La compositora y cantante tucumana Luciana Tagliapietra festeja 10 años de “Los Domingos”, su primer disco, ofreciendo un concierto con músicos y músicas invitadas que formaron parte de su camino musical. Desde La Nota entrevistamos a la artista para dar cuenta de sus comienzos, recorrido y trayectoria musical.
Una celebración precede la actual visita de la compositora y cantante Luciana Tagliapietra a la provincia; Los Domingos, su primer disco, cumple 10 años de lanzamiento. Por ello, la artista tucumana, que reside en Ciudad de Buenos Aires, ofrecerá un concierto en vivo en el emergente bar Club 84 (calle Mendoza 1.084), junto a los músicos y músicas Agostina Tagliapietra, José Villafañe, Mariano Sansierra, Federico Orio, Luis de la Bárcena, Leopoldo Deza, Sofía Contreras y Florencia García, quienes la acompañaron desde el año 2009 en lo que va de su carrera profesional, que reviste, hasta el momento, cuatros discos, algunos EPs, decenas de recitales, videoclips, viajes y lugares recorridos dentro y fuera del país.
“Estoy muy contenta por festejar aquí el décimo año de mi primer disco”, confiesa Tagliapietra para La Nota. “Desde que decidí esta fecha volví a escuchar las canciones de Los domingos, reencontrándome con ellas de otro modo; me siento lejos y cerca a la vez, porque, por un lado, con todo el recorrido hasta aquí creo que las haría mejor, sin embargo, hay algo de la frescura de ese momento que ya no podría recuperar. Tiene su fuerza propia”, reflexiona.
Desde sus comienzos, la producción de Luciana Tagliapietra evidencia un fuerte vínculo entre la música, algunas representaciones visuales y la literatura, especialmente desde la poesía, porque, incluso, fue ésa la primera expresión que abordó antes de optar por la música profesionalmente. Así, las letras de sus canciones dan cuenta de lo vincular; retóricas literarias citan al amor y al desamor, al encuentro y al desencuentro a tiempo completo.
“Siempre me sorprendió el talento de ‘Luchi’; sus aptitudes para escribir, dibujar, pintar, esculpir, componer y cantar”, señala la artista Eli Cárdenas, a quien Tagliapietra considera su madrina artística. “La conocí cuando tenía 16 años. Ya entonces su curiosidad era la de una artista. La recuerdo preguntando, interpelándome muy pronto acerca del arte y la vida, pero también sobre aspectos íntimos, de manera tal que era muy difícil eludir sus inquietudes, y, a la vez, no interesarme yo misma por la formulación de esas respuestas”, agrega.
Oriunda de una familia de profunda tradición musical, de todas las incursiones que Tagliapietra experimentó, la música fue la más sostenida. Si bien comenzó cantando en un coro municipal, fue corista, formó parte del colectivo artístico YoConVoz y cantó en la banda Monoambiente (grupo con el que grabó dos discos), su inclinación por la música devino en el mayor compromiso de todos y en una profesión sostenida a lo largo de estos últimos 10 años. Sus discos Los Domingos (2009), masterizado por Eduardo Bergallo; Diagrama de Ben (2011), postproducido por Daniel Melero; La Luna (2013), grabado por Mario Sobrino para el sello Melopea, y producido por Federico Orio, Leopoldo Deza y Litto Nebbia y Kawaii (2018), producido por Ignacio Molina son las pruebas más contundentes de ello.
Las canciones de Luciana Tagliapietra convocan una amplia variedad de instrumentos y suelen asociarse a un estilo indie-pop, pero con claras marcas personales de suaves melodías, sutiles y sencillos arreglos que fueron mutando de un disco a otro. “Alejándome del virtuosismo técnico, lo que más me deslumbra del mundo de la música es su permeabilidad a la experimentación; es un campo de experimentación permanente. Además, esta premisa pude adoptarla como una posición frente al arte en general”, indica Tagliapietra.
“Mi forma de componer es muy aleatoria y tiene una fuerte impronta vinculada al azar, algo que de ninguna manera puedo forzar. Es catarsis pura para mí, pero, extrañamente, amalgamada con mucha conciencia”, afirma, agregando que su reciente maternidad a cambiado no sólo su modo de realizar música, sino, también, de ver el mundo.
Entre sus méritos, en el año 2017 su proyecto para la realización de un EP y videoclip fue declarado de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Así fue que gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y de su mecenas, en este caso, la Fundación Telefónica, editó Kawaii. Además, el año pasado lanzó el single “Perro” producido por Kurt Uenala (Depeche Mode).
No sólo los domingos
“Mientras escucho la lista de canciones que Luciana eligió para el próximo sábado, aparecen en mi mente diversas imágenes sueltas de cada uno de los imponentes shows que produjo a lo largo de su carrera”, reflexiona el músico Federico Orio, que acompañará a la artista en el escenario de Club 84. “Desde que presentó Los Domingos, ella no paró de sensibilizar y cautivar a la audiencia en cada uno de sus conciertos, en los que convocó tanto a familiares como a músicos amigos a compartir el escenario”, agrega.
Al respecto, Orio rememora la presentación del disco La Luna en el Teatro Alberdi, el cual contó con la participación de 29 músicos y músicas en escena. “Tengo cuadernos repletos de reuniones planeando ese recital y otras presentaciones que hicimos en esa época, precisando a quiénes invitar, listas de temas y momentos específicos de cada espectáculo”, detalla.
A su vez, Orio indica que Tagliapietra es una detallista incansable, “tiene la capacidad de visualizar sus conciertos con una claridad íntegra. Además, es una artista que ha realizado viajes al interior de sí misma para buscar las canciones más urgentes cada vez”, concluye.
Actualmente, Luciana suele presentarse con su hermana Agostina Tagliapietra en un formato sencillo, de dúo, que le permite desplazarse con más facilidad, sobre todo a la hora de viajar. Sin embargo, la artista aclara que el despliegue escénico y la presencia de músicos y músicas destacadas no dejarán de colarse eventualmente para deleitar al público con sus canciones y menos para festejar, como el sábado 27 de julio (mañana), un claro ciclo profesional alrededor de la música y el fuerte compromiso que sostiene con ella.