La Primera Marcha del Orgullo en Tucumán, en primera persona
En el año 2010 en Tucumán se marchó por primera vez con una bandera del orgullo a la cabeza. En esta nota, y a días de celebrarse la marcha número 15, Juan Sebastián Danielsen comparte su recuerdo de aquel momento fundante. Su historia nos acerca a los desafíos, las emociones y el impacto de aquella primera vez saliendo a las calles, orgullosos, a marchar.
“Nadie hasta ahora me había preguntado qué había pasado en esa marcha. Fue como una lucha interna, recorrer distintos momentos de angustia, alegría y ahí me di cuenta de que había sido traumático, pero no en un mal sentido, sino que traumático porque me había permitido abrir un mundo donde todavía esa pregunta no estaba hecha“, dice.
En aquel año, se debatía el proyecto de Ley de matrimonio igualitario en el Congreso de la Nación. Un período que estuvo marcado por intensas discusiones, no solo en la sociedad en general, sino también dentro de la propia comunidad LGBT+. Para Seba, la cuestión trascendía el casamiento, se trataba del “estatuto como persona”, de ser reconocido como un ser humano pleno de derechos.
“De los recuerdos que tengo, uno de los más fuertes, fue en la legislatura, cuando se hacían las audiencias públicas y éramos un grupo de no más de 20 personas. Era una discusión muy fuerte, una contienda afuera del recinto donde se habían congregado muchas instituciones privadas de tinte religioso y una de las cosas más impactantes y más dolorosas era la forma en que esas personas te miraban”, recuerdo hoy más de 15 años después. “Mis amigos o las personas que yo conocía de la comunidad no estaban, eso me enojaba mucho en aquel momento. Hoy quizás puedo comprender un poco más. Pero entonces era como salir y caminar solo.”
Seba se acercó al movimiento invitado por su amigo Leo Risso, a quien conoció en la Multisectorial por la Diversidad y lo invitó a las primeras reuniones en la Biblioteca Popular “Crisálida”. Danielsen, que no pertenecía a ninguna agrupación política, se sumó como un “independiente” con un interés personal en la ley. Desde joven, había expresado su deseo de casarse y tener hijos, una aspiración que en los años 90 era considerada “fuera de discurso”. “Leo me fue a buscar a mi casa y me sumó en las reuniones, muchas cosas no las entendía, no las comprendía, pero sabía que tenía que estar ahí.”
La visibilidad, para él, no fue una elección, sino una condición inherente. “Siempre fui visible”, afirma, recordando la discriminación y otros episodios de su adolescencia.

La Primera Marcha
La primera marcha del orgullo en Tucumán se hizo el 28 de junio de 2010, en el marco de otras movilizaciones desde el mes de mayo para visibilizar la necesidad de una Ley de matrimonio igualitario, y en el Día del Orgullo que se celebra a nivel internacional.
“Para mí fue un momento de jolgorio y orgullo. Aunque esperaba ver a más amigos de la comunidad, la presencia de muchas personas de la universidad y de la sociedad en general me sorprendió. El sonido iba en una camioneta naranja con Fernando Olmedo al micrófono y sonaba “Dancing Queen” de Abba. A pesar de todo, había mucha alegría de poder caminar, eso fue un punto resignificación, una serie de actos que coagulan en algo y cae un nuevo significado”, cuenta.
La marcha salió a las 13hs desde Plaza San Martín, en la esquina de Lavalle y Chacabuco, hasta Plaza Independencia. La denominación fue “Marcha del Orgullo LGBTTTI de Pie y en Movimiento” y tenía enunciados como “SI! a la Ley de Igualdad”, “Matrimonio para todas y todos”, “Igualdad en el Bicentenario”, “Queremos igualdad”. Al llegar a la plaza Independencia se dió la vuelta alrededor de las calles principales y culminó con discursos e intervenciones artísticas frente a la Casa de Gobierno.



Marchar por primera vez
“Recuerdo a un muchachito que está en las fotos, que venía solito. Él contaba que había llegado ahí básicamente sin que sus padres supieran. Y le dijimos vení con nosotros y lo sumamos. En ese momento era como cuidar muchos aspectos, cuidar de todo, tenerlo con nosotros, acompañarlo para que no marche solo.”
Así como él, muchos marchaban por primera vez, siendo visibles en las calles y en las plazas de nuestra ciudad. Seba recuerda cómo fue el silencio en su hogar: “Para mi familia que era muy católica, que me vieran marchando era todo un tema. En mi casa o con mis amigos, con mi familia, con muchas personas no se emitía palabra. No se decía absolutamente nada. Nadie me preguntaba adónde iba, si volvía, si estaba bien, nada.”
Pero la convicción era muy fuerte: “Fueron muchas más cosas las que me llevaron a marchar por primera vez, ese día fue como una ciudad donde emergía, donde lo que estaba ahí justamente en silencio se volvía público. Marchar por primera vez es lo más fabuloso que hay en el mundo. Poder estar compartiendo ese espacio con otras personas, es una celebración de vida y no es un cliché decirlo.”

SI, a la Igualdad
La noche del 15 de julio de 2010 se sancionó la Ley de matrimonio igualitario (Ley N° 26.618). Seba y algunos militantes se reunieron en el ex Abasto a esperar la votación y a las 4am cerraban todos los locales, así que siguieron viendo el debate en las casas.
Hasta que finalmente se aprobó. Había preocupación por las posibles represalias y la sensación de que “si esta ley no se promulga, mañana esto es un desastre”. Sin embargo, la aprobación de la ley fue un triunfo que le permitió, años después, casarse bajo esa misma legislación.
Este sábado 18 de octubre salimos a las calles de Tucumán con la misma convicción de hace 15 años: defender nuestros derechos y celebrar nuestro orgullo. Nos vemos desde las 16hs en el Monumento al Bicentenario del Parque Avellaneda.



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