los cientos de espectadores y espectadoras que todas las noches la ven brillar sobre las tablas del Gorriti Art Center, otra de sus particularidades es que aún no ha tenido presentaciones musicales ante el público. Entonces, luego de seis meses y por primera vez en su carrera, La Queen se presentará con su primer show en vivo este miércoles en Club FDP, un ciclo ideado por Naomi Preizler que celebra la inclusión y diversidad en todos sus aspectos.
¿Por qué «La Queen»?
Soy mega ultra fan de la banda. Además, soy fanática de Nicki Minaj, a quien considero la reina del rap. Después, me puse «La» porque las maricas siempre lo usamos adelante del nombre. Entonces, si te ponés a pensar: me gusta Freddie Mercury, amo a Nicki Minaj, soy marica y soy una reina. Cierra por todos lados. Encima es re comercial: «La Queen». Te queda o te queda.
¿Qué te motivó a crear el personaje?
Sentí la necesidad de que Argentina tuviera una drag queen que hiciera música. En Brasil está Pabllo Vittar y en Estados Unidos RuPaul’s pero en Argentina no había nadie que ocupara ese lugar. Hay drags impresionantes, que la rompen y son mucho más diosas que yo, pero necesitábamos una drag que hiciera música en Argentina. Por eso, me dije: «Si no lo hace nadie lo tengo que hacer yo.» Y pasó. Literalmente fue así: grabé mi video «No va más», y desde ahí hasta ahora, no paré. No quiero ser la única. Quiero que todas las drags y todas las maricas reinemos Argentina. Por suerte está sucediendo de a poquito. Este camino lo empecé yo pero se está abriendo un montón.
Así como te volviste una inspiración para muchas personas, ¿en quiénes te inspiraste vos?
Siempre tengo referencias de todas, saco un poco de cada una. Tomo el makeup de una, la ceja de otra y la boca de otra. Después, está mi personalidad y el sello de La Queen: diosa, pelo rosa y culo corto. En cuanto a lo artístico, soy de escuchar mucha música nueva. Me gusta escuchar personajes emergentes. No puedo escuchar artistas que están hace muchos años. Necesito refrescarme todo el tiempo. Voy conociendo nuevos artistas y nuevas drags de Argentina que están empezando a hacer música. Eso me encanta.
¿Por qué elegiste el trap para tu sonido?
Me metí en el trap porque es machista, misógino y homofóbico. Hacía falta esa rama que muestre que la vida no se trata de drogas, oro y cosificación de la mujer, como algunos que todavía no entendieron nada nos quieren mostrar. ¿Por qué el trap tiene que ser solo de los heterosexuales? Esa pregunta me llevo a decirme a mí misma: «Loca, acá hay que meterle mariconeo a full porque esto es lo que está explotando.»
¿Recordás tu primer acercamiento al mundo drag?
Desde los 15 voy a boliches gays. La primera drag que conocí se llama Lebrux, es una drag de Argentina que hace un arte impresionante. Se desmontaba y volvía a ser un hombre y era otra persona. Cuando la vi por primera vez dije «quiero esto para mi vida.» Yo quería conservar mi vida privada, como Piñón Fijo. Yo vendría a ser un Piñón Fijo travesti [risas]. Quiero eso, que se entienda que vale más una foto con La Queen que con Walter. ¿Quién me va a pedir una foto como Walter? Quiero que se tenga esa idea de que el personaje famoso que toda la gente quiere es La Queen. No podría aguantar que haya diez personas para pedirme fotos como Walter. Me muero, me da vergüenza. Es todo de la mente. Hay que dividir todo eso. Es un quilombo impresionante. Estoy loquísima.
¿Entonces podés decir que gracias a La Queen pudiste vencer algunas inseguridades?
Es que La Queen es una coraza. Es todo lo que Walter no podría ser. La drag queen en general hace cosas que su personaje de civil, por así decirlo, no haría jamás. Entonces es loquísimo. Hay que dividir esos dos mundos.
¿Cómo definís el mundo de Walter y el de La Queen?
Walter es mi día a día. No es nada que ver a La Queen. Es otro mundo. Obviamente, es una marica, afeminada, pero es otra cabeza. La Queen es fresca, es pueblo, es gente. La Queen es cumbia, es nacional y popular, La Queen es todo. A La Queen le encanta las cámaras y las entrevistas. A Walter no, es súper tímido, introvertido y cerrado. La Queen es a la que la gente ama. Por suerte me lo demuestran siempre en las redes. No hay comentarios de odio. Cuando veo mis comentarios digo: «Cuánto amor que hay.» Es impresionante cómo gusta el personaje, cómo gusto yo. Es algo hermoso y me encanta porque es lo que deseé toda mi vida. Es literalmente el tema que estoy presentando: «Lo veo, lo quiero. Lo pido, lo tengo.»
¿Y cómo te llevás con los haters?
Desde que quiero ser famosa siempre me dije: «Mirá, mi amor, vas a tener gente que te ame y gente que te odie por el simple hecho de ser.» Los haters están para todos, todas y todes. Por suerte a mí me toca recibir mucho amor. Obviamente siempre hay uno o dos comentarios de odio porque uno nunca va poder evitar eso. En mi caso sucede que hay tanto pero tanto amor que lo que queda es eso. Yo soy real, yo soy transparente, al que le guste bien y al que no, chau.
¿Qué recepción tuviste de parte de tus vecinos de Fuerte Apache la primera vez que te vieron como La Queen?
La primera vez que bajé al barrio montada fue cuando salí para grabar el video de «Lo veo lo quiero». Tenía mucho miedo, no sabía qué podía pasar. Cuando salimos literalmente grabamos una toma y la gente se acercó y me empezó a pedir fotos, a decir que me amaba, que me admiraba y que me deseaba lo mejor. Ahí fue cuando agarré el chip del prejuicio y lo tiré a la basura. Fue hermoso recibir ese cariño de la gente.
¿Pensás seguir viviendo en el Fuerte o tenés planes de mudarte?
Si yo me voy de mi barrio es por tema de laburo, porque está todo en Capital Federal. Me convendría mucho más vivir ahí pero por un tema de laburo, no porque me voy y chau. Amo mi barrio, amo mi gente, amo mis raíces, amo a mi vieja. Mi vieja vive ahí y no se va a ir jamás. Si me voy, que ojalá en algún futuro se pueda dar, es para poder laburar con más comodidad, nada más. Después, me da igual. No tengo drama en viajar en el 108 para volver al barrio.
Montado…
Sí, montado en el 108 con la Sube.
Sería un lindo videoclip…
Patente pendiente [risas].
El 19 de junio te vas a presentar en Club FDP. ¿Cómo te preparás teniendo en cuenta que va a ser tu primer show en vivo?
Me preparo bien. Estoy tranquila. Voy y lo hago, tampoco voy a estar tan nerviosa. Aunque un poco sí porque va a ser mi primera vez con la gente. Voy a estar ahí cantando «Lo veo lo quiero», que es el tema que estoy presentando y un tema nuevo que sale en julio. Estoy ansiosa porque quiero mostrar mi música, que todo el mundo conozca a La Queen, que toda Argentina sepa que hay una drag queen que hace música.
Si bien este es tu primer show en vivo, ya tuviste tu experiencia arriba de un escenario frente a un público con SEX. ¿Cómo estás viviendo ese desafío en tu carrera?
La estoy pasando muy bien. Es algo único. Es una experiencia, no es una obra, porque vos elegís a quién seguir. No estamos los 20 arriba del escenario, sino que nos presentamos por distintas salas y el espectador elige a quién seguir. Son espectáculos en simultáneo y van cambiando a cada rato. Está buenísimo. A la gente le encanta. Estrenamos y estaba todo agotado. Estoy muy contenta porque es mi primera vez. Nunca pensé en hacer teatro, jamás. En mi vida me imaginé estar arriba de un escenario actuando con gente mirando y aplaudiéndome. Acepté este desafío porque es algo que quería experimentar al menos una vez en mi vida. Yo que sé si va a surgir de nuevo.
¿Pensabas que ibas a conseguir tanto en tan poco tiempo?
Recién en el estreno de prensa de SEX caí de todo lo que está pasando con La Queen. Venían personalidades del espectáculo, con los que yo crecí, a pedirme fotos a mí. Ahí dije «La Queen está sonando, está rompiendo, está reinando.»
Foto principal: Gentileza de prensa.
Por Felipe Boetto para Indie Hoy